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Columnista - 16 septiembre, 2024

La conspiración del agua

El mayor éxito de las supuestas “sociedades secretas” o aquellas “fuerzas oscuras” también llamadas “manos negras”, es que a pesar que instigan, conspiran y planean la suerte de más de la mitad del planeta, es precisamente que sus actuaciones están tan bien protegidas que incluso hasta su existencia está en duda; en síntesis, simplemente ¡no […]

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El mayor éxito de las supuestas “sociedades secretas” o aquellas “fuerzas oscuras” también llamadas “manos negras”, es que a pesar que instigan, conspiran y planean la suerte de más de la mitad del planeta, es precisamente que sus actuaciones están tan bien protegidas que incluso hasta su existencia está en duda; en síntesis, simplemente ¡no existen! Y quien se empeñe en intentar demostrar lo contrario así sea con toda la evidencia a su favor, puede correr la suerte de muchos, y dependiendo del nivel de alcance que tenga simplemente se le trata de paranoico, loco o sencillamente es ridiculizado por “los expertos”, algunos sufren extraños accidentes y otros simplemente desaparecen junto con el avión donde viajan; por lo tanto, yo para evitar cualquier resbalón con una cáscara de banano, hablaré sobre supuestos y entre comillas.

Conspiretas, conspiranoios y conspiraciones han existido durante toda la historia, incluso desde la misma historia bíblica, Caín contra su hermano Abel, Sara contra  Rebeca, Jacob contra su hermano Esaú y el Sanedrín contra el mismo Jesús, y si seguimos inventariando, la historia la caída de todos los reinos se dieron por conspiraciones por el poder como la de los faraones, emperadores y reyes y mucho después por el control de mercados, puertos y negocios a tal punto de  generar dos guerras mundiales y cientos de conflictos en cada continente; pero hay algo más, las conspiraciones son como los cuentos de brujas, nadie cree en ellas, pero de que las hay, las hay.

El hombre en la luna, la tierra plana, la existencia de los satélites, la estación espacial internacional, las misiones a Marte o al espacio, la pandemia, los alienígenas, la muerte de la princesa Diana de Gales, el 9/11, los gasoductos Rusos de Nord Stream, la muerte de Chávez y hasta las vitaminas del Frutiño, tienen en común que están rodeadas de cientos y hasta miles de teorías de conspiraciones orquestadas por esas fuerzas oscuras que mencioné al comienzo, pero ¿qué tiene que ver todo esto con el tema del agua que es de lo que se trata la columna? Pues mucho.

Por lo menos en las últimas cuatro décadas he venido escuchando que las próximas guerras serían en su orden por  el control financiero, la tierra, los alimentos, la energía, los medicamentos, el agua y, finalmente, el aire; es decir, en un futuro que está a la vuelta de la esquina el agua será la fuente de todos los conflictos, pero será un proceso que no llegará de súbito sino que traerá toda un serie de acontecimientos y surtirá unos procesos de adaptación a la humanidad para irlos preparando para lo que viene, y eso es nada más ni nada menos que el agua se va a acabar y para ello hay que valerse de todos los recursos disponibles para que sea una realidad, desde el control de los yacimientos y por qué no la contaminación  adrede de las demás fuentes, todo esto por supuesto milimétricamente planeado para que parezca una mentira o un invento de los conspiranoicos.

Desde los años 90 se empezó a usar el término  “fenómeno de El Niño” y muy recientemente “La Niña”, haciendo alusión a períodos de extrema sequía o de extrema pluviosidad en algunos meses del año; sin embargo, entre los meses de diciembre y marzo históricamente ha habido sequías que para nuestro trópico lo bautizamos sencillamente como verano, entre abril y junio algunas lluvias de primavera, luego un periodo de sequía leve conocido en nuestra cultura como “veranillo de San Juan” que iba desde julio hasta finales de septiembre y luego otro periodo de lluvias hasta finales de noviembre y en algunos casos hasta los primeros días de diciembre, a éste lo llamamos sencillamente invierno; pero, las evidentes variaciones del clima conocidas como “fenómenos” ¿en realidad son producto del calentamiento global o la manipulación del clima como una arma de guerra silenciosa? ¿Es el proyecto HAARP una realidad?

Hoy, la legislación mundial prácticamente penaliza el acceso al agua dulce, se crearon organizaciones mundiales que son una especie de policías del agua que sabotean cualquier proyecto de desalinización o nuevas formas de descontaminación de ríos y ya se escucha que se vienen racionamientos extremos, ya empezaron por ciudades grandes como por ejemplo  Bogotá, y después el resto del mundo; entonces, si hacemos lo que dijo Sherlock Holmes, ¿si seguimos el dinero encontraremos quiénes están detrás del negocio del agua? ¿O son solo locuras de los conspiretas?

Por: Eloy Gutiérrez Anaya.

