La estigmatización consiste en suponer actitudes negativas en personas o grupos con el fin de ofender y a través de desprecios mostrar los prejuicios como prototipos para lograr un señalamiento injusto en la mayoría de los casos.

Es dañar el honor y dignidad, normalmente con aprovechamiento del sometimiento y el ataque con el insulto. La auto estigmatización en los sistemas políticos ventajistas basados en el desorden, se da con mucha frecuencia para lograr sacar beneficios, tanto personales como de grupos, usando con una habilidad pasmosa el engaño con premeditadas apariencias, y utilizando algunas características sociales como la religión o la raza para mostrarse como víctima ante la sociedad como justificación del fin propuesto.

Muchos aprovechan su condición racial, en especial cuando se pertenece a la raza blanca o negra, para especular, crear más resentimientos y solicitar misericordia ante la opinión pública, buscando envenenar el ambiente de los caminos que deben conducir a la reconciliación.

En la historia de la humanidad todas las razas en una u otra forma han sido sometidas a vejámenes e injusticias como la esclavitud, el poder dominante, la soberbia social de la aristocracia imperial y muchas más en la lucha desmedida del hombre irracional por la consecución del poder; entonces el ser negro o blanco o cobrizo o amarillo, no es una estigmatización ingerida para lograr un objetivo como está sucediendo con algunos funcionarios del actual sistema de gobierno, que a través de ellos, se trata de buscar adeptos y secuaces para trastornar el libre albedrío de las comunidades. 

No son tan idiotas, como algunos han pensado, los que por ejemplo se esconden bajo la humilde raza negra, para la práctica de la filosofía del pseudosocialismo y amarrarlo con el resentimiento, el enfrentamiento a través de la aversión de ricos y pobres y el desprecio social.

La estigmatización es el señalamiento negativo que marca a una persona por tener o vivir con una característica específica y en el caso de la política profesa del vandalismo y del desorden, aparecen los autos estigmatizantes que se valen irresponsablemente de los verdaderos valores humanos y características particulares de una raza, religión y en especial de la personalidad, para llevarse el trato diferenciado hacia esa persona auto estigmatizada. Se estigmatiza sobre la raza y en especial la negra como si se tratara de un mal o una mancha visible en el cuerpo y en el alma. 

Muchas veces, en su mayoría, no saben cuál es la diferencia entre discriminación y estigmatización y confunden la suposición con el comportamiento social y el manejo de la propia personalidad, considerándola de menor valía y en las escalas normales de unas jerarquías se niegan a reconocerlas dentro del orden universal.

La discriminación es el trato desigual de una persona para con otra, de una sociedad para con otra, tema muy superado por la opinión moderna y educada y que desde el punto de vista legal son conductas atípicas de la ignorancia y de los conglomerados llenos de antivalores y recelos de incompetencias, que solo generan resistencias y desgracias.

Discriminar es irrespetar la edad, el sexo, la raza, la religión, el género, la discapacidad a través del trato sin compasión, que desperdicia el talento humano que puede generar prosperidad y entendimiento y que, además, podría ampliar el trabajo decente y sus logros generales.

La discriminación destruye las oportunidades y desperdicia al hombre como humano; la estigmatización acaba con su dignidad, le pisotea el honor y la auto estigmatización solo busca misericordia para lograr un fin maldito.

La estigmatización supone y cae en la infamia, la discriminación lástima, ambas tienen un mismo lugar común, la ofensa; en lo primero se desprecia con o sin fundamento y es el manejo en que se basan los soberbios con poder, en lo segunda se hiere y maltrata y es el manejo de los hipócritas en una forma de gobierno muy especial, la autocracia.

El silencio es una opinión muy sabia y entendible, pero callar conduce a cohonestar con los traidores para con una sociedad. Las diferencias nunca nos separarán mientras exista sensibilidad social, entonces apreciaremos el color de la piel, el pelo, los ojos y las cualidades e imperfecciones de un ser humano, como algo insignificante y estoy seguro que solo seremos notables por las virtudes intrínsecas.

Por Fausto Cotes Núñez