En su discurso de instalación del Congreso de la República, hablaba el presidente Petro sobre la economía descarbonizada, la economía del petróleo y del gas sin profundizar en algunos temas, para concluir con la prosperidad social descarbonizada y así cambiar la matriz de producción de energía basada en el sol el viento y el agua.

Casi toda la energía que utiliza el hombre tiene su origen en el Sol. De nuestros aborígenes e indígenas siempre he oído hablar, con mucha razón, de deponer el odio de todo el universo y dedicarnos a la madre tierra, pues allí está la esencia de todas las cosas que nos permitan fomentar la producción y por consiguiente el capital con las políticas agrarias, y que a través de las energías limpias con responsabilidad social se pueda prescindir por siempre de las energías fósiles para lograr una vida más atractiva y fiable, que sirva como premisa de que el mundo productivo es el que genera trabajo. 

La justicia ambiental busca abordar las desigualdades ambientales y sociales, pero asegurando que las decisiones políticas y económicas no perjudiquen de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables que en el caso de la explotación del carbón, petróleo y gas natural, las empresas que manejan estas economías, hay que reconocer, que vienen trabajando de años atrás en alternativas de mejoramiento y sustitución.

La justicia ambiental es un concepto crucial en el campo de la sostenibilidad y la equidad para que todas las personas tengan el derecho a vivir en un ambiente limpio y saludable. 

La energía solar, eólica, hidráulica y energía del mar entre otras, ya están desde tiempo atrás en las mentes de los científicos de la humanidad, siempre en busca de un mundo mejor e inmortal para el amparo del futuro no solo de la humanidad sino del universo entero y quienes a través de los rectores de estas economías sobre el petróleo y carbón criticadas, se le olvidó al gobierno que estas viven de otrora realizando programas para la sustitución paulatina de tales recursos naturales, para lo cual han venido realizando estudios y socializando temas como los últimos que escuché de la empresa Drummond Ltd., sobre la carbononeutralidad, donde se explica sobre un estado donde las emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) son equilibradas con las capturas y compensaciones del mismo, logrando cero emisiones netas. Para alcanzarlo, es esencial reducir las emisiones a través de prácticas sostenibles, energías renovables y tecnologías limpias. Además, se fomenta la reforestación y captura de carbono mediante proyectos de conservación. La transición hacia el tema carbono neutralidad es crucial para combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente. Esto demuestra que se está trabajando en cambios y sustituciones. Todos estos estudios contemplan las fuentes de energía más utilizadas y con respecto a la energía eólica, la solar y la nuclear, son las que menos contaminan y sobre las cuales se trabaja ya que son las más baratas, como también las que reequilibran a las personas y armonizan su energía liberando de sentimientos y pensamientos negativos tanto propios como proyectados por otros.

La justicia social es un concepto que busca garantizar la equidad y la igualdad de oportunidades para todos los miembros de una sociedad. Busca abordar y corregir las desigualdades socioeconómicas y la discriminación basada en género, raza, religión, orientación sexual o cualquier otra característica. 

Promueve el acceso a servicios básicos como educación, salud y vivienda. La justicia social se enfoca en erradicar la pobreza, proteger los derechos humanos y fomentar la inclusión social para construir una sociedad más justa, solidaria y sostenible.

Excelentes temas sobre la justicia ambiental y social que si no se conoce y se entiende que ellos dependen más que todo de la justicia emocional, y esta, si no se tiene en cuenta como enlace ineludible para las otras, entonces sería mejor el silencio. El sentido de la justicia es en sí mismo una emoción, extensamente sentida, que responde a lo atípico.

La justicia emocional se refiere a la equidad y la empatía de las emociones. Busca reconocer y respetar los sentimientos y que se identifiquen y aborden las disparidades.

La justicia emocional reconoce que todos merecen ser tratados con compasión y alegría, sin ignorar sus sentimientos. Este tipo de justicia es fundamental para el funcionamiento ideal de la justicia social, ambiental, etc., y debe hacer parte integral para ayudar a mitigar y deponer las obsesiones políticas que impiden el reconocimiento a los verdaderos agentes de los procesos económicos y que incluso causando malestares ambientales en la humanidad han venido de tiempo atrás trabajando en temas alternativos escalonados en pro de mejoramientos totales con la responsabilidad social del caso, en la medida en que avanza la ciencia y la tecnología. 

Una persona presa de recelos no puede pensar con claridad, la emoción es tan fuerte que le ciega y se impone a la razón y en muchas ocasiones se toman decisiones precipitadas que pueden perjudicar al entorno. Estos recelos cuando se convierten en placer nos vuelven sectarios, apasionados en todos los aspectos, haciéndonos olvidar la justicia total y que, compartidos entre la realidad y los sueños, solo sirven para conjugar la práctica de conductas anormales.

Excelente los temas del discurso, pero se nota a leguas que, al gobierno actual del cambio por la vida, está olvidando por completo la justicia emocional que no es otra cosa que deponer el odio para poder pensar con verdadera equidad en los campos económicos, políticos, social, ambientales y jurídicos.

Hay que tener mucho cuidado, ya que no se debe cometer injusticias contra personas, instituciones y sociedades de economías y servicios ya que repercutiría contra la sociedad que le rodea. El análisis y el consenso participativo es importante.

Por Fausto Cotes N.