Columnista
16 septiembre, 2024

La conspiración del agua

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eloy Gutiérrez Anaya

El mayor éxito de las supuestas “sociedades secretas” o aquellas “fuerzas oscuras” también llamadas “manos negras”, es que a pesar que instigan, conspiran y planean la suerte de más de la mitad del planeta, es precisamente que sus actuaciones están tan bien protegidas que incluso hasta su existencia está en duda; en síntesis, simplemente ¡no […]


El mayor éxito de las supuestas “sociedades secretas” o aquellas “fuerzas oscuras” también llamadas “manos negras”, es que a pesar que instigan, conspiran y planean la suerte de más de la mitad del planeta, es precisamente que sus actuaciones están tan bien protegidas que incluso hasta su existencia está en duda; en síntesis, simplemente ¡no existen! Y quien se empeñe en intentar demostrar lo contrario así sea con toda la evidencia a su favor, puede correr la suerte de muchos, y dependiendo del nivel de alcance que tenga simplemente se le trata de paranoico, loco o sencillamente es ridiculizado por “los expertos”, algunos sufren extraños accidentes y otros simplemente desaparecen junto con el avión donde viajan; por lo tanto, yo para evitar cualquier resbalón con una cáscara de banano, hablaré sobre supuestos y entre comillas.

Conspiretas, conspiranoios y conspiraciones han existido durante toda la historia, incluso desde la misma historia bíblica, Caín contra su hermano Abel, Sara contra  Rebeca, Jacob contra su hermano Esaú y el Sanedrín contra el mismo Jesús, y si seguimos inventariando, la historia la caída de todos los reinos se dieron por conspiraciones por el poder como la de los faraones, emperadores y reyes y mucho después por el control de mercados, puertos y negocios a tal punto de  generar dos guerras mundiales y cientos de conflictos en cada continente; pero hay algo más, las conspiraciones son como los cuentos de brujas, nadie cree en ellas, pero de que las hay, las hay.

El hombre en la luna, la tierra plana, la existencia de los satélites, la estación espacial internacional, las misiones a Marte o al espacio, la pandemia, los alienígenas, la muerte de la princesa Diana de Gales, el 9/11, los gasoductos Rusos de Nord Stream, la muerte de Chávez y hasta las vitaminas del Frutiño, tienen en común que están rodeadas de cientos y hasta miles de teorías de conspiraciones orquestadas por esas fuerzas oscuras que mencioné al comienzo, pero ¿qué tiene que ver todo esto con el tema del agua que es de lo que se trata la columna? Pues mucho.

Por lo menos en las últimas cuatro décadas he venido escuchando que las próximas guerras serían en su orden por  el control financiero, la tierra, los alimentos, la energía, los medicamentos, el agua y, finalmente, el aire; es decir, en un futuro que está a la vuelta de la esquina el agua será la fuente de todos los conflictos, pero será un proceso que no llegará de súbito sino que traerá toda un serie de acontecimientos y surtirá unos procesos de adaptación a la humanidad para irlos preparando para lo que viene, y eso es nada más ni nada menos que el agua se va a acabar y para ello hay que valerse de todos los recursos disponibles para que sea una realidad, desde el control de los yacimientos y por qué no la contaminación  adrede de las demás fuentes, todo esto por supuesto milimétricamente planeado para que parezca una mentira o un invento de los conspiranoicos.

Desde los años 90 se empezó a usar el término  “fenómeno de El Niño” y muy recientemente “La Niña”, haciendo alusión a períodos de extrema sequía o de extrema pluviosidad en algunos meses del año; sin embargo, entre los meses de diciembre y marzo históricamente ha habido sequías que para nuestro trópico lo bautizamos sencillamente como verano, entre abril y junio algunas lluvias de primavera, luego un periodo de sequía leve conocido en nuestra cultura como “veranillo de San Juan” que iba desde julio hasta finales de septiembre y luego otro periodo de lluvias hasta finales de noviembre y en algunos casos hasta los primeros días de diciembre, a éste lo llamamos sencillamente invierno; pero, las evidentes variaciones del clima conocidas como “fenómenos” ¿en realidad son producto del calentamiento global o la manipulación del clima como una arma de guerra silenciosa? ¿Es el proyecto HAARP una realidad?

Hoy, la legislación mundial prácticamente penaliza el acceso al agua dulce, se crearon organizaciones mundiales que son una especie de policías del agua que sabotean cualquier proyecto de desalinización o nuevas formas de descontaminación de ríos y ya se escucha que se vienen racionamientos extremos, ya empezaron por ciudades grandes como por ejemplo  Bogotá, y después el resto del mundo; entonces, si hacemos lo que dijo Sherlock Holmes, ¿si seguimos el dinero encontraremos quiénes están detrás del negocio del agua? ¿O son solo locuras de los conspiretas?

Por: Eloy Gutiérrez Anaya.