La Fundación Dar trabaja desde hace dos años por los niños enfermos de cáncer en la ciudad de Valledupar, a través de tres programas que han denominado: Plan Padrino, Sonrisas de Amor y el Voluntariado.
La Fundación Dar trabaja desde hace dos años por los niños enfermos de cáncer en la ciudad de Valledupar, a través de tres programas que han denominado: Plan Padrino, Sonrisas de Amor y el Voluntariado.
“El Programa Sonrisas de Amor consiste en llevar a los niños experiencias inolvidables a través de actividades recreativas y de esparcimiento”, explicó María Ángela Molina, directora de la Fundación.
Los miembros de la organización visitan diferentes centros asistenciales, pabellones pediátricos y oncológicos, logrando con estos ejercicios “hacer vivir momentos inolvidables a los niños, que no sea solamente el proceso de su enfermedad sino que ellos tengan experiencias diferentes”, expresó Molina.
La Fundación nació de la iniciativa de brindarles a los pequeños pacientes más esperanzas de vida plena y alegre, porque aunque el estado le aporta al niño en cuanto a su enfermedad, la asistencia médica y medicamentos, hace falta. “Esa parte íntima con el niño, con su entorno familiar, entonces nació de nosotros crear la Fundación Dar, para dar alegría y momentos únicos a nuestros niños”, acotó la directora de la institución.
Añadió además que su misión se basa en la construcción de una casa hogar para que los infantes que asistan desde otras poblaciones vecinas a la ciudad de Valledupar “tengan donde llegar y recibir de parte de nosotros como fundación amor, atención y la parte espiritual que es lo más importante de nuestro trabajo”.
La iniciativa surgió a través de la experiencia que se tuvo con una niña en condiciones vulnerables, que padecía la enfermedad, durante una de las actividades realizadas por la Fundación. “Nos sensibilizó tanto su condición que decidimos de verdad enfocarnos en esa población”, informó María Angela Molina.
Actualmente es la única fundación que hace parte del Consejo Asesor de Cáncer Infantil del departamento, que se encuentra trabajando de la mano con la Gobernación del Cesar y el ICBF, un delegado de la Secretaría de Salud departamental y la Secretaría de Educación.
Entre las tareas pendientes se destaca hacer un trabajo de incidencia legal, para que la ley que se aprobó para defender los derechos de los niños y niñas que padecen esta enfermedad se cumplan, “que ellos reciban a cabalidad, como dice la ley, sus derechos, que no les sean vulnerados sus derechos”.
Por el momento se encuentran caracterizados 16 niños adscritos a la Fundación, a los que les ofrecieron una jornada recreativa. “Sus rostros describían todo lo que su interior estaban sintiendo, estaban felices. Sus mismos papás nos agradecían porque hace mucho tiempo no veían a sus hijos tan alegres”.
Por Eduardo Moscote
[email protected]
La Fundación Dar trabaja desde hace dos años por los niños enfermos de cáncer en la ciudad de Valledupar, a través de tres programas que han denominado: Plan Padrino, Sonrisas de Amor y el Voluntariado.
La Fundación Dar trabaja desde hace dos años por los niños enfermos de cáncer en la ciudad de Valledupar, a través de tres programas que han denominado: Plan Padrino, Sonrisas de Amor y el Voluntariado.
“El Programa Sonrisas de Amor consiste en llevar a los niños experiencias inolvidables a través de actividades recreativas y de esparcimiento”, explicó María Ángela Molina, directora de la Fundación.
Los miembros de la organización visitan diferentes centros asistenciales, pabellones pediátricos y oncológicos, logrando con estos ejercicios “hacer vivir momentos inolvidables a los niños, que no sea solamente el proceso de su enfermedad sino que ellos tengan experiencias diferentes”, expresó Molina.
La Fundación nació de la iniciativa de brindarles a los pequeños pacientes más esperanzas de vida plena y alegre, porque aunque el estado le aporta al niño en cuanto a su enfermedad, la asistencia médica y medicamentos, hace falta. “Esa parte íntima con el niño, con su entorno familiar, entonces nació de nosotros crear la Fundación Dar, para dar alegría y momentos únicos a nuestros niños”, acotó la directora de la institución.
Añadió además que su misión se basa en la construcción de una casa hogar para que los infantes que asistan desde otras poblaciones vecinas a la ciudad de Valledupar “tengan donde llegar y recibir de parte de nosotros como fundación amor, atención y la parte espiritual que es lo más importante de nuestro trabajo”.
La iniciativa surgió a través de la experiencia que se tuvo con una niña en condiciones vulnerables, que padecía la enfermedad, durante una de las actividades realizadas por la Fundación. “Nos sensibilizó tanto su condición que decidimos de verdad enfocarnos en esa población”, informó María Angela Molina.
Actualmente es la única fundación que hace parte del Consejo Asesor de Cáncer Infantil del departamento, que se encuentra trabajando de la mano con la Gobernación del Cesar y el ICBF, un delegado de la Secretaría de Salud departamental y la Secretaría de Educación.
Entre las tareas pendientes se destaca hacer un trabajo de incidencia legal, para que la ley que se aprobó para defender los derechos de los niños y niñas que padecen esta enfermedad se cumplan, “que ellos reciban a cabalidad, como dice la ley, sus derechos, que no les sean vulnerados sus derechos”.
Por el momento se encuentran caracterizados 16 niños adscritos a la Fundación, a los que les ofrecieron una jornada recreativa. “Sus rostros describían todo lo que su interior estaban sintiendo, estaban felices. Sus mismos papás nos agradecían porque hace mucho tiempo no veían a sus hijos tan alegres”.
Por Eduardo Moscote
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