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Columnista - 26 agosto, 2023

La economía: enfocada, pero no fuera de peligro

Recientemente, el DANE publicó el comportamiento de la economía del país para el segundo trimestre de 2023. Los signos del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano presenta sinsabores, el crecimiento de 0,3 % reafirma y concibe desaceleración económica.  Quiere decir que estamos en un periodo de tiempo en el que el crecimiento económico empieza a ser más lento comparándolo con periodos anteriores. 

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Recientemente, el DANE publicó el comportamiento de la economía del país para el segundo trimestre de 2023. Los signos del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano presenta sinsabores, el crecimiento de 0,3 % reafirma y concibe desaceleración económica.  Quiere decir que estamos en un periodo de tiempo en el que el crecimiento económico empieza a ser más lento comparándolo con periodos anteriores. 

El bajo crecimiento económico no es asunto exclusivo de Colombia, según las perspectivas del Fondo Monetario Internacional: “Se prevé que la economía mundial se desacelere este año, para luego repuntar el próximo. El crecimiento seguirá siendo históricamente flojo, debido a que la lucha contra la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania lastran la actividad”

Los registros frecuentes del Banco Mundial inherentes al comportamiento de la economía global comparten escenario con la pandemia de Covid 19, esta generó una onda expansiva que afectó a toda la economía mundial y desencadenó la mayor crisis en más de un siglo. 

Esto condujo a un aumento drástico de la desigualdad interna y entre los países. Las observaciones preliminares sugieren que la recuperación tras la crisis será tan desigual como sus impactos económicos iniciales: las economías emergentes y los grupos desfavorecidos necesitarán mucho más tiempo para sobreponerse a las pérdidas de ingresos y medios de vida causadas por la pandemia.

En la descripción de crecimiento económico revelada por el DANE, para el periodo en comento describe los sectores que contribuyeron de manera positiva y los que impulsaron la baja. Entre estos sobresale el sector de la construcción con una caída de -3,7 %.  El sector de la construcción está compuesto por dos subsectores: edificaciones, que hace referencia a las construcciones en altura que se categorizan de acuerdo con la destinación de su uso ocupacional e infraestructura, dedicada a la construcción de obras civiles. Este sector coadyuva pisando el acelerador de la economía y es un gran generador de empleo.  

En consecuencia, de la pandemia fue necesario inyectar una gigantesca cantidad de dinero a las economías del mundo. Los gobiernos mediante sus bancos centrales reconfiguraron la política monetaria para mitigar los estragos causados por la pandemia. Sin embargo, estas medidas fueron originando la aparición de un enemigo peligroso para todos: la inflación. Previa a la actual ola inflacionaria hubo una serie de causas que conspiraron con el equilibrio de la economía, entre ellos sobresalen los atascos en las cadenas de suministro lo cual provocó la “crisis de los contenedores”, la escasez de mano de obra en países desarrollados, la falta de semiconductores para fabricar carros, computadores o celulares, el aumento en el precio de la energía y de los alimentos y las devaluaciones de las monedas locales.  

Son varias las recetas para controlar la inflación: control de la cantidad de dinero en circulación, influenciar precios hacia la baja en el mediano y largo plazo a través del fomento a la competitividad y el control de precios, aumentar las tasas de interés para restringir la demanda, bajar los aranceles, entre otros. 

Subir las tasas de interés es el mecanismo monetario más usual en Colombia, pero esta fórmula disminuye la capacidad de gasto, aumenta el coste de los préstamos, y una reducción del consumo, la inversión, la producción y la demanda agregada, lo que implica una bajada de los precios, pero también genera disminución del empleo.

Las altas tasas de interés tienen afectado al subsector edificaciones, situación que preocupa a la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, con argumentos criteriosos respecto del programa “mi casa ya”, no obstante, a veces, soslayando el costo del dinero para los créditos hipotecarios, que en las actuales circunstancias resta importancia al subsidio y compromete con una deuda crediticia onerosa al beneficiario. No es de fácil digestión para los colombianos comprender los diferentes conceptos y actores económicos, asimismo, el marco económico global, por lo tanto, es impertinente mezclar estos temas con la política, sin que ello implique abandonar el criterio ni cierre de puertas de concertación con el gobierno nacional, para recuperar el sector de la construcción y la economía del país.      

