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Columnista - 15 septiembre, 2010

Integración de nuestro Departamento

Por: Basilio Padilla Uno de los problemas persistentes de nuestra situación geopolítica y administrativa ha sido la aparente falta de conexión entre las regiones que componen nuestro departamento del Cesar. Distinguidas entre Norte, Centro y Sur, estos aspectos geográficos han creado, por mucho tiempo, descontento entre sus habitantes, especialmente de la región sur, que siempre […]

Por: Basilio Padilla

Uno de los problemas persistentes de nuestra situación geopolítica y administrativa ha sido la aparente falta de conexión entre las regiones que componen nuestro departamento del Cesar. Distinguidas entre Norte, Centro y Sur, estos aspectos geográficos han creado, por mucho tiempo, descontento entre sus habitantes, especialmente de la región sur, que siempre ha percibido cierto abandono y falta de atención a sus problemas urgentes. Recientemente tuve la oportunidad de dialogar estos temas durante un recorrido por estos municipios, con motivo de las fiestas patronales de Río de Oro. La paradoja por supuesto es que estas localidades son vecinas de ciudades grandes y prósperas (Bucaramanga, Ocaña y Cúcuta), con las cuales realizan la mayor parte de sus intercambios comerciales. Esto por supuesto es normal, cuando la distancia a nuestra capital de Valledupar son aproximadamente 4 horas y solo minutos a algunas de estas ciudades.
El ambiente que se respira es también uno que se semeja más a regiones del interior, incluyendo algunas características de la dieta alimenticia. Pensando en todo esto, en la campaña a la gobernación que este servidor hizo en el año 2000, propuse una subsede de la gobernación en Aguachica para atender mejor y manejar más de cerca y – cuidadosamente- las necesidades de esta región. El resultado fue que mis contrincantes me acusaron de estar planeando el traslado de la gobernación al sur del Cesar. Estas aseveraciones demuestran nuestra deficiencia para hacerle frente a una situación que solo redundaría en beneficio de la integracion de nuestro departamento y al tratamiento equitativo a todas nuestras regiones. Exactamente por esta misma razón la región del Sur, habla de independencia y en muchas ocasiones de  tener sus propios representantes.
El objetivo de todos debe ser un departamento integral con la fortaleza que implican las variedades de costumbres, alimentos, personalidades y belleza de sus tierras. Esto por supuesto implica darle las mismas oportunidades  y hacer presencia en todas las regiones para así resolver sus problemas más oportunamente. Esta integración  implicaría entre muchas otras cosas, mejorar las vías de comunicación y transporte entre todas ellas. Sería oportuno de que gran número de nuestros habitantes del Norte y Centro pudiesen asistir a las actividades del Sur y viceversa. Para todos nosotros es conocida la peligrosa ruta de Aguachica a Río de Oro, que en efecto durante mi viaje tuvo que ser cerrada por los deslizamientos que en la vía ocasionan las épocas de lluvias. Se convirtió en una  tragedia de un ciudadano cuando elementos del cerro acabaron con su vida.
Las inundaciones  de Gamarra y la Gloria son acontecimientos anuales, que siguen sin solución alguna. Creo que tampoco hemos enfatizado lo agradable de estas ciudades, con el clima templado de Rio de Oro,  muy similar a los de Manaure, Media Luna, San José de Oriente y Pueblo Bello, así como también la cortesía y cultura de sus ciudadanos.
En términos generales no se trata de tener administradores de un lado o del  otro, sino propender por el desarrollo y progreso de todos y cada uno de sus municipios por igual. Recordemos que un poco de atención llega a los corazones de todas las personas, que consciente y honestamente saben cuando se está haciendo un esfuerzo por atenderlos digna y apropiadamente.
Esta responsabilidad también  recae en los gobernantes municipales, que muchas veces fallan en sus intentos administrativos,  cayendo en los mismos errores de siempre, realizando una pobre ejecución y malgastando los recursos económicos de los municipios.  Vale la pena mencionar que debido a la posición geográfica privilegiada de estas ciudades, ellas podrían ser una vasta reserva agrícola y comercial para el resto del departamento, si lográramos una unión y un desarrollo conjunto.

