Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 29 septiembre, 2019

Intimidades de La Hamaca Grande

El intento fallido del sanjacintero Andrés Landero al tratar de conquistar la corona de rey vallenato en el festival del año 1969 produjo una gran desazón en el pueblo sabanero, principalmente en su compañero de andanzas y parrandas, el compositor Adolfo Pacheco Anillo. Bastante dolido por considerar que Landero hizo méritos para ganar y ser […]

Boton Wpp

El intento fallido del sanjacintero Andrés Landero al tratar de conquistar la corona de rey vallenato en el festival del año 1969 produjo una gran desazón en el pueblo sabanero, principalmente en su compañero de andanzas y parrandas, el compositor Adolfo Pacheco Anillo. Bastante dolido por considerar que Landero hizo méritos para ganar y ser en ese momento el más popular de los que participaron, sin ánimo de polemizar ni plantear diferencias de estilos musicales, exteriorizó en su canto La Hamaca grande una forma cordial y galante de volver al Valle llevando en cofre de plata lo más preciado del folclor de su tierra, como también sus leyendas guardadas en las gaitas ancestrales y además una hamaca de inmenso tamaño, símbolo de la artesanía sanjacintera donde pudieron mecerse unidos vallenatos y sabaneros.

En el siguiente festival de 1970 volvió Landero en pos de la corona de profesionales y con La hamaca grande para participar en el concurso de la canción inédita. Sin tener muy claro lo que era un canto inédito se dedicó a parrandear con ella y a interpretarla en las rondas preliminares, quedando esta así fuera del concurso de compositores.

Originalmente Pacheco incluyó a Landero en la letra como observamos:
Acompáñeme, acompáñeme / Con Andrés Landero y un viejo son de Antonio Fernández, pero a juicio de Landero no le quedaba bien en esta forma, siendo el su intérprete y así la modificó:

Acompáñeme, acompáñeme con Adolfo Pacheco y un viejo son de Toño Fernández; así la grabó después de su segundo fracaso en ese festival vallenato.

Comenta el maestro Adolfo que en ese raro encanto que tiene esta composición tiene mucho que ver las sombras de porro que le aderezó Landero con la figura que él hace cuando es contada cada estrofa.
Es bueno aclarar que La hamaca grande no fue descalificada ni tuvo carácter perdedor en este festival, sencillamente no pudo concursar al perder su condición de inédita.

Landero tenia exclusividad con la disquera Fuentes y acompañado del maestro Pacheco en Medellín se realizó la grabación, durante la cual se vivió un episodio muy simpático por parte del juglar. En la última estrofa del canto hubo dificultades de pronunciación y Landero trasteaba sin poder decir fácilmente: Y conseguiré / y conseguiré/ a un indio faroto su vieja gaita que solo cuenta, ya que se escuchaba era: Y consigueré y consigueré, lo que fue repetido en varios intentos ocasionando malhumorados comentarios por parte del técnico de grabación, quien quiso sacar el tema de la programación y reemplazarlo por otro diferente. Eran esos años en que las grabaciones se realizaban en cintas magnetofónicas y ante una eventual equivocación del interprete se devolvía la cinta para volver a comenzar, diferente a las digitales de hoy en que pedacito a pedacito se va armando la canción donde mil posibilidades y triquiñuelas ofrece el computador para poner a cantar bonito hasta a un gallo e’ lata. Felizmente todo se resolvió y este canto que estuvo a punto de no ser grabado, es hoy uno de los más populares y celebrados de nuestro folclor. Versiones en todos los ritmos de la música se escuchan de La hamaca grande, pero sigue siendo a juicio de los entendidos y críticos del vallenato la versión de Andrés Landero la mejor de todas, aunque aguzando el oído según Pacheco podemos apreciar: Y conseiguiré, y conseiguiré.

Uno de los reyes vitalicios del festival vallenato es Andrés Guerra Landero, el mejor intérprete de La hamaca grande.

