La construcción del Centro de Armonización Mildred Montero en el corregimiento La Mina, jurisdicción de Valledupar, un espacio destinado a la armonización y fortalecimiento del pueblo kankuamo, refleja el compromiso de la comunidad por preservar su cultura y promover la justicia social, como manera de reconstruirse como etnia tras la violencia sistemática como parte del Plan Integral de Reparación Colectiva del pueblo Kankuamo.
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Liliana Villazón Arias, representante de la Asociación de Artesanas Kankuamas (Asoarka), destaca la importancia de este centro: “Este centro es más que un edificio; es un símbolo de nuestra resistencia y nuestra identidad. Aquí, las mujeres kankuamas podrán reunirse para compartir saberes, fortalecer sus habilidades y crear un espacio seguro donde se respete nuestra cultura”, explica Villazón. La construcción del centro está enmarcada en un contexto de recuperación cultural y social tras años de conflicto armado que han afectado profundamente a la comunidad.
Villazón enfatiza que el Centro de Armonización Mildred Montero no solo servirá para actividades artesanales, sino que también será un punto de encuentro para la justicia y el bienestar comunitario. “Queremos que este lugar sea un espacio de sanación, donde podamos abordar las violencias que hemos sufrido y trabajar en conjunto hacia un futuro más armonioso”, añade.
La propuesta incluye talleres de tejido, charlas sobre derechos culturales, sesiones de acompañamiento psicosocial para jóvenes kankuamos que busquen asesoría vocacional y un abordaje no punitivo de las Violencias Basadas en Género.
Siendo el abordaje que proponen desde el colectivo de mujeres kankuamas un tema que en los últimos días es noticia en el medio New Yorker de Estados Unidos, la profesora de derecho Leigh Goodmark piensa en descriminalizar la violencia doméstica, involucrando a la comunidad en labores sociales que fortalezcan la unidad y los hogares, aterrizando esa misma metodología pero en el Centro Mildred Montero.
¿Quién fue Mildred Montero?
La figura de Mildred Montero, a quien se rinde homenaje con este centro, es fundamental en la historia reciente del pueblo kankuamo. “Mildred fue una líder incansable que luchó por los derechos de las mujeres y por la preservación de nuestras tradiciones. Este centro es una forma de honrar su legado”, menciona Villazón Arias.
Montero se desempeñó como Coordinadora General de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización Indígena Kankuama (OIK) y fue parte del Consejo Nacional de Mujeres Indígenas. Su trabajo se centró en promover actividades que fortalecieran los derechos de las mujeres y el bienestar de su comunidad. A través de su liderazgo, Mildred buscó visibilizar las problemáticas que enfrentaba el pueblo kankuamo, especialmente en un contexto marcado por el conflicto armado que afectó gravemente a muchas comunidades indígenas en Colombia. El 10 de julio de 2013, Mildred Montero perdió la vida en un trágico accidente vehicular junto a otra líder, Indira Pacheco.
Afectados por Usaid
Uno de los aspectos clave del centro es su enfoque en la sostenibilidad. “Acá lo que buscamos es que también el lugar cuente con zonas de producción en donde quienes estén también tengan la posibilidad de aportar a ese trabajo en el que ellos directamente se van a ver beneficiados”, explica Villazón. Esto no solo garantiza la viabilidad del proyecto a largo plazo, sino que también empodera a los participantes al involucrarlos en la generación de recursos.
Villazón Arias lamentó que, parte de los recursos de los que se beneficiaría este proyecto provenía de la ya desaparecida Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) con quienes tenían un convenio de dos años y solo pudieron ejecutar poco más de doce meses. Aunque hay otras organizaciones de cooperación internacional, dineros del proceso de paz y apoyos desde los gobiernos locales que también ayudan a construir este centro.
Una de las ideas que se ha planteado es que como parte de la reparación de los actores del conflicto armado sea pagada como mano de obra en la construcción del centro, porque como explicó el magistrado de la JEP Hormiga, la justicia no es solo carcelaria y punitiva, es restaurativa.
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Reparar la armonía kankuama
El centro de Armonización Mildred Montero busca abordar las desarmonías desde una perspectiva integral, que incluye lo jurídico, lo psicosocial y lo cultural. El conflicto armado ha dejado profundas heridas en la comunidad kankuama, y el centro busca ser un espacio para sanar esas heridas. “Niños que no crecieron con un papá, niños que no crecieron con una mamá, niños que fueron trasladados de un lugar a otro, niños que que vivieron en medio de combates que presenciaron todo ese tipo de afectaciones y que en muchas formas ellos están manifestando esas ausencias o esas duras marcas que dejó el el conflicto”, lamenta Villazón Arias.
Además, el centro se propone como un espacio para el desarrollo de habilidades y talentos, especialmente entre los jóvenes. “Que también sea un espacio donde se puedan desarrollar espacios de encuentros de formación donde uno le ayude al joven a descubrir cuáles son sus talentos, de encontrar posibilidades a que te puedes dedicar, qué cosas te apasionan, que no todo implica ir a la universidad, pero que sí todo implica de dedicarte o de enfocar”.
Liliana reconoce que el proyecto es ambicioso, pero necesario para abordar las problemáticas que enfrenta el pueblo kankuamo. “Es un proyecto supergrande. Hay quienes dicen que muy ambiciosos, pero yo digo que está al mismo nivel de las problemáticas, sí, inmenso grande. Pero que esperamos nos ayude, un lugar donde solucione”. Actualmente el centro está vivo en las actividades que realiza la población Kankuama en los corregimientos al norte y sur de Valledupar, mientras se convierten los planos en concreto.
El centro contará con áreas de hospedaje, oficinas para atención individual, ludoteca, casas ceremoniales, zonas de recreación y áreas de producción. “Está pensado para tener mucho mucho verde y hay por otro lado un área de producción en área pecuaria para el mismo sostenimiento del centro y el área de producción, bueno, dentro de las cosas que se tiene visionado que una vez se vaya arrancando es establecer proyectos de hortalizas y este tema de especies menores, pescado, pollo, gallinas ponedoras y todo eso”, detalla Liliana.
Por: Katlin Navarro Luna / EL PILÓN











