Cerca de cumplir 50 años, Gusmán Martínez es un entusiasmado y creyente de la vida y de la paz. No oculta la emoción cuando cuenta cómo trabajaron para materializar el hogar que lo recibe cada vez que ‘baja’ de su finca.
Esta es la historia de Gusmán Elías Martínez y Carmenza Ipuana. La pareja, que adelanta su proceso de reincorporación en un municipio del sur del departamento de La Guajira, hizo realidad este sueño luego de destinar el beneficio económico de 8 millones de pesos por cada uno, otorgado por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), junto con sus ahorros, para la construcción de vivienda en sitio propio.
Cerca de cumplir 50 años, Gusmán Martínez es un entusiasmado y creyente de la vida y de la paz. No oculta la emoción cuando cuenta cómo trabajaron para materializar el hogar que lo recibe cada vez que ‘baja’ de su finca.
“Empezamos con lo logrado en las cosechas de frijol. Conseguimos el terreno para cumplir los requisitos para recibir la asignación del Gobierno, que nos permitió comprar materiales de construcción”, señaló Martínez.
Desde enero de 2021, Martínez y el maestro de obra que contrató trabajaron juntos para construir la casa. Hoy se muestra alegre en su vivienda terminada, de la que podría decirse que se encuentra en ‘obra blanca’, pues la fachada, la sala, la cocina y el cuarto, están estucados de color blanco.
Ahora están concentrados en los detalles y ampliación. Según cuenta Gusmán Martínez, tienen pensado construir una habitación adicional para recibir visitas, un quiosco en el frente de la casa para reuniones sociales y un garaje para guardar el carro en el que viaja desde y hacia su finca.
A su lado, Carmenza Ipuana, compañera de camino, reconoce que la llena de orgullo lo logrado juntos. “A todos nos gustaría tener casa propia. Es grato tener mi casa, poder decir esto es mío. Gracias a la ARN por el apoyo, siempre nos colaboraron”, indicó Ipuana.
Con historias como la suya, se busca generar mayor confianza en la población para consolidar la reincorporación en la región Caribe. “Seguimos avanzando de la mano con las personas que hacen su tránsito a la legalidad y con el compromiso del Gobierno de gestionar y acompañar el acceso a vivienda en los suelos urbano y rural del país, ubicados por fuera de los antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), para el arraigo de los excombatientes en el marco de la política de Paz con Legalidad del presidente Iván Duque”, explicó Andrés Felipe Stapper Segrera, director de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
Mientras Gusmán dedica su vida al campo, específicamente a la siembra de frijol, café, plátano y cría de animales, Carmenza Ipuana cursa quinto semestre de Licenciatura en Pedagogía Infantil en la Universidad Nacional Abierta y Distancia, UNAD.
Carmenza y Gusmán hacen parte de las cerca de 13 mil personas que avanzan con compromiso en su proceso de reincorporación. Ella sueña con ser profesora una vez termine su profesión y Martínez con inaugurar una comercializadora de frijol en el municipio.
“Tenemos dos cosechas de frijol al año. Actualmente estoy recogiendo la segunda, que la sembré entre octubre y noviembre. Esta cosecha la vendo en Valledupar porque aquí no hay comercializadora. Acá tocaría venderla a menor valor a los acaparadores”, relata Martínez.
“Yo quisiera construir una compra y venta de frijol, que se convierta en un referente comercial en la región”, agregó. Para ello, iniciará acondicionando en su casa una pequeña bodega donde pueda guardar el frijol que recoge dos veces al año. Como ellos, cumpliendo con lo pactado, más de 8.400 personas en reincorporación han recibido el beneficio económico que entrega el Gobierno para que desarrollen sus proyectos productivos o mejoren las condiciones de vivienda.
Cerca de cumplir 50 años, Gusmán Martínez es un entusiasmado y creyente de la vida y de la paz. No oculta la emoción cuando cuenta cómo trabajaron para materializar el hogar que lo recibe cada vez que ‘baja’ de su finca.
Esta es la historia de Gusmán Elías Martínez y Carmenza Ipuana. La pareja, que adelanta su proceso de reincorporación en un municipio del sur del departamento de La Guajira, hizo realidad este sueño luego de destinar el beneficio económico de 8 millones de pesos por cada uno, otorgado por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), junto con sus ahorros, para la construcción de vivienda en sitio propio.
Cerca de cumplir 50 años, Gusmán Martínez es un entusiasmado y creyente de la vida y de la paz. No oculta la emoción cuando cuenta cómo trabajaron para materializar el hogar que lo recibe cada vez que ‘baja’ de su finca.
“Empezamos con lo logrado en las cosechas de frijol. Conseguimos el terreno para cumplir los requisitos para recibir la asignación del Gobierno, que nos permitió comprar materiales de construcción”, señaló Martínez.
Desde enero de 2021, Martínez y el maestro de obra que contrató trabajaron juntos para construir la casa. Hoy se muestra alegre en su vivienda terminada, de la que podría decirse que se encuentra en ‘obra blanca’, pues la fachada, la sala, la cocina y el cuarto, están estucados de color blanco.
Ahora están concentrados en los detalles y ampliación. Según cuenta Gusmán Martínez, tienen pensado construir una habitación adicional para recibir visitas, un quiosco en el frente de la casa para reuniones sociales y un garaje para guardar el carro en el que viaja desde y hacia su finca.
A su lado, Carmenza Ipuana, compañera de camino, reconoce que la llena de orgullo lo logrado juntos. “A todos nos gustaría tener casa propia. Es grato tener mi casa, poder decir esto es mío. Gracias a la ARN por el apoyo, siempre nos colaboraron”, indicó Ipuana.
Con historias como la suya, se busca generar mayor confianza en la población para consolidar la reincorporación en la región Caribe. “Seguimos avanzando de la mano con las personas que hacen su tránsito a la legalidad y con el compromiso del Gobierno de gestionar y acompañar el acceso a vivienda en los suelos urbano y rural del país, ubicados por fuera de los antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), para el arraigo de los excombatientes en el marco de la política de Paz con Legalidad del presidente Iván Duque”, explicó Andrés Felipe Stapper Segrera, director de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
Mientras Gusmán dedica su vida al campo, específicamente a la siembra de frijol, café, plátano y cría de animales, Carmenza Ipuana cursa quinto semestre de Licenciatura en Pedagogía Infantil en la Universidad Nacional Abierta y Distancia, UNAD.
Carmenza y Gusmán hacen parte de las cerca de 13 mil personas que avanzan con compromiso en su proceso de reincorporación. Ella sueña con ser profesora una vez termine su profesión y Martínez con inaugurar una comercializadora de frijol en el municipio.
“Tenemos dos cosechas de frijol al año. Actualmente estoy recogiendo la segunda, que la sembré entre octubre y noviembre. Esta cosecha la vendo en Valledupar porque aquí no hay comercializadora. Acá tocaría venderla a menor valor a los acaparadores”, relata Martínez.
“Yo quisiera construir una compra y venta de frijol, que se convierta en un referente comercial en la región”, agregó. Para ello, iniciará acondicionando en su casa una pequeña bodega donde pueda guardar el frijol que recoge dos veces al año. Como ellos, cumpliendo con lo pactado, más de 8.400 personas en reincorporación han recibido el beneficio económico que entrega el Gobierno para que desarrollen sus proyectos productivos o mejoren las condiciones de vivienda.