El acordeonero trabajó por cuatro años en un disco que entregará como homenaje a su vida musical, hecha con grandes figuras como Peter Manjarrés, Silvestre Dangond y Diomedes Díaz.
Manuela le pregunta a su papá, Juan Mario De la Espriella, “por qué te separaste de Silvestre”, en medio de una charla informal en la sala de su residencia, ubicada al norte de Valledupar.
El acordeonero, nacido en Sincelejo, centró básicamente su respuesta en el destino y que eso pasó hace mucho tiempo. “Nos separamos en la época más famosa de ambos”, advirtió.
De ahí en adelante la larga charla quedó entre EL PILÓN y ‘Juancho’, como cariñosamente lo llaman. Manuela, por su parte, fue a su cuarto a divertirse como una tarde cualquiera de domingo.
‘Juancho’ reconoció a Diomedes Díaz como su sueño más preciado y alcanzado en la producción ‘Pidiendo Vía’, a la que fue invitado para interpretar cuatro canciones y terminó haciendo todo el trabajo discográfico.
Actualmente prepara ‘Mi Esencia’, el compacto número 20 de su carrera que servirá como homenaje a su carrera artística y personal.
¿Qué significan 20 años de carrera artística?
Es el trasegar de mucho esfuerzo y experiencias que he vivido a nivel profesional desde que grabé mi primer CD, y que hoy en día lo celebro con un compacto que se llamará ‘Mi Esencia’, un disco naciente de una pregunta: ¿cómo sería grabar un disco sin la presión comercial? Sin fusiones, con poesía, con pureza, así nació hacer un compacto como el que terminé haciendo. No es de clásicos porque en un 70 % son canciones inéditas, pero como se grabó en los años 80 y 90, ese con el que yo crecí y me enamoré.
En su vida musical, ¿cuál es la etapa más trascendental?
Con Diomedes. Haciendo énfasis en que partió mi carrera en dos, fue Diomedes Díaz. Creo que la gente no me viera de la misma forma, ni me respetara tanto mi carrera, si no hubiera grabado con él. Diomedes a mí me graduó. Es el cantante más grande de la música vallenata y el más grande que ha dado Colombia entera en todos sus tiempos, y poder decir hoy en día que fue uno de los pocos acordeoneros que grabó con él, marca mi carrera musical de una manera trascendental. Cuando salió el disco (‘Pidiendo vía’ -2003) yo quería salir en la caravana pero me tocó ir a un concierto con Silvestre (risas). Diomedes me mandó a decir que lo apoyara, pero Carlos Bloom había firmado una fiesta de quince años en Barranquilla, pero sabía que si no iba no volvería a ver a Silvestre.
¿Con Diomedes simplemente se reunía en los estudios de grabación o compartieron algo más?
Yo tuve una convivencia con Diomedes grandísima en la cárcel, que no solo fue en la grabación del CD. Llegué a grabar con Diomedes y hace seis meses ya estaba entrando en la cárcel. Tuve la oportunidad de tratarlo, siendo un muchacho me iba detrás de sus conciertos, me colaba en los estudios y hasta le recordé que ‘Juancho’ Rois me invitó al Hotel Tequendama y ahí entró él. La sola experiencia de haber compartido musicalmente cuando comencé a arreglar las canciones, cuando él me entregó las canciones, que las escogió él y yo me ponía a pensar la verraquera musical de un hombre que me entrega a mí ‘Las gemelas’ (obra de Calixto Ochoa), eso era tener una visión muy buena de la música.
Su estilo para interpretar el acordeón es polémico, pero exitoso. ¿Qué opina de las críticas recibidas?
Para nadie es un secreto que yo admiro a ‘El Cocha’ Molina, pero dentro de haberlo seguido desde muchacho finalmente me encontré conmigo mismo, mi forma, cosas que aprendía a aceptar, por ejemplo no era un acordeonero ágil como eran los otros, y al mismo tiempo que no tenía el don Dios me puso una virtud de hacer pases hermosos, arreglar con melodía y sabor; cuando me descubro hace 15 o 17 años, dije que haría énfasis en lo que yo sabía. Me enfoqué en la melodía y al sol de hoy creo que una gran cantidad de acordeoneros sigue lo que he hecho hace años.
En ‘Mi Esencia’ se nota lo tanto que amo la música vallenata, la tradicional, porque antes se tocaba más con el corazón que con la virtud, eso es lo que transmito con un arreglo a la hora de tocar.
¿Qué significado tiene de los cantantes que han estado con usted?
