Para el año 1952 llegó a la población de La Paz, Cesar, el médico Manuel Zapata Olivella a cumplir su misión como galeno rural. Llegó junto con su hermana la folclorista, bailarina e instructora de danzas, Delia Zapata Olivela, se hospedaban en el famoso Hotel Las Américas del sanjuanero Francisco ‘Pacho’ Mendoza, quien le puso el nombre al sitio en honor a su mujer. Allí se reunían personalidades celebres, políticos, ganaderos, intelectuales, por ahí pasaron ‘Gabo’, Escalona, Tobías Pumarejo, Guillermo Buitrago, los López, Luis Enrique Martínez, ‘Colacho’, Emiliano, Leandro y lógicamente los Zapata Olivella.

Manuel Zapata Olivella era cordobés, antropólogo, médico y escritor, en esa población conoció a la distinguida dama pacifica María Pérez, con la que tuvo dos hijas. Tras la ruptura de la relación por la trashumancia de Zapata, María se unió a Teobaldo Canales, hermano del famoso personaje de la canción de Escalona, Miguel Canales.

Los hermanos Zapata Olivella por la visión antropológica de Manuel y el olfato folclorista de Delia, extendieron invitación a una delegación folclórica de la comarca para un recorrido musical por todo el país, fue la primera vez que músicos de la región salían de gira por toda la nación, fueron convocados el ‘clarín’ de La Paz, Dagoberto López; también de esa población Juan López; de Manaure, Juan Manuel Muegues; recomendado por Escalona, Juan Crisóstomo Ramos, conocido como ‘Pichocho’, reconocido cajero y el decimero Antonio Morales, ambos de San Diego de las Flores; músicos de otras partes de Colombia hicieron parte de esta gira musical, Los Gaiteros de San Jacinto, ‘Toño’ Fernández, Leonor González Mina, Andrés Guerra Landero, entre otros.

La excursión musical partió de La Paz rumbo a Fundación para llegar a Barranquilla y partir a Bogotá, lograron presentarse en el Teatro Colón, en el coliseo la media torta, allí en la capital fueron puestos presos por escándalo público cuando le daban serenata a un amigo de la región por extenderse en el tiempo y bebidas alcohólicas.

Visitaron el eje cafetero, Manizales, Armenia, la diversidad musical llegaba acaparar la atención de los pocos asistentes a esta muestra musical, con muchos esfuerzos lograron embarcarse en el extinto tren que los llevó a Cali, allí la delegación llegó mermada, no se sentían cómodos, Zapata estaba totalmente desorientado por las limitaciones económicas de la excursión musical, programaban sus presentaciones en los teatros o plazas de cada localidad sin la respectiva promoción, las mayoría de las veces no lograban recaudar el dinero para pagar hotel, alimentación y transporte, la nostalgia, pobreza en que transcurría la gira, además de la lejanía la tierra, los abatía.

Las comidas, la cultura llevó a integrantes de la delegación a desertar del periplo musical a medio camino, con el cual los hermanos Zapata pensaban mostrar la diversidad cultural del Caribe y Pacífico colombiano en todo el país, fue una aventura quijotesca, no contaban con apoyo oficial, de esta excursión musical quedó como testimonio la canción del manaurero Juan Manuel Muegues, ‘La gira’, grabada por Jorge Oñate y el acordeón de Emilianito Zuleta.

Por Celso Guerra Gutiérrez