Las últimas cuatro administraciones de Valledupar han tratado de recuperar el espacio público de la ciudad, han hecho proyectos de reubicación de los vendedores ambulantes, sobre todo los del centro, incluso han hecho inversiones millonarias que han fracasado (caso la galería La Granja que son solo hierro oxidado que costaron más de tres mil millones), […]
Las últimas cuatro administraciones de Valledupar han tratado de recuperar el espacio público de la ciudad, han hecho proyectos de reubicación de los vendedores ambulantes, sobre todo los del centro, incluso han hecho inversiones millonarias que han fracasado (caso la galería La Granja que son solo hierro oxidado que costaron más de tres mil millones), y el problema sigue igual, quizás peor.
Nuevamente la Alcaldía Municipal hará el intento de recuperar, por lo menos el espacio público de la zona céntrica, iniciativa que se valora, y desde ayer anunció que comenzaron la caracterización de los vendedores estacionarios del centro de la ciudad, trabajo que está ejecutado en un 70 %, con el apoyo de funcionarios de la Oficina de Espacio Público y uniformados de la Policía que realizan constante inspección y operativos de control en el sector de la Galería Popular.
En esta tarea han involucrado a miembros de la Asociación de Vendedores Móviles y Estacionarios de Valledupar, (Asovemev) y se espera que por lo menos funcione la estrategia, que si reubican a algunos vendedores, ese espacio recuperado no sea ocupado al día siguiente por otro.
Ese es un buen comienzo y aunque no queremos ser aguafiestas, si hay que decir que el problema de invasión del espacio público ya no es exclusivo del centro de la ciudad, se da en toda la ciudad. EL PILÓN recibe denuncias diarios de estos casos. Por ejemplo, las puertas de las clínicas y hospitales se convirtieron en unos minimercados que no solo impiden al acceso a los servicios de salud, sino que no dejan pasar a los transeúntes y conductores de carros, motos y bicicletas; la puerta de ingreso a la Universidad Popular del Cesar, sede Sabanas, pasar por allí sí que es una odisea porque taxis, busetas, mototaxistas y vendedores invadieron la vía, el andén y ya casi entran al claustro universitario. Ni qué decir de las vías principales de los barrios, donde los puestos de ventas de comidas rápidas, avisos de otros negocios, escombros, basuras y vehículos parqueados, la gente no puede caminar.
Sería bueno que los funcionarios de la Oficina de Espacio Público hagan un recorrido por toda la ciudad y comenzar con los puntos más críticos para recuperarlos. Mientras no les digan a las personas, que usan el espacio público para sobrevivir, que no está bien que lo hagan ahí, sino en otra parte, seguirá el caos en la ciudad.
La tarea que hoy hacen con los más de 500 miembros de la Asociación de Vendedores Ambulantes y Estacionarios les servirá de modelo para implementarlos en otras zonas de la ciudad: La Nevada, Simón Bolívar, Primero de Mayo, San Martín, Los Fundadores, entre otros.
Las últimas cuatro administraciones de Valledupar han tratado de recuperar el espacio público de la ciudad, han hecho proyectos de reubicación de los vendedores ambulantes, sobre todo los del centro, incluso han hecho inversiones millonarias que han fracasado (caso la galería La Granja que son solo hierro oxidado que costaron más de tres mil millones), […]
Las últimas cuatro administraciones de Valledupar han tratado de recuperar el espacio público de la ciudad, han hecho proyectos de reubicación de los vendedores ambulantes, sobre todo los del centro, incluso han hecho inversiones millonarias que han fracasado (caso la galería La Granja que son solo hierro oxidado que costaron más de tres mil millones), y el problema sigue igual, quizás peor.
Nuevamente la Alcaldía Municipal hará el intento de recuperar, por lo menos el espacio público de la zona céntrica, iniciativa que se valora, y desde ayer anunció que comenzaron la caracterización de los vendedores estacionarios del centro de la ciudad, trabajo que está ejecutado en un 70 %, con el apoyo de funcionarios de la Oficina de Espacio Público y uniformados de la Policía que realizan constante inspección y operativos de control en el sector de la Galería Popular.
En esta tarea han involucrado a miembros de la Asociación de Vendedores Móviles y Estacionarios de Valledupar, (Asovemev) y se espera que por lo menos funcione la estrategia, que si reubican a algunos vendedores, ese espacio recuperado no sea ocupado al día siguiente por otro.
Ese es un buen comienzo y aunque no queremos ser aguafiestas, si hay que decir que el problema de invasión del espacio público ya no es exclusivo del centro de la ciudad, se da en toda la ciudad. EL PILÓN recibe denuncias diarios de estos casos. Por ejemplo, las puertas de las clínicas y hospitales se convirtieron en unos minimercados que no solo impiden al acceso a los servicios de salud, sino que no dejan pasar a los transeúntes y conductores de carros, motos y bicicletas; la puerta de ingreso a la Universidad Popular del Cesar, sede Sabanas, pasar por allí sí que es una odisea porque taxis, busetas, mototaxistas y vendedores invadieron la vía, el andén y ya casi entran al claustro universitario. Ni qué decir de las vías principales de los barrios, donde los puestos de ventas de comidas rápidas, avisos de otros negocios, escombros, basuras y vehículos parqueados, la gente no puede caminar.
Sería bueno que los funcionarios de la Oficina de Espacio Público hagan un recorrido por toda la ciudad y comenzar con los puntos más críticos para recuperarlos. Mientras no les digan a las personas, que usan el espacio público para sobrevivir, que no está bien que lo hagan ahí, sino en otra parte, seguirá el caos en la ciudad.
La tarea que hoy hacen con los más de 500 miembros de la Asociación de Vendedores Ambulantes y Estacionarios les servirá de modelo para implementarlos en otras zonas de la ciudad: La Nevada, Simón Bolívar, Primero de Mayo, San Martín, Los Fundadores, entre otros.