Miguel Cabrera: fue mi primer cantante. Es sabanero y mayor que yo, quien finalmente me dio la oportunidad de grabar en 1994, tres canciones para Sonolux. Lo invité a cantar en este CD un merengue. Para mí es una de las personas que más quiero y aprecio hoy en día porque me dio el espacio para hacerme profesional.
Peter Manjarres: nos abrimos juntos la posibilidad de grabar y de darnos a conocer comercialmente y hasta famosos.
Silvestre Dangond: hay un cariño y un amor de hermanos, de compadres, grandísimo, independiente de lo musical. Vivimos cosas buenas, malas, una cantidad de éxito durante 10 años. Esa fue una época musical que quedó marcada. Nos separamos en la época más famosa de ambos.
Diomedes Díaz: lo más grande que me pasó musicalmente.
Martín Elías: con Martín fue un reto, una etapa de lucha y salimos adelante. Era un heredero de la forma de interpretar de su papá, única, era versátil. Un ser especial.
‘Mono’ Zabaleta: esta etapa me gusta mucho porque comprendí que si en algún momento tengo que volver a meterme en un proyecto, que no está dosificado, se puede hacer. Crecimos juntos y hoy en día es uno de los cantantes con un sitio ganado y sigue ganando terreno.
En la vida existen momentos difíciles. A usted le llegó con la separación de Silvestre Dangond. ¿Qué ha aprendido?
Yo me angustié mucho cuando me separé con Silvestre. Fue una angustia fuerte. Finalmente yo anuncié la separación en Twitter. Él quería un cambio y estaba pendiente de Rolando. Los detalles sobran. Me angustié porque habíamos construido un proyecto sólido, veníamos en un nivel de fama especial, con éxitos ni se diga y en un nivel de ingresos económicos que me ponían a pensar. Todo eso hoy lo veo como una experiencia que actualmente me lleva a lo mismo, a creer que si en algún momento mi carrera tiene que retroceder lo haré.
¿Qué encontrará el público en ‘Mi Esencia’?
Es el disco que soñé hacer. Siendo yo parte de la evolución musical del vallenato y así el comercio me lleve a seguir grabando cosas distantes a lo que mi corazón quiere, finalmente el que se pregunte qué y quién es ‘Juancho’ De la Espriella musicalmente, que escuche ‘Mi Esencia’. Este es el disco que haría una y mil veces si pudiera decidir solo, lo que pasa es no soy solo y la presión comercial es grandísima. Hoy en día son los feat, el reggaetón.
Es un trabajo de colección, para la historia. Tengo fe de que gustará mucho, en un momento de que el vallenato está entregado a la diversidad, creo que al oyente y amante les agradará mucho. Saldrá de manera independiente, sin casa disquera, hice un negocio con una empresa de subirlo a las plataformas digitales y ellos se encargarán de un marketing digital, pero también lo entregaremos a nivel físico en toda Colombia. Lo publicaremos entre agosto y septiembre.
¿A qué compositores e intérpretes invitó?
Son quienes fueron famosos en los años 80 y 90: José Alfonso ‘Chiche’ Maestre, Rafael Manjarrez, Hernán Urbina, Luis Egurrola, Hernando Marín, Alejandro Durán, Leandro Díaz, entre otros.
Terminé reuniendo a 15 cantantes de la música vallenata: ‘Churo’ Díaz, ‘Mono’ Zabaleta, Silvestre Dangond, Jean Carlos Centeno, Jorge Celedón, Carlos Malo, Joaco Pertuz, Daniel Calderón, Miguel Cabrera, Silvio Brito, Iván Villazón, Peter Manjarres, Omar Geles.
¿Omar Geles viene cantando y usted tocando el acordeón?
Hace unos días 15 que vino Peter a Valledupar, me llamó como a las 4:00 de la madrugada y estaba con Omar Geles. Hicieron una canción especial para mi disco y se llama ‘Mi Esencia’. Yo le hice el acordeón finalmente y la cantan Omar Geles, acompañado de Peter Manjarres.
¿Qué tiene pensado para el lanzamiento?
Como es un disco especial y tratar de reunir a todos los cantantes es difícil, así que pensando cómo hacerle marketing y promoción, me inclino entre la parte teatral. Quisiera hacer unos conversatorios, que fuera en teatros, porque es más sencillo convocar a algunos intérpretes en cinco o seis ciudades principales de Colombia. No lo quiero basar en un lanzamiento musical, sino más educativo, creo que es la forma ideal de hacerlo un lunes, martes, miércoles. Soñaría con que fuera el conversatorio de ‘Mi Esencia’.
