‘El Divo de Juárez’ dejó en la capital mundial del vallenato la camisa que lució durante el histórico concierto del 29 de abril de 2013.
El lunes 29 de abril de 2013 la casa más grande del vallenato en Colombia estuvo a reventar. El Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araújo Noguera’ se vio colmado ante el esperado concierto del artista mexicano Juan Gabriel.
‘El Divo de Juárez’ no solamente se entregó durante las dos horas y 11 minutos del concierto en el que plasmó con su voz su sentimiento de cantor, su agradecimiento a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, sino que exaltó la ciudad más arborizada que había visto. Además, dejó como recuerdo la camisa autografiada que lució esa noche gloriosa matizada con rancheras y baladas.
Dos días después del concierto, su empresario Carlos Gutiérrez llevó la camisa en chiffon color naranja estampada, talla L, lavada y planchada, con un mensaje de agradecimiento del artista por las atenciones recibidas, por la calidad humana de los asistentes al concierto y donde también se disculpaba por haber estado un poco disfónico.
La elogiada camisa hoy queda como gran testimonio del artista que de igual manera opinó que le gustaba la música vallenata, por todas las historias que contaba y por su parte rítmica que lo hacía bailar.
El concierto de Juan Gabriel estaba previsto para un día antes, al lado de los grandes del vallenato, pero por solicitud del empresario, debido a que el cantautor recibía para esa fecha un homenaje del gobierno mexicano por sus 40 años de vida artística, se hizo para la fecha anotada al lado de Pitbull, Peter Manjarrés y Martín Elías.
Antes de subir a tarima, al reconocido artista le fue entregado por parte de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata un poncho y un sombrero vueltiao, prendas que lució orgulloso durante gran parte del concierto, tal como lo registraron las fotografías de Edgar De la Hoz Anaya, reconocido comunicador, quien sobre esa velada memorable manifestó: “el cubrimiento del concierto de un gran artista como Juan Gabriel sin duda es una experiencia visual enriquecedora. Era un artista que trasmitía tranquilidad, un mensaje de sentimiento en sus letras y una puesta en escena sin complicaciones, evidenciando el desprendimiento de parafernalias distractoras”.
Seguidamente entrando al plano artístico anotó que “Juan Gabriel era un gran artista, un artista que se entregaba hasta el cansancio ante el público. Lo tuve cerca, y la mayoría de las veces sonreía ante la acogida que estaba recibiendo. Para la historia queda el registro gráfico logrado a instancias de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, que de manera grata hace parte de nuestra cultura”.
El presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araújo, al recordar ese concierto indicó: “ese evento musical fue del agrado de todos los asistentes por la calidad y entrega del artista en tarima, su sencillez y calidad humana. Fue de esos conciertos sensacionales, y hoy más que nunca lo recordamos. Que honor tan grande haber tenido a Juan Gabriel en Valledupar. De igual manera destaco el detalle de dejarnos la camisa autografiada que lució en ese concierto”.
Juan Gabriel vino a Valledupar en avión privado, trajo una banda y su mariachi, su chef privado y reportero gráfico personal. El camerino le fue adecuado con un sofá grande, cortinas blancas y rosas rojas. Pidió algo muy sencillo, pero acogedor.
El concierto lo inició con la canción ‘No tengo dinero’, y lo culminó con ‘Por qué me haces llorar’. En total interpretó 15 canciones.
Alberto Aguilera Valadez, más conocido como Juan Gabriel, partió colmado de aplausos luego de expresar: “Gracias Colombia”. Se marchó para nunca más volver, dejando una estela de alegrías cantadas que ahora se enfrentan a la tristeza, pero que se esquivan al enfocar la nostalgia viva que ahora produce la partida final del ídolo.
‘El Divo de Juárez’ se quedó para siempre en el corazón de todos lo que asistieron al concierto, y que cantaron al unísono sus canciones, esas que lo convirtieron en ídolo, le otorgaron diversos premios y su ingreso al Salón de la Fama.
