En el Festival Vallenato, versión 54 del año 2021, homenajearon a un gran artista, compositor y poeta, el maestro Rosendo Romero. En este caso diría que el homenaje más que a ‘Chendo’ fue a toda una dinastía muy villanuevera: los Romero Ospino. En este escenario tuve la oportunidad de conocer a un joven, por no […]
En el Festival Vallenato, versión 54 del año 2021, homenajearon a un gran artista, compositor y poeta, el maestro Rosendo Romero. En este caso diría que el homenaje más que a ‘Chendo’ fue a toda una dinastía muy villanuevera: los Romero Ospino.
En este escenario tuve la oportunidad de conocer a un joven, por no decirle niño, 14 años de edad; sencillo y de una gran personalidad, muy maduro, excelente conversador y un gran acordeonero: José David Caraballo Aguilar.
En casa del amigo Abelardo Rodríguez y su distinguida esposa, hablé con este joven y me contó que a pesar de no haber avanzado en el concurso de acordeonero juvenil en el Festival de la Leyenda Vallenata, seguirá aprendiendo y siendo protagonista de la historia de este festival. Ha participado tres veces: dos como acordeonero infantil y en esta oportunidad en la categoría juvenil. Seguirá hasta lograr ser rey, afirmó.
Su pasión por el acordeón nace desde el momento en que su tío José Aguilar le regala el CD ‘El Original’ de Silvestre Dangond con Juancho De la Espriella; allí observa cómo este versátil artista interpreta el acordeón, y comienza su pasión por este instrumento y a seguir a este par de jóvenes músicos.
“Desde ese momento yo sentí que el acordeón era el instrumento para mí”, y la tiene clara, pues quiere ser rey vallenato y ganarse un Grammy. Es su sueño y desde ya le auguramos éxitos a este joven cartagenero.
Nunca había tenido un acordeón en sus manos, pero cuando escuchó la canción ‘Calidad de Vida’, su sueño comenzó a tener forma de acordeón y lo pidió como regalo de cumpleaños.
Así fue, Álvaro Augusto Caraballo y Carmen Alicia Aguilar, sus padres, le dieron un acordeón pequeño de juguete, que desde luego no suplió sus expectativas, quería algo de peso, es decir, un acordeón de verdad, que al final llegó.
Es grato resaltar que Silvestre Dangond y Juancho de la Espriella sean referentes y espejo de jóvenes como este inquieto muchacho que se define como alguien persistente y muy disciplinado.
El mensaje que les envía a todos los jóvenes que como él quieren ser profesionales en la música va orientado a fortalecer la perseverancia: “Sería mucho mejor si todos los padres apoyaran el talento de sus hijos, pero si no es así, no hay que claudicar, hay que seguir luchando por sus sueños hasta que por fin puedan conseguirlo”.
Alterna su gusto por la música y el acordeón con sus responsabilidades académicas: “Voy muy bien en los estudios, los alterno con la música, pero primero el colegio; los profesores me facilitan los permisos cuando voy a salir, eso me ayuda. Por otro lado, mis compañeros de estudios me apoyan y son mis seguidores y referentes en las redes”.
Es claro que mientras existan jóvenes como José David Caraballo Aguilar el vallenato tendrá un sitial especial en el folclor del mundo. Dios bendiga su carrera y brinde a sus padres las condiciones para seguir apoyándolo.
Valledupar recibe con los brazos abiertos a jóvenes talentosos como este. Se cierra el capítulo del festival 2021, y nos quedan grandes amigos y un futuro rey vallenato con Grammy y todo. Sólo Eso.
En el Festival Vallenato, versión 54 del año 2021, homenajearon a un gran artista, compositor y poeta, el maestro Rosendo Romero. En este caso diría que el homenaje más que a ‘Chendo’ fue a toda una dinastía muy villanuevera: los Romero Ospino. En este escenario tuve la oportunidad de conocer a un joven, por no […]
En el Festival Vallenato, versión 54 del año 2021, homenajearon a un gran artista, compositor y poeta, el maestro Rosendo Romero. En este caso diría que el homenaje más que a ‘Chendo’ fue a toda una dinastía muy villanuevera: los Romero Ospino.
En este escenario tuve la oportunidad de conocer a un joven, por no decirle niño, 14 años de edad; sencillo y de una gran personalidad, muy maduro, excelente conversador y un gran acordeonero: José David Caraballo Aguilar.
En casa del amigo Abelardo Rodríguez y su distinguida esposa, hablé con este joven y me contó que a pesar de no haber avanzado en el concurso de acordeonero juvenil en el Festival de la Leyenda Vallenata, seguirá aprendiendo y siendo protagonista de la historia de este festival. Ha participado tres veces: dos como acordeonero infantil y en esta oportunidad en la categoría juvenil. Seguirá hasta lograr ser rey, afirmó.
Su pasión por el acordeón nace desde el momento en que su tío José Aguilar le regala el CD ‘El Original’ de Silvestre Dangond con Juancho De la Espriella; allí observa cómo este versátil artista interpreta el acordeón, y comienza su pasión por este instrumento y a seguir a este par de jóvenes músicos.
“Desde ese momento yo sentí que el acordeón era el instrumento para mí”, y la tiene clara, pues quiere ser rey vallenato y ganarse un Grammy. Es su sueño y desde ya le auguramos éxitos a este joven cartagenero.
Nunca había tenido un acordeón en sus manos, pero cuando escuchó la canción ‘Calidad de Vida’, su sueño comenzó a tener forma de acordeón y lo pidió como regalo de cumpleaños.
Así fue, Álvaro Augusto Caraballo y Carmen Alicia Aguilar, sus padres, le dieron un acordeón pequeño de juguete, que desde luego no suplió sus expectativas, quería algo de peso, es decir, un acordeón de verdad, que al final llegó.
Es grato resaltar que Silvestre Dangond y Juancho de la Espriella sean referentes y espejo de jóvenes como este inquieto muchacho que se define como alguien persistente y muy disciplinado.
El mensaje que les envía a todos los jóvenes que como él quieren ser profesionales en la música va orientado a fortalecer la perseverancia: “Sería mucho mejor si todos los padres apoyaran el talento de sus hijos, pero si no es así, no hay que claudicar, hay que seguir luchando por sus sueños hasta que por fin puedan conseguirlo”.
Alterna su gusto por la música y el acordeón con sus responsabilidades académicas: “Voy muy bien en los estudios, los alterno con la música, pero primero el colegio; los profesores me facilitan los permisos cuando voy a salir, eso me ayuda. Por otro lado, mis compañeros de estudios me apoyan y son mis seguidores y referentes en las redes”.
Es claro que mientras existan jóvenes como José David Caraballo Aguilar el vallenato tendrá un sitial especial en el folclor del mundo. Dios bendiga su carrera y brinde a sus padres las condiciones para seguir apoyándolo.
Valledupar recibe con los brazos abiertos a jóvenes talentosos como este. Se cierra el capítulo del festival 2021, y nos quedan grandes amigos y un futuro rey vallenato con Grammy y todo. Sólo Eso.