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Columnista - 6 septiembre, 2022

La cultura ciudadana

La cultura ciudadana debe entenderse la política pública dirigida al bienestar.

La educación ejerce un tema importante en estos aspectos, pues sin ella es imposible el entendimiento de lo que se trata y busca, lo mismo que el desarrollo de la idea que la convierte en proyecto de vida social.

Cómo es de importante reglamentar las escuelas y colegios con una educación básica preliminar que pese sobre los aspectos de convivencia y ayude a mejorar las relaciones interpersonales y a incentivar en los ciudadanos el derecho de pertenencia por la tierra y lo poco que se posea. Todo lo del pasado es bueno recogerlo, pero no podemos vivir de aquel estado temporal sin reglamentar el presente de acuerdo con las novedades de la vida actual y futura que deba darse.

Saber vivir es tan importante como saber actuar y estas dos acciones: vivir y actuar con principios, son relevantes para el desarrollo del civismo y de la paz de una sociedad en donde la libertad sea un privilegio y la ayuda mutua actos de bondades permanentes.

Hay que educar partiendo del hogar, allí están los principios básicos, pero si no existe la formación familiar, no habrá nada que hacer o costará demasiado trabajo su enseñanza partiendo del desorden. 

La educación cívica, debe tornarse básica ante cualquier tipo de enseñanza primaria y relevante ante la ética y fundamentos morales del medio, solo así volveríamos a rescatar los valores humanos que tanta falta hacen para cambiar el futuro de los pueblos y de sus gentes.

La educación cívica, debe marchar paralela con el aprendizaje de las ciencias y de las artes para crear profesionales con conocimientos formales suficientes, combinados con la educación y cultura que permitan ser gentes completas y de principios.

Las fortalezas y debilidades dentro de los campos mencionados, identificadas a tiempo y con tiempo, nos dan la pauta para un logro efectivo y real sobre nuestra posición social y humanística.

Solo los valores humanos bien entendidos y aplicados nos permiten de las buenas relaciones con nuestro entorno, entonces, es bueno sacarlos a flote desde ya y no esperar a que nuestra sociedad estalle.

Cómo Ciudadanos, por otra parte, estamos vinculados a lo rural y urbano en sus distintos aspectos, económico político y social y como tal gozamos de derechos y deberes esenciales en su manejo y que deben ser respetados en cada momento para resguardar el patrimonio común. Finalmente, la cultura ciudadana debe entenderse como de política pública dirigida al bienestar.

Por lo tanto, saber acerca de sus derechos y sus obligaciones para con su comunidad, constituyen fundamento para mejorar la calidad de vida, y alcanzar las metas propuestas.

Que tanta falta hace en nuestro medio entender y acatar las normas y reglamentos que deben regir a una institución, a un gobierno y a una sociedad comunitaria para lograr el camino hacia el mejoramiento integral y hacia el progreso total.

Una civilización podrá perdurar si todos ponemos nuestro granito de arena haciendo muchas veces lo que otros no pueden y de esta manera mejoramos nuestra forma de vida.  

Columnista
6 septiembre, 2022

La cultura ciudadana

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Fausto Cotes

La cultura ciudadana debe entenderse la política pública dirigida al bienestar.


La educación ejerce un tema importante en estos aspectos, pues sin ella es imposible el entendimiento de lo que se trata y busca, lo mismo que el desarrollo de la idea que la convierte en proyecto de vida social.

Cómo es de importante reglamentar las escuelas y colegios con una educación básica preliminar que pese sobre los aspectos de convivencia y ayude a mejorar las relaciones interpersonales y a incentivar en los ciudadanos el derecho de pertenencia por la tierra y lo poco que se posea. Todo lo del pasado es bueno recogerlo, pero no podemos vivir de aquel estado temporal sin reglamentar el presente de acuerdo con las novedades de la vida actual y futura que deba darse.

Saber vivir es tan importante como saber actuar y estas dos acciones: vivir y actuar con principios, son relevantes para el desarrollo del civismo y de la paz de una sociedad en donde la libertad sea un privilegio y la ayuda mutua actos de bondades permanentes.

Hay que educar partiendo del hogar, allí están los principios básicos, pero si no existe la formación familiar, no habrá nada que hacer o costará demasiado trabajo su enseñanza partiendo del desorden. 

La educación cívica, debe tornarse básica ante cualquier tipo de enseñanza primaria y relevante ante la ética y fundamentos morales del medio, solo así volveríamos a rescatar los valores humanos que tanta falta hacen para cambiar el futuro de los pueblos y de sus gentes.

La educación cívica, debe marchar paralela con el aprendizaje de las ciencias y de las artes para crear profesionales con conocimientos formales suficientes, combinados con la educación y cultura que permitan ser gentes completas y de principios.

Las fortalezas y debilidades dentro de los campos mencionados, identificadas a tiempo y con tiempo, nos dan la pauta para un logro efectivo y real sobre nuestra posición social y humanística.

Solo los valores humanos bien entendidos y aplicados nos permiten de las buenas relaciones con nuestro entorno, entonces, es bueno sacarlos a flote desde ya y no esperar a que nuestra sociedad estalle.

Cómo Ciudadanos, por otra parte, estamos vinculados a lo rural y urbano en sus distintos aspectos, económico político y social y como tal gozamos de derechos y deberes esenciales en su manejo y que deben ser respetados en cada momento para resguardar el patrimonio común. Finalmente, la cultura ciudadana debe entenderse como de política pública dirigida al bienestar.

Por lo tanto, saber acerca de sus derechos y sus obligaciones para con su comunidad, constituyen fundamento para mejorar la calidad de vida, y alcanzar las metas propuestas.

Que tanta falta hace en nuestro medio entender y acatar las normas y reglamentos que deben regir a una institución, a un gobierno y a una sociedad comunitaria para lograr el camino hacia el mejoramiento integral y hacia el progreso total.

Una civilización podrá perdurar si todos ponemos nuestro granito de arena haciendo muchas veces lo que otros no pueden y de esta manera mejoramos nuestra forma de vida.