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Columnista - 2 noviembre, 2017

La cizaña de Herbin Hoyos

El pasado 24 de octubre, nació en el Cesar -formalmente- una esperanza. Sí, como dijo el ilustre Alfonso Araújo Cotes, se trata del hecho más relevante para los cesarenses, después de la creación del Departamento, que pasó hace 50 años. El Consejo Superior Universitario, máximo órgano de la Universidad Nacional, aprobó, de manera unánime, la […]

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El pasado 24 de octubre, nació en el Cesar -formalmente- una esperanza. Sí, como dijo el ilustre Alfonso Araújo Cotes, se trata del hecho más relevante para los cesarenses, después de la creación del Departamento, que pasó hace 50 años. El Consejo Superior Universitario, máximo órgano de la Universidad Nacional, aprobó, de manera unánime, la apertura de una nueva sucursal universitaria: la Sede de La Paz, que se situará entre los municipios de Valledupar y La Paz-Robles.

Este es un proyecto que floreció por iniciativa de la sociedad civil del Cesar y La Guajira, especialmente por el empeño de varios egresados de la UNAL que son oriundos de la región. Claro, es la ilusión de un pueblo, el camino hacia un porvenir menos desigual, inculto y violento. Aunque a veces se mostró dubitativa, así lo logró entender -incluso- la dirigencia política regional y nacional. Mejor no lo pudo decir el rector Ignacio Mantilla: “Este es un sí que reafirma el interés de dejar atrás el pasado colonial, perpetuado con ideas arraigadas de quienes afirman que las zonas andinas del país son las que dirigen la vida política, social y científica”.

Sin embargo, el periodista Herbin Hoyos, poseído por el asco que le causa el proceso de paz con las Farc, grupo guerrillero que lo mantuvo secuestrado durante un par de semanas, no valoró la buena noticia que recibió la Costa Caribe, sino que vomitó en Twitter su ira: “Sería muy bueno que la @UNColombia creara programas para apoyar a las víctimas de las Farc y NO para apoyar el proyecto político de las Farc”. Figúrense, Herbin, director del programa Las voces del secuestro y Premio Nacional de Paz, desacreditó la esperanza de una región, al sugerir que la Sede de La Paz es una plataforma para impulsar las ideas de las Farc. Sí, a eso redujo los esfuerzos de tanta gente.

Ante las afirmaciones insultantes de Herbin, resulta oportuno realizar algunas aclaraciones. Aunque el nombre de la nueva sede no solo provino de su ubicación, sino también del momento histórico que vive el país con el acuerdo de La Habana, eso no indica que la universidad va ser un instrumento político de las Farc. No, la universidad será un espacio para la investigación, el debate y la reconciliación: ese es su verdadero objetivo.

Además, Herbin, no olvides que la educación es un motor de transformación individual y colectiva: las victimas pueden hallar en ella una forma de reencontrarse con sus sueños, mientras que los victimarios una oportunidad para reincorporarse a la vida civil. Pero bueno, lo más importante es que tengas claro que la Sede de La Paz surgió sin sesgos ideológicos, sin tu antipatía: su semilla se sembró en el 2008, antes de la polarización que nos agobia.

Miren, aquí se está anunciando la llegada de la facultad de medicina, que no existe ni en el Cesar ni en La Guajira. Será la primera vez en 150 años que la UNAL ofrezca esta carrera por fuera de la Sede de Bogotá: Herbin, ¿en serio no entiendes lo que esto significa para una región tan sufrida y atrasada?, ¿en serio pensaste, al menos un poquito, antes de lanzar tu trino? Viejo, estigmatizaste a una hermosa causa, a un pueblo. Reflexiona, no te sigas dejando llevar del enojo, del egoísmo.

@ccsilva86

Por Carlos César Silva

 

Columnista
2 noviembre, 2017

La cizaña de Herbin Hoyos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Cesar Silva

El pasado 24 de octubre, nació en el Cesar -formalmente- una esperanza. Sí, como dijo el ilustre Alfonso Araújo Cotes, se trata del hecho más relevante para los cesarenses, después de la creación del Departamento, que pasó hace 50 años. El Consejo Superior Universitario, máximo órgano de la Universidad Nacional, aprobó, de manera unánime, la […]


El pasado 24 de octubre, nació en el Cesar -formalmente- una esperanza. Sí, como dijo el ilustre Alfonso Araújo Cotes, se trata del hecho más relevante para los cesarenses, después de la creación del Departamento, que pasó hace 50 años. El Consejo Superior Universitario, máximo órgano de la Universidad Nacional, aprobó, de manera unánime, la apertura de una nueva sucursal universitaria: la Sede de La Paz, que se situará entre los municipios de Valledupar y La Paz-Robles.

Este es un proyecto que floreció por iniciativa de la sociedad civil del Cesar y La Guajira, especialmente por el empeño de varios egresados de la UNAL que son oriundos de la región. Claro, es la ilusión de un pueblo, el camino hacia un porvenir menos desigual, inculto y violento. Aunque a veces se mostró dubitativa, así lo logró entender -incluso- la dirigencia política regional y nacional. Mejor no lo pudo decir el rector Ignacio Mantilla: “Este es un sí que reafirma el interés de dejar atrás el pasado colonial, perpetuado con ideas arraigadas de quienes afirman que las zonas andinas del país son las que dirigen la vida política, social y científica”.

Sin embargo, el periodista Herbin Hoyos, poseído por el asco que le causa el proceso de paz con las Farc, grupo guerrillero que lo mantuvo secuestrado durante un par de semanas, no valoró la buena noticia que recibió la Costa Caribe, sino que vomitó en Twitter su ira: “Sería muy bueno que la @UNColombia creara programas para apoyar a las víctimas de las Farc y NO para apoyar el proyecto político de las Farc”. Figúrense, Herbin, director del programa Las voces del secuestro y Premio Nacional de Paz, desacreditó la esperanza de una región, al sugerir que la Sede de La Paz es una plataforma para impulsar las ideas de las Farc. Sí, a eso redujo los esfuerzos de tanta gente.

Ante las afirmaciones insultantes de Herbin, resulta oportuno realizar algunas aclaraciones. Aunque el nombre de la nueva sede no solo provino de su ubicación, sino también del momento histórico que vive el país con el acuerdo de La Habana, eso no indica que la universidad va ser un instrumento político de las Farc. No, la universidad será un espacio para la investigación, el debate y la reconciliación: ese es su verdadero objetivo.

Además, Herbin, no olvides que la educación es un motor de transformación individual y colectiva: las victimas pueden hallar en ella una forma de reencontrarse con sus sueños, mientras que los victimarios una oportunidad para reincorporarse a la vida civil. Pero bueno, lo más importante es que tengas claro que la Sede de La Paz surgió sin sesgos ideológicos, sin tu antipatía: su semilla se sembró en el 2008, antes de la polarización que nos agobia.

Miren, aquí se está anunciando la llegada de la facultad de medicina, que no existe ni en el Cesar ni en La Guajira. Será la primera vez en 150 años que la UNAL ofrezca esta carrera por fuera de la Sede de Bogotá: Herbin, ¿en serio no entiendes lo que esto significa para una región tan sufrida y atrasada?, ¿en serio pensaste, al menos un poquito, antes de lanzar tu trino? Viejo, estigmatizaste a una hermosa causa, a un pueblo. Reflexiona, no te sigas dejando llevar del enojo, del egoísmo.

@ccsilva86

Por Carlos César Silva