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Columnista - 3 marzo, 2010

La alegría de mis tíos…

Reflexiones de Tío Chiro y Tío Nan Por: Aquilino Cotes Zuleta Encontré a mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan “muertos” de la alegría: el uno saltando en un solo píe y el otro bailando de contento. Hacía casi ocho años que no veía esa felicidad tan asombrosa en mis consejeros periodísticos, la última […]

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Reflexiones de Tío Chiro y Tío Nan

Por: Aquilino Cotes Zuleta
Encontré a mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan “muertos” de la alegría: el uno saltando en un solo píe y el otro bailando de contento.
Hacía casi ocho años que no veía esa felicidad tan asombrosa en mis consejeros periodísticos, la última vez que reí con ellos a carcajadas fue cuando nuestro amigo en común el connotado Urólogo y profesor universitario  en la UPC, Osvaldo Angulo Arévalo, los  invitó al cumpleaños de su compadre y colega médico Ronny López Pérez.
Eran las 7 y 20 de la noche del pasado viernes, cuando irrumpí sigilosamente a casa de Tío Chiro con el ánimo de informarles la última noticia del día: que se había hundido la convocatoria del referendo en la Corte Constitucional.
Pensé que mis consejeros periodísticos no lo sabían, porque el jueves en la tarde habían viajado a Chemesmesquema, población indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, por donde paramilitares, narcotraficantes, guerrilleros y delincuentes comunes han masacrado y desterrado a cientos de indígenas para apoderarse de sus tierras y convertirlas en fortín de sus fechorías.
Quise devolverme, al verlos al fondo alardeando de un gran entusiasmo, pero escuché la voz de tío Chiro: “sigue Aquilino y disfruta con nosotros”.
“Llegasteis oportunamente, de todas maneras te íbamos a llamar porque como tú estás metido en el mundo de la academia como docente de la Universidad Popular del Cesar debes conocer sobre educación superior, mi compadre Tío Chiro desea saber si una persona que no haya cursado pregrado puede hacer una maestría”, dijo Tío Nan.
La respuesta lógica fue no. Y les expliqué que el mínimo requisito que exige la Ley 30 para cursar un postgrado es haberse graduado en pregrado. Además, una Maestría se obtiene cursando generalmente cuatro semestres, al menos en Colombia.
“Entonces Aquilino, el distinguidísimo filósofo e investigador Simón Martínez Ubarnez debería darle una explicación a la opinión pública y a los directivos de la Universidad Popular del Cesar –en donde firmó un contrato- cómo obtuvo el título de Magister en Filosofía y Letras el 19 de diciembre del año 1980 otorgado por la Universidad Social Católica de La Salle de Bogotá, cuando su pregado lo terminó cinco meses antes, el 18 de julio del año 1980 en la Universidad  San Buenaventura en donde le otorgaron el título de Licenciado en Filosofía”, expuso Tío Nan.
Yo no quise opinar sobre ese tema y preferí cambiar de conversación, aunque no puedo desconocer que mis consejeros periodísticos en algo pueden tener razón, pero no es de mi resorte; “que lo haga otro”, como dice un aparte de una canción vallenata.
Mis consejeros periodísticos entendieron mi incómoda posición y resolvieron seguir saltando de alegría, escuchando aquella maravillosa canción de Leandro Díaz, “El Verano”.
“No te vayas Aquilino, espera; especialmente yo estoy súper contento porque se acabó la hegemonía del tirano Uribe, al caerse la convocatoria del referendo y pronto veremos a nuestro país con nuevos bríos”, aseguró Tío Chiro.
“Es que la Corte Constitucional ha hecho predominar el estado de derecho  sobre un estado de opinión amañado que nos hubiese llevado al despeñadero total, con cuatro años más de un Gobierno pusilánime para los poderosos y tenebroso para los débiles”, corroboró Tío Nan.
“Ahora hay que esperar que la Corte Suprema no designe al nuevo Fiscal para que no le vaya a servir de trampolín a muchos de sus acompañantes en el gobierno y espere la terna del nuevo Presidente el próximo siete de agosto y juzgue –en derecho- como debe ser a cada uno de los parapolíticos llamados –nuevamente- a sus huestes”, concluyó Tío Chiro. Hasta la próxima semana.
[email protected]

Columnista
3 marzo, 2010

La alegría de mis tíos…

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Aquilino Cotes Zuleta

Reflexiones de Tío Chiro y Tío Nan Por: Aquilino Cotes Zuleta Encontré a mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan “muertos” de la alegría: el uno saltando en un solo píe y el otro bailando de contento. Hacía casi ocho años que no veía esa felicidad tan asombrosa en mis consejeros periodísticos, la última […]


Reflexiones de Tío Chiro y Tío Nan

Por: Aquilino Cotes Zuleta
Encontré a mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan “muertos” de la alegría: el uno saltando en un solo píe y el otro bailando de contento.
Hacía casi ocho años que no veía esa felicidad tan asombrosa en mis consejeros periodísticos, la última vez que reí con ellos a carcajadas fue cuando nuestro amigo en común el connotado Urólogo y profesor universitario  en la UPC, Osvaldo Angulo Arévalo, los  invitó al cumpleaños de su compadre y colega médico Ronny López Pérez.
Eran las 7 y 20 de la noche del pasado viernes, cuando irrumpí sigilosamente a casa de Tío Chiro con el ánimo de informarles la última noticia del día: que se había hundido la convocatoria del referendo en la Corte Constitucional.
Pensé que mis consejeros periodísticos no lo sabían, porque el jueves en la tarde habían viajado a Chemesmesquema, población indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, por donde paramilitares, narcotraficantes, guerrilleros y delincuentes comunes han masacrado y desterrado a cientos de indígenas para apoderarse de sus tierras y convertirlas en fortín de sus fechorías.
Quise devolverme, al verlos al fondo alardeando de un gran entusiasmo, pero escuché la voz de tío Chiro: “sigue Aquilino y disfruta con nosotros”.
“Llegasteis oportunamente, de todas maneras te íbamos a llamar porque como tú estás metido en el mundo de la academia como docente de la Universidad Popular del Cesar debes conocer sobre educación superior, mi compadre Tío Chiro desea saber si una persona que no haya cursado pregrado puede hacer una maestría”, dijo Tío Nan.
La respuesta lógica fue no. Y les expliqué que el mínimo requisito que exige la Ley 30 para cursar un postgrado es haberse graduado en pregrado. Además, una Maestría se obtiene cursando generalmente cuatro semestres, al menos en Colombia.
“Entonces Aquilino, el distinguidísimo filósofo e investigador Simón Martínez Ubarnez debería darle una explicación a la opinión pública y a los directivos de la Universidad Popular del Cesar –en donde firmó un contrato- cómo obtuvo el título de Magister en Filosofía y Letras el 19 de diciembre del año 1980 otorgado por la Universidad Social Católica de La Salle de Bogotá, cuando su pregado lo terminó cinco meses antes, el 18 de julio del año 1980 en la Universidad  San Buenaventura en donde le otorgaron el título de Licenciado en Filosofía”, expuso Tío Nan.
Yo no quise opinar sobre ese tema y preferí cambiar de conversación, aunque no puedo desconocer que mis consejeros periodísticos en algo pueden tener razón, pero no es de mi resorte; “que lo haga otro”, como dice un aparte de una canción vallenata.
Mis consejeros periodísticos entendieron mi incómoda posición y resolvieron seguir saltando de alegría, escuchando aquella maravillosa canción de Leandro Díaz, “El Verano”.
“No te vayas Aquilino, espera; especialmente yo estoy súper contento porque se acabó la hegemonía del tirano Uribe, al caerse la convocatoria del referendo y pronto veremos a nuestro país con nuevos bríos”, aseguró Tío Chiro.
“Es que la Corte Constitucional ha hecho predominar el estado de derecho  sobre un estado de opinión amañado que nos hubiese llevado al despeñadero total, con cuatro años más de un Gobierno pusilánime para los poderosos y tenebroso para los débiles”, corroboró Tío Nan.
“Ahora hay que esperar que la Corte Suprema no designe al nuevo Fiscal para que no le vaya a servir de trampolín a muchos de sus acompañantes en el gobierno y espere la terna del nuevo Presidente el próximo siete de agosto y juzgue –en derecho- como debe ser a cada uno de los parapolíticos llamados –nuevamente- a sus huestes”, concluyó Tío Chiro. Hasta la próxima semana.
[email protected]