El acordeonero trabajó por cuatro años en un disco que entregará como homenaje a su vida musical, hecha con grandes figuras como Peter Manjarrés, Silvestre Dangond y Diomedes Díaz.
Manuela le pregunta a su papá, Juan Mario De la Espriella, “por qué te separaste de Silvestre”, en medio de una charla informal en la sala de su residencia, ubicada al norte de Valledupar.
El acordeonero, nacido en Sincelejo, centró básicamente su respuesta en el destino y que eso pasó hace mucho tiempo. “Nos separamos en la época más famosa de ambos”, advirtió.
De ahí en adelante la larga charla quedó entre EL PILÓN y ‘Juancho’, como cariñosamente lo llaman. Manuela, por su parte, fue a su cuarto a divertirse como una tarde cualquiera de domingo.
‘Juancho’ reconoció a Diomedes Díaz como su sueño más preciado y alcanzado en la producción ‘Pidiendo Vía’, a la que fue invitado para interpretar cuatro canciones y terminó haciendo todo el trabajo discográfico.
Actualmente prepara ‘Mi Esencia’, el compacto número 20 de su carrera que servirá como homenaje a su carrera artística y personal.
¿Qué significan 20 años de carrera artística?
Es el trasegar de mucho esfuerzo y experiencias que he vivido a nivel profesional desde que grabé mi primer CD, y que hoy en día lo celebro con un compacto que se llamará ‘Mi Esencia’, un disco naciente de una pregunta: ¿cómo sería grabar un disco sin la presión comercial? Sin fusiones, con poesía, con pureza, así nació hacer un compacto como el que terminé haciendo. No es de clásicos porque en un 70 % son canciones inéditas, pero como se grabó en los años 80 y 90, ese con el que yo crecí y me enamoré.
En su vida musical, ¿cuál es la etapa más trascendental?
Con Diomedes. Haciendo énfasis en que partió mi carrera en dos, fue Diomedes Díaz. Creo que la gente no me viera de la misma forma, ni me respetara tanto mi carrera, si no hubiera grabado con él. Diomedes a mí me graduó. Es el cantante más grande de la música vallenata y el más grande que ha dado Colombia entera en todos sus tiempos, y poder decir hoy en día que fue uno de los pocos acordeoneros que grabó con él, marca mi carrera musical de una manera trascendental. Cuando salió el disco (‘Pidiendo vía’ -2003) yo quería salir en la caravana pero me tocó ir a un concierto con Silvestre (risas). Diomedes me mandó a decir que lo apoyara, pero Carlos Bloom había firmado una fiesta de quince años en Barranquilla, pero sabía que si no iba no volvería a ver a Silvestre.
¿Con Diomedes simplemente se reunía en los estudios de grabación o compartieron algo más?
Yo tuve una convivencia con Diomedes grandísima en la cárcel, que no solo fue en la grabación del CD. Llegué a grabar con Diomedes y hace seis meses ya estaba entrando en la cárcel. Tuve la oportunidad de tratarlo, siendo un muchacho me iba detrás de sus conciertos, me colaba en los estudios y hasta le recordé que ‘Juancho’ Rois me invitó al Hotel Tequendama y ahí entró él. La sola experiencia de haber compartido musicalmente cuando comencé a arreglar las canciones, cuando él me entregó las canciones, que las escogió él y yo me ponía a pensar la verraquera musical de un hombre que me entrega a mí ‘Las gemelas’ (obra de Calixto Ochoa), eso era tener una visión muy buena de la música.
Su estilo para interpretar el acordeón es polémico, pero exitoso. ¿Qué opina de las críticas recibidas?
Para nadie es un secreto que yo admiro a ‘El Cocha’ Molina, pero dentro de haberlo seguido desde muchacho finalmente me encontré conmigo mismo, mi forma, cosas que aprendía a aceptar, por ejemplo no era un acordeonero ágil como eran los otros, y al mismo tiempo que no tenía el don Dios me puso una virtud de hacer pases hermosos, arreglar con melodía y sabor; cuando me descubro hace 15 o 17 años, dije que haría énfasis en lo que yo sabía. Me enfoqué en la melodía y al sol de hoy creo que una gran cantidad de acordeoneros sigue lo que he hecho hace años.
En ‘Mi Esencia’ se nota lo tanto que amo la música vallenata, la tradicional, porque antes se tocaba más con el corazón que con la virtud, eso es lo que transmito con un arreglo a la hora de tocar.
¿Qué significado tiene de los cantantes que han estado con usted?
