Tremenda confusión genera la estratificación social provisional aprobada por el Concejo en este POT por su ineficaz método para clasificar los tratamientos urbanísticos y establecer parámetros diferenciales que determinaron los valores de las cargas urbanísticas y de expensas. En Valledupar se le asignó el estrato 6, el más alto nivel, al barrio Novalito, solo por […]
Tremenda confusión genera la estratificación social provisional aprobada por el Concejo en este POT por su ineficaz método para clasificar los tratamientos urbanísticos y establecer parámetros diferenciales que determinaron los valores de las cargas urbanísticas y de expensas.
En Valledupar se le asignó el estrato 6, el más alto nivel, al barrio Novalito, solo por tener un uso exclusivamente residencial y por este supuesto hecho, la Administración Municipal le exigió a sus habitantes en compensación, los más onerosos impuestos sin justificar su cobro para cubrir el subsidio concedido a los servicios públicos de los estratos más bajos.
Recuerdo que cuando se aprobó la protección de inmuebles de interés histórico y cultural hubo solicitudes a la Administración para que se protegiera también al barrio Novalito y se le asignara un tratamiento de conservación como patrimonio arquitectónico de la ciudad por tener un práctico diseño urbanístico en lo que se refiere al acceso inmediato a vías principales, sus amplios antejardines, espacio público con valiosa arborización y poseer algunas viviendas de la época con especial interés funcional y estético que merecían mostrarse y conservarse.
En esa época dicha zona tenía limitada la altura de edificaciones hasta cinco pisos, a pesar de haberse permitido las construcciones del edificio Dangond y del edificio Mattos ambos entre 8 y 10 pisos de altura. El índice de ocupación no pasaba del 40 % y como usos complementarios solo se aceptaban los jardines infantiles, consultorios médicos y otras actividades pasivas que en nada perjudicaban la tranquilidad del ambiente.
Pero llegó la modificación excepcional del POT del 2011 y contra todos los pronósticos el Concejo aprobó la liberación de las alturas de las edificaciones, dando inicio a la escalada de ofertas de viviendas para que a cambio se construyeran edificios de gran altura que alojarían decenas de familia, densificándose su población de manera exagerada sin mediar antes ninguna ampliación de los servicios públicos instalados. En esa época también por falta de control crecieron los jardines infantiles unificando otros predios para su anormal funcionamiento, se instalaron restaurantes y se habilitó un edificio residencial para una IPS, actividades que eran prohibidas en ese sector.
Ahora con la aprobación del POT vigente, la actividad de club social es prohibida, mientras que son permitidas las IPS, clínicas, hospitales, restaurantes, parqueos en altura y otras acciones comerciales consentidas en otros estratos. Así las cosas, se perdió el objetivo principal de la preferencia del uso residencial sobre los demás usos. El Concejo y las Administraciones acabaron con el barrio; mientras que al estrato 4 se le respetó su consolidación a los estratos 5 y 6 se les modificó su estructura urbana y funcional para darle paso a una densidad poblacional que vivirá peores problemas porque en todas partes se irá la luz con un relámpago, se irá el agua con un aguacero y con cualquier lluvia se rebosará su alcantarillado, se inundarán sus andenes y seguirán los robos y atracos todos los días; entonces quisiéramos saber ¿qué justifica la existencia de los estratos 5 y 6?
Tremenda confusión genera la estratificación social provisional aprobada por el Concejo en este POT por su ineficaz método para clasificar los tratamientos urbanísticos y establecer parámetros diferenciales que determinaron los valores de las cargas urbanísticas y de expensas. En Valledupar se le asignó el estrato 6, el más alto nivel, al barrio Novalito, solo por […]
Tremenda confusión genera la estratificación social provisional aprobada por el Concejo en este POT por su ineficaz método para clasificar los tratamientos urbanísticos y establecer parámetros diferenciales que determinaron los valores de las cargas urbanísticas y de expensas.
En Valledupar se le asignó el estrato 6, el más alto nivel, al barrio Novalito, solo por tener un uso exclusivamente residencial y por este supuesto hecho, la Administración Municipal le exigió a sus habitantes en compensación, los más onerosos impuestos sin justificar su cobro para cubrir el subsidio concedido a los servicios públicos de los estratos más bajos.
Recuerdo que cuando se aprobó la protección de inmuebles de interés histórico y cultural hubo solicitudes a la Administración para que se protegiera también al barrio Novalito y se le asignara un tratamiento de conservación como patrimonio arquitectónico de la ciudad por tener un práctico diseño urbanístico en lo que se refiere al acceso inmediato a vías principales, sus amplios antejardines, espacio público con valiosa arborización y poseer algunas viviendas de la época con especial interés funcional y estético que merecían mostrarse y conservarse.
En esa época dicha zona tenía limitada la altura de edificaciones hasta cinco pisos, a pesar de haberse permitido las construcciones del edificio Dangond y del edificio Mattos ambos entre 8 y 10 pisos de altura. El índice de ocupación no pasaba del 40 % y como usos complementarios solo se aceptaban los jardines infantiles, consultorios médicos y otras actividades pasivas que en nada perjudicaban la tranquilidad del ambiente.
Pero llegó la modificación excepcional del POT del 2011 y contra todos los pronósticos el Concejo aprobó la liberación de las alturas de las edificaciones, dando inicio a la escalada de ofertas de viviendas para que a cambio se construyeran edificios de gran altura que alojarían decenas de familia, densificándose su población de manera exagerada sin mediar antes ninguna ampliación de los servicios públicos instalados. En esa época también por falta de control crecieron los jardines infantiles unificando otros predios para su anormal funcionamiento, se instalaron restaurantes y se habilitó un edificio residencial para una IPS, actividades que eran prohibidas en ese sector.
Ahora con la aprobación del POT vigente, la actividad de club social es prohibida, mientras que son permitidas las IPS, clínicas, hospitales, restaurantes, parqueos en altura y otras acciones comerciales consentidas en otros estratos. Así las cosas, se perdió el objetivo principal de la preferencia del uso residencial sobre los demás usos. El Concejo y las Administraciones acabaron con el barrio; mientras que al estrato 4 se le respetó su consolidación a los estratos 5 y 6 se les modificó su estructura urbana y funcional para darle paso a una densidad poblacional que vivirá peores problemas porque en todas partes se irá la luz con un relámpago, se irá el agua con un aguacero y con cualquier lluvia se rebosará su alcantarillado, se inundarán sus andenes y seguirán los robos y atracos todos los días; entonces quisiéramos saber ¿qué justifica la existencia de los estratos 5 y 6?