Las directivas, profesores y estudiantes de la Institución Educativa San Joaquín, donde Andrea Camila Llanos Castellanos, de 15 años de edad, cursaba noveno grado, exaltaron las cualidades y calidades humanas de esta joven y no explican por qué se suicidó en su residencia en el sector de Brisas de La Popa, occidente de Valledupar.

El cuerpo fue examinado en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde quienes la conocieron resaltaron que era una estudiante extrovertida, dinámica, amante del deporte y activa en las actividades que se programaban en la institución.

Aunque para las autoridades es un misterio las causas de este hecho registrado el pasado martes, hay versiones que indican que la menor era víctima de agresiones físicas y verbales en su núcleo familiar.

Así pasó

Su progenitor, quien le llevaba el almuerzo, se sorprendió al llegar al inmueble y escuchar música en el equipo de sonido a alto volumen. Comenzó a llamarla para que le bajara el volumen y al ingresar a su habitación se encontró con la macabra escena. El cuerpo de su hija colgado por el cuello con una licra amarrada a una de las vigas del inmueble. En medio de la desesperación el hombre pidió ayuda a los vecinos para descolgarla y trasladarla de inmediato hasta el Hospital Eduardo Arredondo Daza del barrio La Nevada, pero ya estaba sin signos vitales.

“No sé por qué lo hizo, estamos sorprendidos, últimamente la había visto un poco deprimida, le preguntaba en reiteradas ocasiones que le estaba pasando, pero siempre respondía que no tenía, ni le había pasado nada. Al momento del hecho, ella se encontraba sola en la casa y la verdad es que nos aterra lo que hizo, jamás le escuchamos que no quería seguir viviendo, ni que iba a cometer tan semejante decisión”, explicó uno de los familiares de la menor.

El sepelio está previsto para mañana, jueves, y es muy posible que le rindan un homenaje en el plantel educativo donde estudiaba.

Por Abdel Martínez Pérez