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Editorial - 22 diciembre, 2019

La explosión turística del Cacique de la Junta

#Editorial | Diciembre, Valledupar, música vallenata y Diomedes Díaz son cuatro conceptos que unidos forman una fiesta cultural tan atractiva para decenas de miles de personas que no dudan en venir a disfrutar de nuestro clima en estas fechas.

Diciembre, Valledupar, música vallenata y Diomedes Díaz son cuatro conceptos que unidos forman una fiesta cultural tan atractiva para decenas de miles de personas que no dudan en venir a disfrutar de nuestro clima en estas fechas.

Escuchar ‘Las cuatro fiestas’ en la voz de Diomedes Díaz a la orilla del río Guatapurí en vísperas de Navidad es uno de los planes que más atrae turistas del país a la capital del Cesar.

Justamente transitamos esas fechas hacia un fin de año con nuevos propósitos y entraremos inmediatamente al aniversario de Valledupar, época de explosión cultural en torno a la fundación de este municipio representativo de Colombia.

Pero mientras esto llega, hoy conmemoramos un año más de la partida hacia la eternidad de Diomedes Díaz Maestre, ‘el Cacique de La Junta’, el cantautor más representativo de la música vallenata, que aún después de fallecido genera enormes dividendos por regalías musicales, reproducciones y descargas de plataformas o streaming, y muchísimo turismo en los lugares por los cuales caminó y dejó huellas visibles, como La Junta, su pueblo natal, y la ‘Banca del Cacique’, un monumento ubicado en la glorieta Los Juglares, al pie del balneario Hurtado de Valledupar, que se ha convertido y mantenido como uno de los sitios más visitados del Caribe, indiscutiblemente.

El turismo que genera la cultura vallenata, y con esto nos referimos a la música, danzas, lugares, personas, es una fuente increíble de desarrollo, el sector de la economía del cual se habla cada día más, y Valledupar es cuna.

Por eso un día como hoy es muestra increíblemente probada del potencial turístico alrededor de los factores culturales que poseemos.

Invitamos a todos los habitantes de Valledupar a disfrutar de lo propio con el amor y asombro con el que disfrutan los turistas, a los cuales les damos la bienvenida cordial.

Su visita nos complace, su calidez humana nos alegra. Los turistas, visitantes de diferentes latitudes, de idiosincrasia distinta, acentos, son parte fundamental de esta fiesta cultural amenizada con las canciones y la voz de Diomedes Díaz, ‘el ídolo de las multitudes’.

También invitamos a aquellos que se preparan para gobernar que, en medio de la algarabía y la fiesta, dimensionen el motor económico contenido en esa euforia colectiva.

Que sirva todo el bullicio, el ajetreo, para ver más allá del disfrute espontáneo y comprender que la palabra Diomedes Díaz es una marca garantizada, que Valledupar lo es también y que, por ejemplo, cada esquina del centro histórico es un epicentro de desarrollo territorial a partir de su riqueza cultural, que da como resultado el beneficio de los pueblos.

Hoy, además de recordar la partida triste de Diomedes, le agradecemos a ese cantor campesino su legado.

Editorial
22 diciembre, 2019

La explosión turística del Cacique de la Junta

#Editorial | Diciembre, Valledupar, música vallenata y Diomedes Díaz son cuatro conceptos que unidos forman una fiesta cultural tan atractiva para decenas de miles de personas que no dudan en venir a disfrutar de nuestro clima en estas fechas.


Diciembre, Valledupar, música vallenata y Diomedes Díaz son cuatro conceptos que unidos forman una fiesta cultural tan atractiva para decenas de miles de personas que no dudan en venir a disfrutar de nuestro clima en estas fechas.

Escuchar ‘Las cuatro fiestas’ en la voz de Diomedes Díaz a la orilla del río Guatapurí en vísperas de Navidad es uno de los planes que más atrae turistas del país a la capital del Cesar.

Justamente transitamos esas fechas hacia un fin de año con nuevos propósitos y entraremos inmediatamente al aniversario de Valledupar, época de explosión cultural en torno a la fundación de este municipio representativo de Colombia.

Pero mientras esto llega, hoy conmemoramos un año más de la partida hacia la eternidad de Diomedes Díaz Maestre, ‘el Cacique de La Junta’, el cantautor más representativo de la música vallenata, que aún después de fallecido genera enormes dividendos por regalías musicales, reproducciones y descargas de plataformas o streaming, y muchísimo turismo en los lugares por los cuales caminó y dejó huellas visibles, como La Junta, su pueblo natal, y la ‘Banca del Cacique’, un monumento ubicado en la glorieta Los Juglares, al pie del balneario Hurtado de Valledupar, que se ha convertido y mantenido como uno de los sitios más visitados del Caribe, indiscutiblemente.

El turismo que genera la cultura vallenata, y con esto nos referimos a la música, danzas, lugares, personas, es una fuente increíble de desarrollo, el sector de la economía del cual se habla cada día más, y Valledupar es cuna.

Por eso un día como hoy es muestra increíblemente probada del potencial turístico alrededor de los factores culturales que poseemos.

Invitamos a todos los habitantes de Valledupar a disfrutar de lo propio con el amor y asombro con el que disfrutan los turistas, a los cuales les damos la bienvenida cordial.

Su visita nos complace, su calidez humana nos alegra. Los turistas, visitantes de diferentes latitudes, de idiosincrasia distinta, acentos, son parte fundamental de esta fiesta cultural amenizada con las canciones y la voz de Diomedes Díaz, ‘el ídolo de las multitudes’.

También invitamos a aquellos que se preparan para gobernar que, en medio de la algarabía y la fiesta, dimensionen el motor económico contenido en esa euforia colectiva.

Que sirva todo el bullicio, el ajetreo, para ver más allá del disfrute espontáneo y comprender que la palabra Diomedes Díaz es una marca garantizada, que Valledupar lo es también y que, por ejemplo, cada esquina del centro histórico es un epicentro de desarrollo territorial a partir de su riqueza cultural, que da como resultado el beneficio de los pueblos.

Hoy, además de recordar la partida triste de Diomedes, le agradecemos a ese cantor campesino su legado.