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Columnista - 23 diciembre, 2015

Juicio de responsabilidades

A raíz del reconocimiento al folclor del Valle, como patrimonio de la humanidad hecho por la Unesco, han sido muchos los cometarios, por parte de neófitos y expertos en temas folclóricos. Los valoramos, los respetamos, hemos dicho que en Valledupar y la región se encuentra el sumo máximo del conocimiento del folclor, pero hay excepciones […]

A raíz del reconocimiento al folclor del Valle, como patrimonio de la humanidad hecho por la Unesco, han sido muchos los cometarios, por parte de neófitos y expertos en temas folclóricos.

Los valoramos, los respetamos, hemos dicho que en Valledupar y la región se encuentra el sumo máximo del conocimiento del folclor, pero hay excepciones que no compartimos, comentaristas ligeros, que tienen afán de responsabilizar a la radio vallenata por el justo regaño de la Unesco a los vallenatos, por la alerta máxima de extinción en que se encuentra el vallenato.

No hace más de sesenta años que los medios de comunicación electromagnéticos, comenzaron a programar tímidamente una música rara en las ondas hertzianas, la de nuestros conjuntos vallenatos, generaba más rechazo que aceptación, pero la acción quijotesca de algunas personas que se atrevieron en Bogotá a profanar el santuario de la música cachaca, para sonar esa música que ellos denominaban ruidosa, Carlos Melo, en radio Juventud y su programa ‘Meridano en la Costa’, donde se presentaban Pedro García, Pablo López, Esteban Salas y otros, comenzaron a abrirse espacios

Lo mismo ocurría en emisoras de Barranquilla, se presentaban Abel Antonio Villa, Luis Enrique Martínez, Francisco Rada, Alejo, Bovea.

En nuestros archivos reposa una grabación de 1956, en la que Rafael Escalona promocionaba su música en la emisora de Bogotá, HJCK. Rafael le comentaba a la aun, no afamada, Gloria Valencia, sobre las bondades de la música vallenata y de la condición campesina, pobreza y origen de sus protagonistas, para asombro de la entrevistadora y sus escuchas.

En Valledupar nuestra incipiente radio era manejada por propietarios, locutores y periodistas barranquilleros o cachacos, con excepción de algunos vallenatos que se involucraron en cargos subalternos, se imponía el criterio y gusto musical de estas personas foráneas, programaban melodías en ritmo de bambucos, pasillos, bundes, rancheras, tangos, sonora matancera, porros, cumbias, boleros, la música del Valle causaba rechazo, vergüenza, no se programaba.

Este pensamiento fue desterrado de la radio vallenata en 1967, cuando se piensa en la creación del departamento del Cesar y el Festival Vallenato, se necesitaba promocionar no solo las riquezas de nuestro suelo, sino también la música vallenata, con la cual se amenizaba esta gesta y con ellos, logramos convencer a los reacios congresistas.
Hubo apertura para estos espacios, los primeros en Radio Guatapurí, ‘Acordeones en el aire’, ‘Fiesta Vallenata’, ‘Trilogía Vallenata’. Después Radio Valledupar, La Voz Del Cesar, Radio Reloj, Ondas de Macondo, La Voz del Cañaguate.

La cadena Caracol, con 80 emisoras en todo el país, implementó los sábados dos horas de vallenatos de seis a ocho de la noche, con el reconocido locutor nacional Hernando Perdomo Ch, después vino la era de las Emisoras FM, que impusieron 24 horas vallenatos y este se divulgó por todo el país y parte del exterior.

Que el vallenato esté en crisis, a todos atañe responsabilidad, gobierno, músicos, medios de comunicación, academia. A propósito, que pasó con las semanas culturales de los colegios, de allí salieron buenos cantantes acordeoneros, cajeros, guacharaqueros.

Columnista
23 diciembre, 2015

Juicio de responsabilidades

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

A raíz del reconocimiento al folclor del Valle, como patrimonio de la humanidad hecho por la Unesco, han sido muchos los cometarios, por parte de neófitos y expertos en temas folclóricos. Los valoramos, los respetamos, hemos dicho que en Valledupar y la región se encuentra el sumo máximo del conocimiento del folclor, pero hay excepciones […]


A raíz del reconocimiento al folclor del Valle, como patrimonio de la humanidad hecho por la Unesco, han sido muchos los cometarios, por parte de neófitos y expertos en temas folclóricos.

Los valoramos, los respetamos, hemos dicho que en Valledupar y la región se encuentra el sumo máximo del conocimiento del folclor, pero hay excepciones que no compartimos, comentaristas ligeros, que tienen afán de responsabilizar a la radio vallenata por el justo regaño de la Unesco a los vallenatos, por la alerta máxima de extinción en que se encuentra el vallenato.

No hace más de sesenta años que los medios de comunicación electromagnéticos, comenzaron a programar tímidamente una música rara en las ondas hertzianas, la de nuestros conjuntos vallenatos, generaba más rechazo que aceptación, pero la acción quijotesca de algunas personas que se atrevieron en Bogotá a profanar el santuario de la música cachaca, para sonar esa música que ellos denominaban ruidosa, Carlos Melo, en radio Juventud y su programa ‘Meridano en la Costa’, donde se presentaban Pedro García, Pablo López, Esteban Salas y otros, comenzaron a abrirse espacios

Lo mismo ocurría en emisoras de Barranquilla, se presentaban Abel Antonio Villa, Luis Enrique Martínez, Francisco Rada, Alejo, Bovea.

En nuestros archivos reposa una grabación de 1956, en la que Rafael Escalona promocionaba su música en la emisora de Bogotá, HJCK. Rafael le comentaba a la aun, no afamada, Gloria Valencia, sobre las bondades de la música vallenata y de la condición campesina, pobreza y origen de sus protagonistas, para asombro de la entrevistadora y sus escuchas.

En Valledupar nuestra incipiente radio era manejada por propietarios, locutores y periodistas barranquilleros o cachacos, con excepción de algunos vallenatos que se involucraron en cargos subalternos, se imponía el criterio y gusto musical de estas personas foráneas, programaban melodías en ritmo de bambucos, pasillos, bundes, rancheras, tangos, sonora matancera, porros, cumbias, boleros, la música del Valle causaba rechazo, vergüenza, no se programaba.

Este pensamiento fue desterrado de la radio vallenata en 1967, cuando se piensa en la creación del departamento del Cesar y el Festival Vallenato, se necesitaba promocionar no solo las riquezas de nuestro suelo, sino también la música vallenata, con la cual se amenizaba esta gesta y con ellos, logramos convencer a los reacios congresistas.
Hubo apertura para estos espacios, los primeros en Radio Guatapurí, ‘Acordeones en el aire’, ‘Fiesta Vallenata’, ‘Trilogía Vallenata’. Después Radio Valledupar, La Voz Del Cesar, Radio Reloj, Ondas de Macondo, La Voz del Cañaguate.

La cadena Caracol, con 80 emisoras en todo el país, implementó los sábados dos horas de vallenatos de seis a ocho de la noche, con el reconocido locutor nacional Hernando Perdomo Ch, después vino la era de las Emisoras FM, que impusieron 24 horas vallenatos y este se divulgó por todo el país y parte del exterior.

Que el vallenato esté en crisis, a todos atañe responsabilidad, gobierno, músicos, medios de comunicación, academia. A propósito, que pasó con las semanas culturales de los colegios, de allí salieron buenos cantantes acordeoneros, cajeros, guacharaqueros.