El pasado 1 de febrero de 2017, los integrantes de las Farc debían estar en las 19 zonas veredales y siete puntos transitorios, pero el gobierno no cumplió con tener los sitios construidos.
En Pondores, una vereda del corregimiento de Conejo, jurisdicción de Fonseca, La Guajira, cerca de 300 guerrilleros de las Farc se concentrarán durante seis meses, en uno de los siete Puntos Transitorios de Normalización, para dejar las armas.
Aunque los integrantes de las Farc anunciaron el cumplimiento de “la palabra empeñada”, al reunirse en las Zonas Veredales, tal como lo había acordado el jefe negociador de la guerrilla en los diálogos de La Habana, ‘Iván Márquez’, el gobierno nacional no ha hecho la adecuación total de estos puntos de concentración.
En Pondores, guerrilleros de los bloques Martín Caballero y Caribe, se apartarán de las armas y buscarán los mecanismos para regresar a la sociedad civil. Acompañados por un grueso número de personalidades, las Farc buscan terminar el conflicto armando con el gobierno colombiano, que está punto a cumplir 53 años.
En el Punto Transitorio de La Guajira, Imelda Daza Cotes, vocera del nuevo movimiento ‘Voces de Paz y Reconciliación’, lamentó que el gobierno no hubiese cumplido con los compromisos de brindar las condiciones mínimas para convertir el sitio en una Zona de Transición.
“No creo que el proceso de paz tenga algún efecto por estas demoras del gobierno, no lo creo, la decisión de las Farc a cumplir y a llevar el proceso de paz es indeclinable y no es una infraestructura lo que desanimará ese proceso, incómoda, dificulta y demora, pero sin duda se puede superar y además sabemos que los guerrilleros son personas acostumbradas a superar dificultades. Ellos tienen la mejor voluntad de reconciliación con el país”, declaró Daza Cotes.
Por ahora, la queja de la guerrilla al llegar a los campos de agrupamiento es la misma: falta de garantía en la infraestructura, aunque se ven tablones para que la guerrilla construya sus alojamientos. También hay agua potable y un par de carpas. El primer día en Pondores durmieron sobre unas carpas en el monte, sin el fluido eléctrico en su totalidad instalado.
Según los cálculos del alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, de los 6.300 hombres de las Farc que se esperaba el ingreso a las zonas de concentración, 4.329 lo harían el miércoles anterior hacia los puntos acordados, mientras que los otros 2.000 se movilizarían entre ayer y hoy. La operación logística ha sido de tal envergadura que hasta el momento ha requerido 450 camionetas, 200 camperos, 120 camiones, 30 volquetas, 100 buses, 60 chivas, 80 lanchas, 35 mulas de carga, 10 tractores y más de 15.000 raciones de alimentos.
Imelda Daza Cotes lamentó que el gobierno no hubiese cumplido con los compromisos de brindar las condiciones mínimas para convertir a Pondores, en una Zona de Transición.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]
El pasado 1 de febrero de 2017, los integrantes de las Farc debían estar en las 19 zonas veredales y siete puntos transitorios, pero el gobierno no cumplió con tener los sitios construidos.
En Pondores, una vereda del corregimiento de Conejo, jurisdicción de Fonseca, La Guajira, cerca de 300 guerrilleros de las Farc se concentrarán durante seis meses, en uno de los siete Puntos Transitorios de Normalización, para dejar las armas.
Aunque los integrantes de las Farc anunciaron el cumplimiento de “la palabra empeñada”, al reunirse en las Zonas Veredales, tal como lo había acordado el jefe negociador de la guerrilla en los diálogos de La Habana, ‘Iván Márquez’, el gobierno nacional no ha hecho la adecuación total de estos puntos de concentración.
En Pondores, guerrilleros de los bloques Martín Caballero y Caribe, se apartarán de las armas y buscarán los mecanismos para regresar a la sociedad civil. Acompañados por un grueso número de personalidades, las Farc buscan terminar el conflicto armando con el gobierno colombiano, que está punto a cumplir 53 años.
En el Punto Transitorio de La Guajira, Imelda Daza Cotes, vocera del nuevo movimiento ‘Voces de Paz y Reconciliación’, lamentó que el gobierno no hubiese cumplido con los compromisos de brindar las condiciones mínimas para convertir el sitio en una Zona de Transición.
“No creo que el proceso de paz tenga algún efecto por estas demoras del gobierno, no lo creo, la decisión de las Farc a cumplir y a llevar el proceso de paz es indeclinable y no es una infraestructura lo que desanimará ese proceso, incómoda, dificulta y demora, pero sin duda se puede superar y además sabemos que los guerrilleros son personas acostumbradas a superar dificultades. Ellos tienen la mejor voluntad de reconciliación con el país”, declaró Daza Cotes.
Por ahora, la queja de la guerrilla al llegar a los campos de agrupamiento es la misma: falta de garantía en la infraestructura, aunque se ven tablones para que la guerrilla construya sus alojamientos. También hay agua potable y un par de carpas. El primer día en Pondores durmieron sobre unas carpas en el monte, sin el fluido eléctrico en su totalidad instalado.
Según los cálculos del alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, de los 6.300 hombres de las Farc que se esperaba el ingreso a las zonas de concentración, 4.329 lo harían el miércoles anterior hacia los puntos acordados, mientras que los otros 2.000 se movilizarían entre ayer y hoy. La operación logística ha sido de tal envergadura que hasta el momento ha requerido 450 camionetas, 200 camperos, 120 camiones, 30 volquetas, 100 buses, 60 chivas, 80 lanchas, 35 mulas de carga, 10 tractores y más de 15.000 raciones de alimentos.
Imelda Daza Cotes lamentó que el gobierno no hubiese cumplido con los compromisos de brindar las condiciones mínimas para convertir a Pondores, en una Zona de Transición.
Por Carlos Mario Jiménez
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