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Columnista - 15 octubre, 2021

La curva del peo

$65.000.000.000, sí, sesenta y cinco mil millones de pesos es bastante plata, da para regalarles a 65 mil personas $1 millón a cada uno. Es una suma considerable que Corpocesar anuncia que se van a gastar en la “recuperación” del otrora famoso e idílico río Cesar, el que Escalona cruzaba por el Puente del Salguero, […]

$65.000.000.000, sí, sesenta y cinco mil millones de pesos es bastante plata, da para regalarles a 65 mil personas $1 millón a cada uno. Es una suma considerable que Corpocesar anuncia que se van a gastar en la “recuperación” del otrora famoso e idílico río Cesar, el que Escalona cruzaba por el Puente del Salguero, pero que ahora sus aguas están envenenadas por las filtraciones de las lagunas de oxidación que reciben cuanta porquería le cae al alcantarillado de esta ciudad, ante la mirada indiferente y criminal de las autoridades administrativas y ambientales.

Da vergüenza esa situación que de haberse presentado en otra parte hubieran rodado las cabezas de los gerentes de las entidades comprometidas en este hecho criminoso, pero estamos en el ‘Valle’ y el ‘Valle’ es el ‘Valle’, donde pasa de todo, pero no pasa nada.

La palabra “recuperación” es muy amplia y da para todo; cuando vengamos a ver ese platal ha desaparecido y quedarán algunos árboles sembrados y más nada; esa partida, esa enorme cantidad de dinero, debe tener una destinación clara y específica y lo más apremiante para el río Cesar es evitar que las aguas putrefactas de las lagunas de oxigenación se filtren y envenenen sus aguas y eso se evita o cambiándolas de sitio o construyendo una planta de tratamiento que purifique las aguas pestilentes, bien para hacer crecer el caudal del río o para una gran fábrica de agua potable y el material orgánico vendérselo a las grandes fábricas de abono, al igual que los gases que se derivan de todo este proceso.

Esto se ha dicho muchas veces sin ningún resultado, ni siquiera un comentario de parte de Corpocesar, que es la guardián del río, o Emdupar, que es la dueña de las mentadas lagunas, que nunca han debido construirse en ese lugar porque hasta hicieron cambiar el nombre de la Curva del Salguero: ahora se conoce como la ‘Curva del Peo’ por sus olores insoportables.

Nada  de “recuperación”, hay que ser más concreto: planta de tratamiento, ya que los recursos son propios y se puede hacer lo que uno quiere con ellos, pero como son de propiedad estatal, hay que ser más cuidadosos y diáfanos en su destinación.

ADENDA: Gracias Padre Iceda por sus bellas y sabias palabras en el homenaje a Toño Murgas y su hija Luz Stella, se me había olvidado, pero también muchas gracias a EL PILÓN por haber abierto nuevamente la sección social y dedicarle toda una página a este magno evento. Dios se los pague.

Valledupar está de fiesta: inicia el Festival Vallenato, la mejor fiesta del mundo y en esta oportunidad para agasajar a mi paisano y amigo, el gran Rosendo Romero Ospino, que bien merecido lo tiene por su gran aporte a la música vallenata. ¡Bienvenidos todos! A gozar, beber y bailar que para eso vinieron.

Columnista
15 octubre, 2021

La curva del peo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

$65.000.000.000, sí, sesenta y cinco mil millones de pesos es bastante plata, da para regalarles a 65 mil personas $1 millón a cada uno. Es una suma considerable que Corpocesar anuncia que se van a gastar en la “recuperación” del otrora famoso e idílico río Cesar, el que Escalona cruzaba por el Puente del Salguero, […]


$65.000.000.000, sí, sesenta y cinco mil millones de pesos es bastante plata, da para regalarles a 65 mil personas $1 millón a cada uno. Es una suma considerable que Corpocesar anuncia que se van a gastar en la “recuperación” del otrora famoso e idílico río Cesar, el que Escalona cruzaba por el Puente del Salguero, pero que ahora sus aguas están envenenadas por las filtraciones de las lagunas de oxidación que reciben cuanta porquería le cae al alcantarillado de esta ciudad, ante la mirada indiferente y criminal de las autoridades administrativas y ambientales.

Da vergüenza esa situación que de haberse presentado en otra parte hubieran rodado las cabezas de los gerentes de las entidades comprometidas en este hecho criminoso, pero estamos en el ‘Valle’ y el ‘Valle’ es el ‘Valle’, donde pasa de todo, pero no pasa nada.

La palabra “recuperación” es muy amplia y da para todo; cuando vengamos a ver ese platal ha desaparecido y quedarán algunos árboles sembrados y más nada; esa partida, esa enorme cantidad de dinero, debe tener una destinación clara y específica y lo más apremiante para el río Cesar es evitar que las aguas putrefactas de las lagunas de oxigenación se filtren y envenenen sus aguas y eso se evita o cambiándolas de sitio o construyendo una planta de tratamiento que purifique las aguas pestilentes, bien para hacer crecer el caudal del río o para una gran fábrica de agua potable y el material orgánico vendérselo a las grandes fábricas de abono, al igual que los gases que se derivan de todo este proceso.

Esto se ha dicho muchas veces sin ningún resultado, ni siquiera un comentario de parte de Corpocesar, que es la guardián del río, o Emdupar, que es la dueña de las mentadas lagunas, que nunca han debido construirse en ese lugar porque hasta hicieron cambiar el nombre de la Curva del Salguero: ahora se conoce como la ‘Curva del Peo’ por sus olores insoportables.

Nada  de “recuperación”, hay que ser más concreto: planta de tratamiento, ya que los recursos son propios y se puede hacer lo que uno quiere con ellos, pero como son de propiedad estatal, hay que ser más cuidadosos y diáfanos en su destinación.

ADENDA: Gracias Padre Iceda por sus bellas y sabias palabras en el homenaje a Toño Murgas y su hija Luz Stella, se me había olvidado, pero también muchas gracias a EL PILÓN por haber abierto nuevamente la sección social y dedicarle toda una página a este magno evento. Dios se los pague.

Valledupar está de fiesta: inicia el Festival Vallenato, la mejor fiesta del mundo y en esta oportunidad para agasajar a mi paisano y amigo, el gran Rosendo Romero Ospino, que bien merecido lo tiene por su gran aporte a la música vallenata. ¡Bienvenidos todos! A gozar, beber y bailar que para eso vinieron.