Por: Luis Elquis Díaz

Columnista
26 agosto, 2023

La economía: enfocada, pero no fuera de peligro

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Recientemente, el DANE publicó el comportamiento de la economía del país para el segundo trimestre de 2023. Los signos del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano presenta sinsabores, el crecimiento de 0,3 % reafirma y concibe desaceleración económica.  Quiere decir que estamos en un periodo de tiempo en el que el crecimiento económico empieza a ser más lento comparándolo con periodos anteriores. 


Recientemente, el DANE publicó el comportamiento de la economía del país para el segundo trimestre de 2023. Los signos del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano presenta sinsabores, el crecimiento de 0,3 % reafirma y concibe desaceleración económica.  Quiere decir que estamos en un periodo de tiempo en el que el crecimiento económico empieza a ser más lento comparándolo con periodos anteriores. 

El bajo crecimiento económico no es asunto exclusivo de Colombia, según las perspectivas del Fondo Monetario Internacional: “Se prevé que la economía mundial se desacelere este año, para luego repuntar el próximo. El crecimiento seguirá siendo históricamente flojo, debido a que la lucha contra la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania lastran la actividad”

Los registros frecuentes del Banco Mundial inherentes al comportamiento de la economía global comparten escenario con la pandemia de Covid 19, esta generó una onda expansiva que afectó a toda la economía mundial y desencadenó la mayor crisis en más de un siglo. 

Esto condujo a un aumento drástico de la desigualdad interna y entre los países. Las observaciones preliminares sugieren que la recuperación tras la crisis será tan desigual como sus impactos económicos iniciales: las economías emergentes y los grupos desfavorecidos necesitarán mucho más tiempo para sobreponerse a las pérdidas de ingresos y medios de vida causadas por la pandemia.

En la descripción de crecimiento económico revelada por el DANE, para el periodo en comento describe los sectores que contribuyeron de manera positiva y los que impulsaron la baja. Entre estos sobresale el sector de la construcción con una caída de -3,7 %.  El sector de la construcción está compuesto por dos subsectores: edificaciones, que hace referencia a las construcciones en altura que se categorizan de acuerdo con la destinación de su uso ocupacional e infraestructura, dedicada a la construcción de obras civiles. Este sector coadyuva pisando el acelerador de la economía y es un gran generador de empleo.  

En consecuencia, de la pandemia fue necesario inyectar una gigantesca cantidad de dinero a las economías del mundo. Los gobiernos mediante sus bancos centrales reconfiguraron la política monetaria para mitigar los estragos causados por la pandemia. Sin embargo, estas medidas fueron originando la aparición de un enemigo peligroso para todos: la inflación. Previa a la actual ola inflacionaria hubo una serie de causas que conspiraron con el equilibrio de la economía, entre ellos sobresalen los atascos en las cadenas de suministro lo cual provocó la “crisis de los contenedores”, la escasez de mano de obra en países desarrollados, la falta de semiconductores para fabricar carros, computadores o celulares, el aumento en el precio de la energía y de los alimentos y las devaluaciones de las monedas locales.  

Son varias las recetas para controlar la inflación: control de la cantidad de dinero en circulación, influenciar precios hacia la baja en el mediano y largo plazo a través del fomento a la competitividad y el control de precios, aumentar las tasas de interés para restringir la demanda, bajar los aranceles, entre otros. 

Subir las tasas de interés es el mecanismo monetario más usual en Colombia, pero esta fórmula disminuye la capacidad de gasto, aumenta el coste de los préstamos, y una reducción del consumo, la inversión, la producción y la demanda agregada, lo que implica una bajada de los precios, pero también genera disminución del empleo.

Las altas tasas de interés tienen afectado al subsector edificaciones, situación que preocupa a la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, con argumentos criteriosos respecto del programa “mi casa ya”, no obstante, a veces, soslayando el costo del dinero para los créditos hipotecarios, que en las actuales circunstancias resta importancia al subsidio y compromete con una deuda crediticia onerosa al beneficiario. No es de fácil digestión para los colombianos comprender los diferentes conceptos y actores económicos, asimismo, el marco económico global, por lo tanto, es impertinente mezclar estos temas con la política, sin que ello implique abandonar el criterio ni cierre de puertas de concertación con el gobierno nacional, para recuperar el sector de la construcción y la economía del país.      

Por: Luis Elquis Díaz