El secreto del artista consistió en componer y cantar de acuerdo a lo que le dictara su alma. De esta manera, se fueron desgajando versos y estrofas que fácilmente llegaban al oído de millones de personas que se extasiaron con sus canciones.
Ahora, se dará paso a la leyenda de ese ser singular que nunca se cansó de cantarle a ese sentimiento llamado amor, que durante su vida subió y bajó, pero que él nivelaba con su voz romántica que tenía la esencia para plasmarse en el pentagrama donde las notas lloraban y reían.
En medio de todos esos recuerdos de Alberto Aguilera Valadez, aparece el concepto de Diomedes Díaz Maestre, quien en el año 2011 le grabó al lado del rey vallenato Álvaro López Carrillo la canción ‘Caray’.
Al ‘Cacique de La Junta’ le preguntaron sobre el artista mexicano, y sin pensarlo respondió: “Juan Gabriel es un lucero, una estrella, un astro”. Que mejor definición para exaltar a ‘El Divo de Juárez’, ese que ahora brilla en el firmamento con luz propia y cuyas canciones se seguirán escuchando porque se quedaron pegadas en el pentagrama del sentimiento: ‘Siempre en mi mente’, ‘Amor eterno’, ‘Así fue’, ‘Querida’, ‘Hasta que te conocí’, ‘Te sigo amando’, ‘Abrázame muy fuerte’, ‘No tengo dinero’, ‘Por qué me haces llorar’, ‘Se me olvidó otra vez’, ‘Yo no nací para amar’, ‘Déjame vivir’, ‘Ya lo sé que tu te vas’, ‘Adiós al amigo’ y ‘Eternamente agradecido’, entre otras.
Para muchos quedará en el recuerdo la dulce melodía acompañada por unos versos que continuarán sonando con la dulzura y el estilo original del singular cantautor mexicano:
A todas aquellas personas que me conocieron y que siempre me dieron cariño y amor, quiero decirles que los recuerdo, que siempre los llevo conmigo por donde quiera que yo voy y que nunca los voy a olvidar.
Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv
‘El Divo de Juárez’ dejó en la capital mundial del vallenato la camisa que lució durante el histórico concierto del 29 de abril de 2013.
El lunes 29 de abril de 2013 la casa más grande del vallenato en Colombia estuvo a reventar. El Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araújo Noguera’ se vio colmado ante el esperado concierto del artista mexicano Juan Gabriel.
‘El Divo de Juárez’ no solamente se entregó durante las dos horas y 11 minutos del concierto en el que plasmó con su voz su sentimiento de cantor, su agradecimiento a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, sino que exaltó la ciudad más arborizada que había visto. Además, dejó como recuerdo la camisa autografiada que lució esa noche gloriosa matizada con rancheras y baladas.
Dos días después del concierto, su empresario Carlos Gutiérrez llevó la camisa en chiffon color naranja estampada, talla L, lavada y planchada, con un mensaje de agradecimiento del artista por las atenciones recibidas, por la calidad humana de los asistentes al concierto y donde también se disculpaba por haber estado un poco disfónico.
La elogiada camisa hoy queda como gran testimonio del artista que de igual manera opinó que le gustaba la música vallenata, por todas las historias que contaba y por su parte rítmica que lo hacía bailar.
El concierto de Juan Gabriel estaba previsto para un día antes, al lado de los grandes del vallenato, pero por solicitud del empresario, debido a que el cantautor recibía para esa fecha un homenaje del gobierno mexicano por sus 40 años de vida artística, se hizo para la fecha anotada al lado de Pitbull, Peter Manjarrés y Martín Elías.
Antes de subir a tarima, al reconocido artista le fue entregado por parte de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata un poncho y un sombrero vueltiao, prendas que lució orgulloso durante gran parte del concierto, tal como lo registraron las fotografías de Edgar De la Hoz Anaya, reconocido comunicador, quien sobre esa velada memorable manifestó: “el cubrimiento del concierto de un gran artista como Juan Gabriel sin duda es una experiencia visual enriquecedora. Era un artista que trasmitía tranquilidad, un mensaje de sentimiento en sus letras y una puesta en escena sin complicaciones, evidenciando el desprendimiento de parafernalias distractoras”.