Miguel Cabrera: fue mi primer cantante. Es sabanero y mayor que yo, quien finalmente me dio la oportunidad de grabar en 1994, tres canciones para Sonolux. Lo invité a cantar en este CD un merengue. Para mí es una de las personas que más quiero y aprecio hoy en día porque me dio el espacio para hacerme profesional.
Peter Manjarres: nos abrimos juntos la posibilidad de grabar y de darnos a conocer comercialmente y hasta famosos.
Silvestre Dangond: hay un cariño y un amor de hermanos, de compadres, grandísimo, independiente de lo musical. Vivimos cosas buenas, malas, una cantidad de éxito durante 10 años. Esa fue una época musical que quedó marcada. Nos separamos en la época más famosa de ambos.
Diomedes Díaz: lo más grande que me pasó musicalmente.
Martín Elías: con Martín fue un reto, una etapa de lucha y salimos adelante. Era un heredero de la forma de interpretar de su papá, única, era versátil. Un ser especial.
‘Mono’ Zabaleta: esta etapa me gusta mucho porque comprendí que si en algún momento tengo que volver a meterme en un proyecto, que no está dosificado, se puede hacer. Crecimos juntos y hoy en día es uno de los cantantes con un sitio ganado y sigue ganando terreno.
En la vida existen momentos difíciles. A usted le llegó con la separación de Silvestre Dangond. ¿Qué ha aprendido?
Yo me angustié mucho cuando me separé con Silvestre. Fue una angustia fuerte. Finalmente yo anuncié la separación en Twitter. Él quería un cambio y estaba pendiente de Rolando. Los detalles sobran. Me angustié porque habíamos construido un proyecto sólido, veníamos en un nivel de fama especial, con éxitos ni se diga y en un nivel de ingresos económicos que me ponían a pensar. Todo eso hoy lo veo como una experiencia que actualmente me lleva a lo mismo, a creer que si en algún momento mi carrera tiene que retroceder lo haré.
¿Qué encontrará el público en ‘Mi Esencia’?
Es el disco que soñé hacer. Siendo yo parte de la evolución musical del vallenato y así el comercio me lleve a seguir grabando cosas distantes a lo que mi corazón quiere, finalmente el que se pregunte qué y quién es ‘Juancho’ De la Espriella musicalmente, que escuche ‘Mi Esencia’. Este es el disco que haría una y mil veces si pudiera decidir solo, lo que pasa es no soy solo y la presión comercial es grandísima. Hoy en día son los feat, el reggaetón.
Es un trabajo de colección, para la historia. Tengo fe de que gustará mucho, en un momento de que el vallenato está entregado a la diversidad, creo que al oyente y amante les agradará mucho. Saldrá de manera independiente, sin casa disquera, hice un negocio con una empresa de subirlo a las plataformas digitales y ellos se encargarán de un marketing digital, pero también lo entregaremos a nivel físico en toda Colombia. Lo publicaremos entre agosto y septiembre.
¿A qué compositores e intérpretes invitó?
Son quienes fueron famosos en los años 80 y 90: José Alfonso ‘Chiche’ Maestre, Rafael Manjarrez, Hernán Urbina, Luis Egurrola, Hernando Marín, Alejandro Durán, Leandro Díaz, entre otros.
Terminé reuniendo a 15 cantantes de la música vallenata: ‘Churo’ Díaz, ‘Mono’ Zabaleta, Silvestre Dangond, Jean Carlos Centeno, Jorge Celedón, Carlos Malo, Joaco Pertuz, Daniel Calderón, Miguel Cabrera, Silvio Brito, Iván Villazón, Peter Manjarres, Omar Geles.
¿Omar Geles viene cantando y usted tocando el acordeón?
Hace unos días 15 que vino Peter a Valledupar, me llamó como a las 4:00 de la madrugada y estaba con Omar Geles. Hicieron una canción especial para mi disco y se llama ‘Mi Esencia’. Yo le hice el acordeón finalmente y la cantan Omar Geles, acompañado de Peter Manjarres.
¿Qué tiene pensado para el lanzamiento?
Como es un disco especial y tratar de reunir a todos los cantantes es difícil, así que pensando cómo hacerle marketing y promoción, me inclino entre la parte teatral. Quisiera hacer unos conversatorios, que fuera en teatros, porque es más sencillo convocar a algunos intérpretes en cinco o seis ciudades principales de Colombia. No lo quiero basar en un lanzamiento musical, sino más educativo, creo que es la forma ideal de hacerlo un lunes, martes, miércoles. Soñaría con que fuera el conversatorio de ‘Mi Esencia’.