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Columnista - 19 julio, 2022

La ganadería colombiana ¿Realidad desconocida o distorsionada?

La realidad de las cifras nos indica que esta actividad que genera leche y carne, dos alimentos primordiales en la canasta familiar

Gran preocupación, entre los productores ganaderos, ha generado las diferentes propuestas expresadas por futuros funcionarios públicos, las cuales desconocen la realidad de la actividad ganadera en nuestro país, o conociéndola, intencionalmente pretenden distorsionar el desarrollo y la práctica de este importante renglón de la economía.

Soportado en las cifras de la ganadería, que conforman los archivos y registros de vacunación contra la fiebre aftosa que posee el Instituto Colombiano Agropecuario y FEDEGAN, archivos que se actualizan cada seis meses en los predios rurales ganaderos, pretendo hacer claridad en la opinión pública sobre la realidad de los siguientes temas:

1.- En el país existe un grupo de personas que con intereses e intenciones confusos se han dedicado a pregonar y difundir entre la población, que toda persona vinculada a la actividad ganadera “es terrateniente, es evasor de impuestos y es una persona pudiente”, afirmaciones que aquellas personas que no conocen la realidad de esta actividad, les creen y repiten. Cuando se revisa las cifras relacionadas anteriormente, encuentra uno que la ganadería bovina colombiana, posee 29’301.392 bovinos y como actividad económica se realiza en 633.841 predios rurales, los cuales, según el número de reses que los ocupa, se clasifican así: 509.317 predios corresponden a pequeños productores que poseen entre 1 y 50 bovinos, cifra que representa el 80,4% del total de los predios utilizados; 61.694 fincas albergan entre 51 y 100 cabezas de ganado, representan el 9,7% y también son catalogados como pequeños productores; en 55.873 predios se manejan entre 101 y 500 reses y representa el 8,8% del total y se clasifican como medianos productores; y grandes productores, ocupan 6.957 predios rurales, cifra que representa el 1,1% del total de predios, con este grupo pretenden igualar a todo el que ejercite la actividad ganadera. 

La realidad de las cifras nos indica que esta actividad que genera leche y carne, dos alimentos primordiales en la canasta familiar, es desarrollada mayoritariamente por pequeños productores que en su mayoría no son adinerados ni pudientes, son personas entregadas a esta actividad que legalmente no se desarrolla de la noche a la mañana, normalmente requiere de la dedicación de varias generaciones en cada familia ganadera para vivir de ella y ofrecer el beneficio de la alimentación básica a la población. 

Finalmente para desvirtuar la desinformación de la evasión de impuestos es primordial resaltar que cualquier ganadero paga impuesto predial por su finca al municipio donde se ubica, paga los servicios públicos cuando se le prestan, incluido el alumbrado público inexistente en los predios rurales, paga impuestos de renta cuando los parámetros productivos lo amerita, paga impuesto de degüello, paga IVA y Retención en la fuente, a través de la compra de los insumos requeridos en su actividad, paga por las guías de movilización de sus ganados, aporta a los fondos parafiscales creados para beneficio de la ganadería, etc.

2.- El uso de la tierra en ganadería es necesario disminuirla y destinarla a la agricultura, es cierto que la ganadería se desarrolla de forma extensiva, pero no en su totalidad, ¿cómo se va a realizar ese cambio?, es importante saberlo ya, el área ganadera utilizada se puede disminuir, incrementando el número de unidades de  gran ganado (U:G:G) por hectárea, pero para tal fin se requiere de políticas definidas y claras que incluyan el mejoramiento de vías terciarias, energía, comunicación, cosecha de agua, seguridad, asistencia técnica capacitante, comercialización con poca intermediación y créditos de fácil acceso y tasas y periodos de pago acordes a los parámetros propios de la actividad.

3.- Finalmente, se plantea la posibilidad de establecer un impuesto $15.000 mensuales por bovino, propuesta contraria a la intención de financiar la renta básica de personas de más escasos recursos, circunstancia esta de fácil demostración analizando las cifras reales e intencionalmente desconocidas del sector ganadero; un ganadero pequeño que hace parte del 80,4%, maneja en promedio 49 hectáreas en las que apasta 42 reses adultas, de las cuales ordeña 19, que en la ganadería doble propósito, la de mayor porcentaje de realización, produce aproximadamente $1’500.000 mensuales por venta de leche y por concepto de este impuesto pagaría $870.000, es decir, para el sustento familiar y sostenimiento de la actividad solo dispondría de $630.000, el 63% del salario mínimo legal vigente. Si será lógico y adecuado o se intenta acabar con la ganadería y el bienestar mínimo de ese porcentaje de familias ganaderas. [email protected]

Columnista
19 julio, 2022

La ganadería colombiana ¿Realidad desconocida o distorsionada?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Araujo Castro

La realidad de las cifras nos indica que esta actividad que genera leche y carne, dos alimentos primordiales en la canasta familiar


Gran preocupación, entre los productores ganaderos, ha generado las diferentes propuestas expresadas por futuros funcionarios públicos, las cuales desconocen la realidad de la actividad ganadera en nuestro país, o conociéndola, intencionalmente pretenden distorsionar el desarrollo y la práctica de este importante renglón de la economía.

