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Columnista - 30 marzo, 2014

La carta

De niño sacaba lunas de los charcos para regalárselas… pero ella jamás lo supo. A alguna chica del barrio, una vez quise escribirle una carta, se lo había prometido y ella la esperaba entusiasmada, pero tenía un grave problema. No sabía escribir cartas de amor. En el intento escribí muchas que luego no me atreví […]

De niño sacaba lunas de los charcos para regalárselas… pero ella jamás lo supo.

A alguna chica del barrio, una vez quise escribirle una carta, se lo había prometido y ella la esperaba entusiasmada, pero tenía un grave problema. No sabía escribir cartas de amor. En el intento escribí muchas que luego no me atreví a mandar, me parecía que no decían lo que yo quería expresar.

Entonces recordé que en una caja de nácar mamá tenía muchas cartas que papá le había escrito en su afán de conquistarla, las leí todas, y todas decían lo mismo.

Después de pensarlo mucho, un día cualquiera elegí una al azar, la transcribí exactamente igual, solo cambie fecha y destinatario.

Dos días después ella me llamó. Escuché su voz emocionada al otro lado de la línea.

– Gracias, me dijo, eso era lo que yo quería que me dijeras.

Entonces lo supe. Para los que aman todas las cartas de amor ya están escritas, y son iguales, solo hay que cambiar fecha y destinatario.

De poetas

Luciano el poeta escribió unos versos hermosos dedicados a un amor imposible, el malvado rey del imperio creyó rastrear en ellos la imagen de su hija. Sin más pruebas lo hizo encarcelar en una fosa oscura de paredes empedradas. Allí sufrió las peores penas de amor imaginables, cuentan que hasta la luna se entristecía por su suplicio, sus lamentos se escuchaban en todo el territorio y pedía a gritos la muerte.

Una noche aparecieron todos los enamorados de imposibles del mundo decididos a liberarlo y compartir su pena, hubo combates sangrientos y el noble poeta murió con una daga en el corazón.

Desde entonces todos los que padecen amores imposibles tienen sangre de poeta, callan sus lamentos y viven con una daga en el corazón.

Reflexiones

Cuando el hombre quiso atrapar el tiempo inventó el reloj, después intentó atrapar la fantasía, inventó la magia, para descifrar los misterios del cosmos inventó las sondas espaciales, para atrapar el vuelo de los pájaros inventó el avión, para atrapar la distancia inventó el telescopio y para atrapar la inmediatez inventó el internet pero para mí, el hombre aún no ha inventado nada.

Nada que le permita atrapar sus sueños.

Remordimiento

Si tuviera el prodigioso poder de borrar mi vida, exactamente como un niño que con sus propias manos desaparece sus primeras letras del cuaderno, yo solamente borraría la tarde en que te abandoné a tu suerte, llorando a mares y pronunciando mi nombre.

No he podido superar el recuerdo inclemente de tus ojos tristes.

Columnista
30 marzo, 2014

La carta

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Leonardo Maya Amaya

De niño sacaba lunas de los charcos para regalárselas… pero ella jamás lo supo. A alguna chica del barrio, una vez quise escribirle una carta, se lo había prometido y ella la esperaba entusiasmada, pero tenía un grave problema. No sabía escribir cartas de amor. En el intento escribí muchas que luego no me atreví […]


De niño sacaba lunas de los charcos para regalárselas… pero ella jamás lo supo.

A alguna chica del barrio, una vez quise escribirle una carta, se lo había prometido y ella la esperaba entusiasmada, pero tenía un grave problema. No sabía escribir cartas de amor. En el intento escribí muchas que luego no me atreví a mandar, me parecía que no decían lo que yo quería expresar.

Entonces recordé que en una caja de nácar mamá tenía muchas cartas que papá le había escrito en su afán de conquistarla, las leí todas, y todas decían lo mismo.

Después de pensarlo mucho, un día cualquiera elegí una al azar, la transcribí exactamente igual, solo cambie fecha y destinatario.

Dos días después ella me llamó. Escuché su voz emocionada al otro lado de la línea.

– Gracias, me dijo, eso era lo que yo quería que me dijeras.

Entonces lo supe. Para los que aman todas las cartas de amor ya están escritas, y son iguales, solo hay que cambiar fecha y destinatario.

De poetas

Luciano el poeta escribió unos versos hermosos dedicados a un amor imposible, el malvado rey del imperio creyó rastrear en ellos la imagen de su hija. Sin más pruebas lo hizo encarcelar en una fosa oscura de paredes empedradas. Allí sufrió las peores penas de amor imaginables, cuentan que hasta la luna se entristecía por su suplicio, sus lamentos se escuchaban en todo el territorio y pedía a gritos la muerte.

Una noche aparecieron todos los enamorados de imposibles del mundo decididos a liberarlo y compartir su pena, hubo combates sangrientos y el noble poeta murió con una daga en el corazón.

Desde entonces todos los que padecen amores imposibles tienen sangre de poeta, callan sus lamentos y viven con una daga en el corazón.

Reflexiones

Cuando el hombre quiso atrapar el tiempo inventó el reloj, después intentó atrapar la fantasía, inventó la magia, para descifrar los misterios del cosmos inventó las sondas espaciales, para atrapar el vuelo de los pájaros inventó el avión, para atrapar la distancia inventó el telescopio y para atrapar la inmediatez inventó el internet pero para mí, el hombre aún no ha inventado nada.

Nada que le permita atrapar sus sueños.

Remordimiento

Si tuviera el prodigioso poder de borrar mi vida, exactamente como un niño que con sus propias manos desaparece sus primeras letras del cuaderno, yo solamente borraría la tarde en que te abandoné a tu suerte, llorando a mares y pronunciando mi nombre.

No he podido superar el recuerdo inclemente de tus ojos tristes.