Coserse los labios fue la forma que Willintong Villareal Castro encontró para llamar la atención de las autoridades del Inpec para que lo trasladaran hasta la ciudad de Bogotá. Sin embargo, hasta ahora lo único que ha logrado es que lo atiendan en la enfermería del centro de reclusión donde paga una condena de 35 años por un delito político de los cuales ya ha pagado 7.
La razón que llevó a este interno del Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad de Valledupar a protestar de esta manera, desde el pasado 24 de mayo, es un tratamiento quirúrgico que, según afirma, necesita de manera urgente y para su práctica se necesita un hospital de cuarto nivel con el que no cuenta esta ciudad, de ahí su insistencia de que lo reubiquen en Bogotá.
Se conoció que Villareal Castro consiguió que se le practicara esta intervención por medio de tutela cuando se encontraba en la Cárcel de Combita, pero al  llegar la fecha fijada para la cirugía se dio el traslado para Valledupar.