Columnista
29 septiembre, 2019

Intimidades de La Hamaca Grande

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio C. Oñate M.

El intento fallido del sanjacintero Andrés Landero al tratar de conquistar la corona de rey vallenato en el festival del año 1969 produjo una gran desazón en el pueblo sabanero, principalmente en su compañero de andanzas y parrandas, el compositor Adolfo Pacheco Anillo. Bastante dolido por considerar que Landero hizo méritos para ganar y ser […]


El intento fallido del sanjacintero Andrés Landero al tratar de conquistar la corona de rey vallenato en el festival del año 1969 produjo una gran desazón en el pueblo sabanero, principalmente en su compañero de andanzas y parrandas, el compositor Adolfo Pacheco Anillo. Bastante dolido por considerar que Landero hizo méritos para ganar y ser en ese momento el más popular de los que participaron, sin ánimo de polemizar ni plantear diferencias de estilos musicales, exteriorizó en su canto La Hamaca grande una forma cordial y galante de volver al Valle llevando en cofre de plata lo más preciado del folclor de su tierra, como también sus leyendas guardadas en las gaitas ancestrales y además una hamaca de inmenso tamaño, símbolo de la artesanía sanjacintera donde pudieron mecerse unidos vallenatos y sabaneros.

En el siguiente festival de 1970 volvió Landero en pos de la corona de profesionales y con La hamaca grande para participar en el concurso de la canción inédita. Sin tener muy claro lo que era un canto inédito se dedicó a parrandear con ella y a interpretarla en las rondas preliminares, quedando esta así fuera del concurso de compositores.

Originalmente Pacheco incluyó a Landero en la letra como observamos:
Acompáñeme, acompáñeme / Con Andrés Landero y un viejo son de Antonio Fernández, pero a juicio de Landero no le quedaba bien en esta forma, siendo el su intérprete y así la modificó:

Acompáñeme, acompáñeme con Adolfo Pacheco y un viejo son de Toño Fernández; así la grabó después de su segundo fracaso en ese festival vallenato.

Comenta el maestro Adolfo que en ese raro encanto que tiene esta composición tiene mucho que ver las sombras de porro que le aderezó Landero con la figura que él hace cuando es contada cada estrofa.
Es bueno aclarar que La hamaca grande no fue descalificada ni tuvo carácter perdedor en este festival, sencillamente no pudo concursar al perder su condición de inédita.

Landero tenia exclusividad con la disquera Fuentes y acompañado del maestro Pacheco en Medellín se realizó la grabación, durante la cual se vivió un episodio muy simpático por parte del juglar. En la última estrofa del canto hubo dificultades de pronunciación y Landero trasteaba sin poder decir fácilmente: Y conseguiré / y conseguiré/ a un indio faroto su vieja gaita que solo cuenta, ya que se escuchaba era: Y consigueré y consigueré, lo que fue repetido en varios intentos ocasionando malhumorados comentarios por parte del técnico de grabación, quien quiso sacar el tema de la programación y reemplazarlo por otro diferente. Eran esos años en que las grabaciones se realizaban en cintas magnetofónicas y ante una eventual equivocación del interprete se devolvía la cinta para volver a comenzar, diferente a las digitales de hoy en que pedacito a pedacito se va armando la canción donde mil posibilidades y triquiñuelas ofrece el computador para poner a cantar bonito hasta a un gallo e’ lata. Felizmente todo se resolvió y este canto que estuvo a punto de no ser grabado, es hoy uno de los más populares y celebrados de nuestro folclor. Versiones en todos los ritmos de la música se escuchan de La hamaca grande, pero sigue siendo a juicio de los entendidos y críticos del vallenato la versión de Andrés Landero la mejor de todas, aunque aguzando el oído según Pacheco podemos apreciar: Y conseiguiré, y conseiguiré.

Uno de los reyes vitalicios del festival vallenato es Andrés Guerra Landero, el mejor intérprete de La hamaca grande.