Soportado en las cifras de la ganadería, que conforman los archivos y registros de vacunación contra la fiebre aftosa que posee el Instituto Colombiano Agropecuario y FEDEGAN, archivos que se actualizan cada seis meses en los predios rurales ganaderos, pretendo hacer claridad en la opinión pública sobre la realidad de los siguientes temas:

1.- En el país existe un grupo de personas que con intereses e intenciones confusos se han dedicado a pregonar y difundir entre la población, que toda persona vinculada a la actividad ganadera “es terrateniente, es evasor de impuestos y es una persona pudiente”, afirmaciones que aquellas personas que no conocen la realidad de esta actividad, les creen y repiten. Cuando se revisa las cifras relacionadas anteriormente, encuentra uno que la ganadería bovina colombiana, posee 29’301.392 bovinos y como actividad económica se realiza en 633.841 predios rurales, los cuales, según el número de reses que los ocupa, se clasifican así: 509.317 predios corresponden a pequeños productores que poseen entre 1 y 50 bovinos, cifra que representa el 80,4% del total de los predios utilizados; 61.694 fincas albergan entre 51 y 100 cabezas de ganado, representan el 9,7% y también son catalogados como pequeños productores; en 55.873 predios se manejan entre 101 y 500 reses y representa el 8,8% del total y se clasifican como medianos productores; y grandes productores, ocupan 6.957 predios rurales, cifra que representa el 1,1% del total de predios, con este grupo pretenden igualar a todo el que ejercite la actividad ganadera. 

La realidad de las cifras nos indica que esta actividad que genera leche y carne, dos alimentos primordiales en la canasta familiar, es desarrollada mayoritariamente por pequeños productores que en su mayoría no son adinerados ni pudientes, son personas entregadas a esta actividad que legalmente no se desarrolla de la noche a la mañana, normalmente requiere de la dedicación de varias generaciones en cada familia ganadera para vivir de ella y ofrecer el beneficio de la alimentación básica a la población. 

Finalmente para desvirtuar la desinformación de la evasión de impuestos es primordial resaltar que cualquier ganadero paga impuesto predial por su finca al municipio donde se ubica, paga los servicios públicos cuando se le prestan, incluido el alumbrado público inexistente en los predios rurales, paga impuestos de renta cuando los parámetros productivos lo amerita, paga impuesto de degüello, paga IVA y Retención en la fuente, a través de la compra de los insumos requeridos en su actividad, paga por las guías de movilización de sus ganados, aporta a los fondos parafiscales creados para beneficio de la ganadería, etc.

2.- El uso de la tierra en ganadería es necesario disminuirla y destinarla a la agricultura, es cierto que la ganadería se desarrolla de forma extensiva, pero no en su totalidad, ¿cómo se va a realizar ese cambio?, es importante saberlo ya, el área ganadera utilizada se puede disminuir, incrementando el número de unidades de  gran ganado (U:G:G) por hectárea, pero para tal fin se requiere de políticas definidas y claras que incluyan el mejoramiento de vías terciarias, energía, comunicación, cosecha de agua, seguridad, asistencia técnica capacitante, comercialización con poca intermediación y créditos de fácil acceso y tasas y periodos de pago acordes a los parámetros propios de la actividad.

3.- Finalmente, se plantea la posibilidad de establecer un impuesto $15.000 mensuales por bovino, propuesta contraria a la intención de financiar la renta básica de personas de más escasos recursos, circunstancia esta de fácil demostración analizando las cifras reales e intencionalmente desconocidas del sector ganadero; un ganadero pequeño que hace parte del 80,4%, maneja en promedio 49 hectáreas en las que apasta 42 reses adultas, de las cuales ordeña 19, que en la ganadería doble propósito, la de mayor porcentaje de realización, produce aproximadamente $1’500.000 mensuales por venta de leche y por concepto de este impuesto pagaría $870.000, es decir, para el sustento familiar y sostenimiento de la actividad solo dispondría de $630.000, el 63% del salario mínimo legal vigente. Si será lógico y adecuado o se intenta acabar con la ganadería y el bienestar mínimo de ese porcentaje de familias ganaderas. [email protected]