I Lleva en sus manos el pendón un elegante jinete, dibuja el cincuenta y siete con la voz del acordeón. Y se enciende de emoción los carruseles del viento, un eco en ese momento se eleva en el horizonte y es Iván Villazón Aponte cantando con sentimiento. II El número de ese pendón, del Festival […]
I
Lleva en sus manos el pendón
un elegante jinete,
dibuja el cincuenta y siete
con la voz del acordeón.
Y se enciende de emoción
los carruseles del viento,
un eco en ese momento
se eleva en el horizonte
y es Iván Villazón Aponte
cantando con sentimiento.
II
El número de ese pendón,
del Festival Vallenato
que tributa en su mandato:
Homenaje a Villazón.
El Valle bella región
de troveros y canciones,
y suenan los acordeones
las notas de una leyenda;
la música es una ofrenda,
edén de las tradiciones.
III
Ivan Villazón Aponte,
el vallenato cantor
con matices de tenor
abrazado de un sinsonte.
Está en la cima del monte
despertando la alborada
con su copla enamorada
pinta de música el viento;
los corazones contentos
suspiran con su tonada.
IV
En son, merengue y paseo,
su tonada es sinfonía
que enternece de alegría
y galante regodeo;
se llena de cuchicheo
el alma de las mujeres
y florecen los quereres
en edénica ilusión,
hasta vibra el corazón
orlado de amaneceres.
José Atuesta Mindiola