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Columnista - 2 mayo, 2011

La edad de los reyes vallenatos

MISCELÁNEA Por Luis Augusto González Pimienta Cada vez los acordeoneros vallenatos saltan a la palestra más jóvenes. Aún imberbes se les ve desfilar por los escenarios, con su carga de sueños y su gesto prematuramente adusto. Es probable que sean dos los factores que incidan en ello: los prolongados y continuos desplazamientos geográficos y la […]

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MISCELÁNEA

Por Luis Augusto González Pimienta

Cada vez los acordeoneros vallenatos saltan a la palestra más jóvenes. Aún imberbes se les ve desfilar por los escenarios, con su carga de sueños y su gesto prematuramente adusto. Es probable que sean dos los factores que incidan en ello: los prolongados y continuos desplazamientos geográficos y la velocidad que le imprimen a su digitación en tarima por imposición del modernismo. En ambos casos, la juventud se impone y la mayoridad sucumbe.

Llama la atención el número de jóvenes que se inscriben para el concurso de acordeoneros profesionales en el Festival de La Leyenda Vallenata. Año tras año es mayor el número de chicos que aspiran a la ansiada corona, pues no hay duda de que es su plataforma de lanzamiento hacia el estrellato y la puerta de entrada a su bienestar económico. Obsérvese nada más a los cantantes consagrados rodeados de adolescentes que bien pudieran ser sus hijos. Es una constante. Oñate, Brito, Villazón, Manjarrés, por citar unos pocos, son ejemplo de ello.

Quien esto leyere podría pensar que el triunfo está reservado a la juventud. Pero no es así, en términos absolutos. Si bien son muchos los casos de intérpretes que obtuvieron el galardón antes de los treinta años, también los hubo de edad intermedia y unos más que lo lograron de edad avanzada, entendiendo por ello los que superan la barrera de los cincuenta años, como acaba de ocurrir con Almes Granados, un veterano que se preparó muy bien y tocó y cantó los cuatro aires musicales, alcanzando un merecido triunfo.

Para establecer el punto, hago el ejercicio de indicar en orden descendente de edad los diferentes ganadores en la categoría profesional, con la advertencia de que en el caso de quienes triunfaron varias veces, como Alfredo Gutiérrez, Julio Rojas, “Colacho” Mendoza, el “Cocha” Molina y Hugo Carlos Granados sólo les aparece la edad de su primer lauro.

Mayores de cincuenta años, tres reyes: Alberto Rada (54), Almes Granados (52) y Luis Enrique Martínez (50).

Más de cuarenta años, cinco reyes: Alejo Durán (49), Ciro Meza (49), Nafer Durán (44), Álvaro Meza (42) y Alberto Jamaica (41).

De treinta a cuarenta años, catorce reyes: Julio de la Ossa (39), Navín López (39), Calixto Ochoa (36), Alberto Pacheco (35), Alberto Villa (35), Miguel López (34), Nicolás “Colacho” Mendoza (34), Eliécer Ochoa (34), Fredy Sierra (34), Hugo Carlos Granados (33), Egidio Cuadrado (32), Alfredo Gutiérrez (31), Juan José Granados (31) y Egberto “El Debe” López (30).

Menores de treinta años, diez y seis reyes: Chema Ramos, hijo (29), Chema Ramos, padre (28), Luchito Daza (28), Rafael Salas (27), “Cocha” Molina (24), Julio Rojas (23), Raúl “El Chiche” Martínez (23), Álvaro López (23) Harold Rivera (23), Sergio Luis Rodríguez (23), Omar Geles (22), Julián Rojas (22), Orangel “El Pangue” Maestre (22), Cristian Camilo Peña (22), Juan David “El Pollito” Herrera (21) y Saúl Lallemand (20).

Hasta hace poco el mayor número de los triunfadores estaba en el rango de treinta a cuarenta años. Hoy en día está entre los menores de treinta.

El éxito alcanzado por Almes Granados, de la famosa dinastía mariangolera, representa  un alto en el camino de los reyes tiernos. Pero además deja puesta la plana de que los intérpretes deberían cantar todas las canciones, no una, como está reglamentado.

Columnista
2 mayo, 2011

La edad de los reyes vallenatos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Augusto González Pimienta

MISCELÁNEA Por Luis Augusto González Pimienta Cada vez los acordeoneros vallenatos saltan a la palestra más jóvenes. Aún imberbes se les ve desfilar por los escenarios, con su carga de sueños y su gesto prematuramente adusto. Es probable que sean dos los factores que incidan en ello: los prolongados y continuos desplazamientos geográficos y la […]


MISCELÁNEA

Por Luis Augusto González Pimienta

Cada vez los acordeoneros vallenatos saltan a la palestra más jóvenes. Aún imberbes se les ve desfilar por los escenarios, con su carga de sueños y su gesto prematuramente adusto. Es probable que sean dos los factores que incidan en ello: los prolongados y continuos desplazamientos geográficos y la velocidad que le imprimen a su digitación en tarima por imposición del modernismo. En ambos casos, la juventud se impone y la mayoridad sucumbe.

Llama la atención el número de jóvenes que se inscriben para el concurso de acordeoneros profesionales en el Festival de La Leyenda Vallenata. Año tras año es mayor el número de chicos que aspiran a la ansiada corona, pues no hay duda de que es su plataforma de lanzamiento hacia el estrellato y la puerta de entrada a su bienestar económico. Obsérvese nada más a los cantantes consagrados rodeados de adolescentes que bien pudieran ser sus hijos. Es una constante. Oñate, Brito, Villazón, Manjarrés, por citar unos pocos, son ejemplo de ello.

Quien esto leyere podría pensar que el triunfo está reservado a la juventud. Pero no es así, en términos absolutos. Si bien son muchos los casos de intérpretes que obtuvieron el galardón antes de los treinta años, también los hubo de edad intermedia y unos más que lo lograron de edad avanzada, entendiendo por ello los que superan la barrera de los cincuenta años, como acaba de ocurrir con Almes Granados, un veterano que se preparó muy bien y tocó y cantó los cuatro aires musicales, alcanzando un merecido triunfo.

Para establecer el punto, hago el ejercicio de indicar en orden descendente de edad los diferentes ganadores en la categoría profesional, con la advertencia de que en el caso de quienes triunfaron varias veces, como Alfredo Gutiérrez, Julio Rojas, “Colacho” Mendoza, el “Cocha” Molina y Hugo Carlos Granados sólo les aparece la edad de su primer lauro.

Mayores de cincuenta años, tres reyes: Alberto Rada (54), Almes Granados (52) y Luis Enrique Martínez (50).

Más de cuarenta años, cinco reyes: Alejo Durán (49), Ciro Meza (49), Nafer Durán (44), Álvaro Meza (42) y Alberto Jamaica (41).

De treinta a cuarenta años, catorce reyes: Julio de la Ossa (39), Navín López (39), Calixto Ochoa (36), Alberto Pacheco (35), Alberto Villa (35), Miguel López (34), Nicolás “Colacho” Mendoza (34), Eliécer Ochoa (34), Fredy Sierra (34), Hugo Carlos Granados (33), Egidio Cuadrado (32), Alfredo Gutiérrez (31), Juan José Granados (31) y Egberto “El Debe” López (30).

Menores de treinta años, diez y seis reyes: Chema Ramos, hijo (29), Chema Ramos, padre (28), Luchito Daza (28), Rafael Salas (27), “Cocha” Molina (24), Julio Rojas (23), Raúl “El Chiche” Martínez (23), Álvaro López (23) Harold Rivera (23), Sergio Luis Rodríguez (23), Omar Geles (22), Julián Rojas (22), Orangel “El Pangue” Maestre (22), Cristian Camilo Peña (22), Juan David “El Pollito” Herrera (21) y Saúl Lallemand (20).

Hasta hace poco el mayor número de los triunfadores estaba en el rango de treinta a cuarenta años. Hoy en día está entre los menores de treinta.

El éxito alcanzado por Almes Granados, de la famosa dinastía mariangolera, representa  un alto en el camino de los reyes tiernos. Pero además deja puesta la plana de que los intérpretes deberían cantar todas las canciones, no una, como está reglamentado.