Seguidamente entrando al plano artístico anotó que “Juan Gabriel era un gran artista, un artista que se entregaba hasta el cansancio ante el público. Lo tuve cerca, y la mayoría de las veces sonreía ante la acogida que estaba recibiendo. Para la historia queda el registro gráfico logrado a instancias de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, que de manera grata hace parte de nuestra cultura”.
El presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araújo, al recordar ese concierto indicó: “ese evento musical fue del agrado de todos los asistentes por la calidad y entrega del artista en tarima, su sencillez y calidad humana. Fue de esos conciertos sensacionales, y hoy más que nunca lo recordamos. Que honor tan grande haber tenido a Juan Gabriel en Valledupar. De igual manera destaco el detalle de dejarnos la camisa autografiada que lució en ese concierto”.
Juan Gabriel vino a Valledupar en avión privado, trajo una banda y su mariachi, su chef privado y reportero gráfico personal. El camerino le fue adecuado con un sofá grande, cortinas blancas y rosas rojas. Pidió algo muy sencillo, pero acogedor.
El concierto lo inició con la canción ‘No tengo dinero’, y lo culminó con ‘Por qué me haces llorar’. En total interpretó 15 canciones.
Alberto Aguilera Valadez, más conocido como Juan Gabriel, partió colmado de aplausos luego de expresar: “Gracias Colombia”. Se marchó para nunca más volver, dejando una estela de alegrías cantadas que ahora se enfrentan a la tristeza, pero que se esquivan al enfocar la nostalgia viva que ahora produce la partida final del ídolo.
‘El Divo de Juárez’ se quedó para siempre en el corazón de todos lo que asistieron al concierto, y que cantaron al unísono sus canciones, esas que lo convirtieron en ídolo, le otorgaron diversos premios y su ingreso al Salón de la Fama.
El secreto del artista consistió en componer y cantar de acuerdo a lo que le dictara su alma. De esta manera, se fueron desgajando versos y estrofas que fácilmente llegaban al oído de millones de personas que se extasiaron con sus canciones.
Ahora, se dará paso a la leyenda de ese ser singular que nunca se cansó de cantarle a ese sentimiento llamado amor, que durante su vida subió y bajó, pero que él nivelaba con su voz romántica que tenía la esencia para plasmarse en el pentagrama donde las notas lloraban y reían.
En medio de todos esos recuerdos de Alberto Aguilera Valadez, aparece el concepto de Diomedes Díaz Maestre, quien en el año 2011 le grabó al lado del rey vallenato Álvaro López Carrillo la canción ‘Caray’.
Al ‘Cacique de La Junta’ le preguntaron sobre el artista mexicano, y sin pensarlo respondió: “Juan Gabriel es un lucero, una estrella, un astro”. Que mejor definición para exaltar a ‘El Divo de Juárez’, ese que ahora brilla en el firmamento con luz propia y cuyas canciones se seguirán escuchando porque se quedaron pegadas en el pentagrama del sentimiento: ‘Siempre en mi mente’, ‘Amor eterno’, ‘Así fue’, ‘Querida’, ‘Hasta que te conocí’, ‘Te sigo amando’, ‘Abrázame muy fuerte’, ‘No tengo dinero’, ‘Por qué me haces llorar’, ‘Se me olvidó otra vez’, ‘Yo no nací para amar’, ‘Déjame vivir’, ‘Ya lo sé que tu te vas’, ‘Adiós al amigo’ y ‘Eternamente agradecido’, entre otras.
Para muchos quedará en el recuerdo la dulce melodía acompañada por unos versos que continuarán sonando con la dulzura y el estilo original del singular cantautor mexicano:
A todas aquellas personas que me conocieron y que siempre me dieron cariño y amor, quiero decirles que los recuerdo, que siempre los llevo conmigo por donde quiera que yo voy y que nunca los voy a olvidar.
Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv