Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 10 junio, 2013

La 44,de cenicienta a princesa

Valledupar ha ido creciendo con suma rapidez, porque se ha convertido en un lugar interesante para invertir. De ello dan cuenta los proyectos de vivienda vertical y horizontal que se anuncian, la construcción de centros comercialesy la activación del comercio en nuevos sectores, antes impensables, como la calle que conduce al barrio La nevada y sectores aledaños, la carrera novenay la construcción de almacenes de cadena que han encontrado un mercado virgen donde expandirse.

Por Oscar Ariza Daza

Valledupar ha ido creciendo con suma rapidez, porque se ha convertido en un lugar interesante para invertir. De ello dan cuenta los proyectos de vivienda vertical y horizontal que se anuncian, la construcción de centros comercialesy la activación del comercio en nuevos sectores, antes impensables, como la calle que conduce al barrio La nevada y sectores aledaños, la carrera novenay la construcción de almacenes de cadena que han encontrado un mercado virgen donde expandirse.

Suele pensarse que una ciudad inicia su tránsito hacia la modernidad, cuando su desarrollo económico genera un cambio en su estructura arquitectónica que apunta a soluciones de vivienda vertical, pero si la ciudad crece sin generar espacios urbanos cómodos y agradables, sus pobladores nunca podrán notar que el desarrollo conlleva al mejoramiento de la calidad de vida, sino que trae problemas de fondo, que al igual que en Macondo pueden corroborar el fracaso de la modernidad, porque de nada serviría la inversión del sector privado que hoy se le hace a la ciudad, si la infraestructura servicios públicos sigue rezagada frente a los retos de desarrollo que hoy se proyectan.

Hoy son insuficientes los espacios agradables que Valledupar tiene para visitar o transitar y los pocos que hay, se encuentran deteriorados o amenazados por la delincuencia común y por la falta de civilidad de muchos.

El mejoramiento que la Gobernación del Cesar hace de la  44, se ha convertido en un buen ejemplo para imitar, porque podemos transitar por una avenida moderna y cómoda que solucionó un problema vial  de esa zona y a su vez recuperó la imagen deteriorada de una sector que padeció la indiferencia de las administraciones  por más de dos décadas. 

El concepto estético aplicado a la estructura vial, hace que quienes transitemos por allí experimentemos la agradable sensación de ir por una galería de arte al estilo de las grandes ciudades.

Pese a la oposición que tuvo la construcción de las esculturas sobre la avenida 44, el gobernador tuvo el acierto de ir más allá de la mera pavimentación, para involucrar el concepto de arte urbano que tanto ayuda al mejoramiento de la imagen de la zona. Esto tiene que hacer entender a la administración municipal, que el desarrollo de Valledupar, debe involucrar una transformación física de la estructura urbana, que apunte a una ciudad estéticamente visible, que  genere espacios dignos y cómodos para que sus habitantes la perciban  como un lugar  público donde vivir, divertirse, formarse y no como un cerco de donde es necesario salir para oxigenarse. 

 

Columnista
10 junio, 2013

La 44,de cenicienta a princesa

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Oscar Ariza Daza

Valledupar ha ido creciendo con suma rapidez, porque se ha convertido en un lugar interesante para invertir. De ello dan cuenta los proyectos de vivienda vertical y horizontal que se anuncian, la construcción de centros comercialesy la activación del comercio en nuevos sectores, antes impensables, como la calle que conduce al barrio La nevada y sectores aledaños, la carrera novenay la construcción de almacenes de cadena que han encontrado un mercado virgen donde expandirse.


Por Oscar Ariza Daza

Valledupar ha ido creciendo con suma rapidez, porque se ha convertido en un lugar interesante para invertir. De ello dan cuenta los proyectos de vivienda vertical y horizontal que se anuncian, la construcción de centros comercialesy la activación del comercio en nuevos sectores, antes impensables, como la calle que conduce al barrio La nevada y sectores aledaños, la carrera novenay la construcción de almacenes de cadena que han encontrado un mercado virgen donde expandirse.

Suele pensarse que una ciudad inicia su tránsito hacia la modernidad, cuando su desarrollo económico genera un cambio en su estructura arquitectónica que apunta a soluciones de vivienda vertical, pero si la ciudad crece sin generar espacios urbanos cómodos y agradables, sus pobladores nunca podrán notar que el desarrollo conlleva al mejoramiento de la calidad de vida, sino que trae problemas de fondo, que al igual que en Macondo pueden corroborar el fracaso de la modernidad, porque de nada serviría la inversión del sector privado que hoy se le hace a la ciudad, si la infraestructura servicios públicos sigue rezagada frente a los retos de desarrollo que hoy se proyectan.

Hoy son insuficientes los espacios agradables que Valledupar tiene para visitar o transitar y los pocos que hay, se encuentran deteriorados o amenazados por la delincuencia común y por la falta de civilidad de muchos.

El mejoramiento que la Gobernación del Cesar hace de la  44, se ha convertido en un buen ejemplo para imitar, porque podemos transitar por una avenida moderna y cómoda que solucionó un problema vial  de esa zona y a su vez recuperó la imagen deteriorada de una sector que padeció la indiferencia de las administraciones  por más de dos décadas. 

El concepto estético aplicado a la estructura vial, hace que quienes transitemos por allí experimentemos la agradable sensación de ir por una galería de arte al estilo de las grandes ciudades.

Pese a la oposición que tuvo la construcción de las esculturas sobre la avenida 44, el gobernador tuvo el acierto de ir más allá de la mera pavimentación, para involucrar el concepto de arte urbano que tanto ayuda al mejoramiento de la imagen de la zona. Esto tiene que hacer entender a la administración municipal, que el desarrollo de Valledupar, debe involucrar una transformación física de la estructura urbana, que apunte a una ciudad estéticamente visible, que  genere espacios dignos y cómodos para que sus habitantes la perciban  como un lugar  público donde vivir, divertirse, formarse y no como un cerco de donde es necesario salir para oxigenarse.