Columnista
15 septiembre, 2010

Integración de nuestro Departamento

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Basilio Padilla

Por: Basilio Padilla Uno de los problemas persistentes de nuestra situación geopolítica y administrativa ha sido la aparente falta de conexión entre las regiones que componen nuestro departamento del Cesar. Distinguidas entre Norte, Centro y Sur, estos aspectos geográficos han creado, por mucho tiempo, descontento entre sus habitantes, especialmente de la región sur, que siempre […]


Por: Basilio Padilla

Uno de los problemas persistentes de nuestra situación geopolítica y administrativa ha sido la aparente falta de conexión entre las regiones que componen nuestro departamento del Cesar. Distinguidas entre Norte, Centro y Sur, estos aspectos geográficos han creado, por mucho tiempo, descontento entre sus habitantes, especialmente de la región sur, que siempre ha percibido cierto abandono y falta de atención a sus problemas urgentes. Recientemente tuve la oportunidad de dialogar estos temas durante un recorrido por estos municipios, con motivo de las fiestas patronales de Río de Oro. La paradoja por supuesto es que estas localidades son vecinas de ciudades grandes y prósperas (Bucaramanga, Ocaña y Cúcuta), con las cuales realizan la mayor parte de sus intercambios comerciales. Esto por supuesto es normal, cuando la distancia a nuestra capital de Valledupar son aproximadamente 4 horas y solo minutos a algunas de estas ciudades.
El ambiente que se respira es también uno que se semeja más a regiones del interior, incluyendo algunas características de la dieta alimenticia. Pensando en todo esto, en la campaña a la gobernación que este servidor hizo en el año 2000, propuse una subsede de la gobernación en Aguachica para atender mejor y manejar más de cerca y – cuidadosamente- las necesidades de esta región. El resultado fue que mis contrincantes me acusaron de estar planeando el traslado de la gobernación al sur del Cesar. Estas aseveraciones demuestran nuestra deficiencia para hacerle frente a una situación que solo redundaría en beneficio de la integracion de nuestro departamento y al tratamiento equitativo a todas nuestras regiones. Exactamente por esta misma razón la región del Sur, habla de independencia y en muchas ocasiones de  tener sus propios representantes.
El objetivo de todos debe ser un departamento integral con la fortaleza que implican las variedades de costumbres, alimentos, personalidades y belleza de sus tierras. Esto por supuesto implica darle las mismas oportunidades  y hacer presencia en todas las regiones para así resolver sus problemas más oportunamente. Esta integración  implicaría entre muchas otras cosas, mejorar las vías de comunicación y transporte entre todas ellas. Sería oportuno de que gran número de nuestros habitantes del Norte y Centro pudiesen asistir a las actividades del Sur y viceversa. Para todos nosotros es conocida la peligrosa ruta de Aguachica a Río de Oro, que en efecto durante mi viaje tuvo que ser cerrada por los deslizamientos que en la vía ocasionan las épocas de lluvias. Se convirtió en una  tragedia de un ciudadano cuando elementos del cerro acabaron con su vida.
Las inundaciones  de Gamarra y la Gloria son acontecimientos anuales, que siguen sin solución alguna. Creo que tampoco hemos enfatizado lo agradable de estas ciudades, con el clima templado de Rio de Oro,  muy similar a los de Manaure, Media Luna, San José de Oriente y Pueblo Bello, así como también la cortesía y cultura de sus ciudadanos.
En términos generales no se trata de tener administradores de un lado o del  otro, sino propender por el desarrollo y progreso de todos y cada uno de sus municipios por igual. Recordemos que un poco de atención llega a los corazones de todas las personas, que consciente y honestamente saben cuando se está haciendo un esfuerzo por atenderlos digna y apropiadamente.
Esta responsabilidad también  recae en los gobernantes municipales, que muchas veces fallan en sus intentos administrativos,  cayendo en los mismos errores de siempre, realizando una pobre ejecución y malgastando los recursos económicos de los municipios.  Vale la pena mencionar que debido a la posición geográfica privilegiada de estas ciudades, ellas podrían ser una vasta reserva agrícola y comercial para el resto del departamento, si lográramos una unión y un desarrollo conjunto.