Estas nuevas vías causan preocupación porque ya no será obligatorio cruzar por estos municipios para viajar del interior del país a la costa Caribe.
Finalizando el mes de agosto, la concesión Autopista Río Grande dio inicio a la Fase de Construcción para terminar el corredor vial que dejó a medias la Ruta del Sol II. La nueva concesión concluirá las obras con una inversión de $3.64 billones, que incluye nueva infraestructura, operación y mantenimiento.
Durante los próximos 47 meses, la Concesión Autopista del Río Grande trabajará en la construcción de las 9 variantes, 6 intersecciones, 43 puentes vehiculares y 40 puentes peatonales definidos en el contrato de Concesión, mejoramiento de la calzada existente de 116 kilómetros y 98.9 kilómetros de vía para completar la doble calzada en todo el trayecto.
Las obras conectarán a los puertos de la costa norte con los centros de producción del país, mejorando la competitividad para los departamentos de Santander, Norte de Santander y Cesar.
Estas obras impactarán directamente 15 municipios: Barrancabermeja, Sabana de Torres, La Esperanza, y en el Cesar los municipios de San Martín, Aguachica, La Gloria, Tamalameque, Chimichagua, San Alberto, Río de Oro, Gamarra, Pelaya, Pailitas y Curumaní.
La concesión informó que las obras iniciarán al tiempo en todos los tramos del proyecto, priorizando la construcción de la calzada nueva en el sector comprendido entre el sector denominado El Taladro y El Tropezón; las variantes de La Mata, Pelaya, La Floresta y El Burro, así como la construcción de la segunda calzada del tramo comprendido entre Las Vegas y Curumaní, incluyendo la construcción de la Variante Las Vegas.
Dentro de esa apuesta por reducir los tiempos de viaje aparecen las variantes que construirán en el departamento. El objetivo de dichas variantes es descongestionar las vías que cruzan municipios y que generan trancones.
De sur a norte, en el corregimiento La Palma, en San Alberto, construirán una variante de 9,05 kilómetros; en el corregimiento La Mata se construirá otra variante de 20 kilómetros; en Pelaya se construirá una variante; en Pailitas será de 14,5 kilómetros; de Las Vegas a Curumaní una variante de 19,4 kilómetros; y una variante de Curumaní al corregimiento de San Roque, de 22,9 kilómetros.
Estas nuevas vías causan preocupación porque ya no será obligatorio cruzar por estos municipios para viajar del interior del país a la costa Caribe.
Por Deivis Caro
Estas nuevas vías causan preocupación porque ya no será obligatorio cruzar por estos municipios para viajar del interior del país a la costa Caribe.
Finalizando el mes de agosto, la concesión Autopista Río Grande dio inicio a la Fase de Construcción para terminar el corredor vial que dejó a medias la Ruta del Sol II. La nueva concesión concluirá las obras con una inversión de $3.64 billones, que incluye nueva infraestructura, operación y mantenimiento.
Durante los próximos 47 meses, la Concesión Autopista del Río Grande trabajará en la construcción de las 9 variantes, 6 intersecciones, 43 puentes vehiculares y 40 puentes peatonales definidos en el contrato de Concesión, mejoramiento de la calzada existente de 116 kilómetros y 98.9 kilómetros de vía para completar la doble calzada en todo el trayecto.
Las obras conectarán a los puertos de la costa norte con los centros de producción del país, mejorando la competitividad para los departamentos de Santander, Norte de Santander y Cesar.
Estas obras impactarán directamente 15 municipios: Barrancabermeja, Sabana de Torres, La Esperanza, y en el Cesar los municipios de San Martín, Aguachica, La Gloria, Tamalameque, Chimichagua, San Alberto, Río de Oro, Gamarra, Pelaya, Pailitas y Curumaní.
La concesión informó que las obras iniciarán al tiempo en todos los tramos del proyecto, priorizando la construcción de la calzada nueva en el sector comprendido entre el sector denominado El Taladro y El Tropezón; las variantes de La Mata, Pelaya, La Floresta y El Burro, así como la construcción de la segunda calzada del tramo comprendido entre Las Vegas y Curumaní, incluyendo la construcción de la Variante Las Vegas.
Dentro de esa apuesta por reducir los tiempos de viaje aparecen las variantes que construirán en el departamento. El objetivo de dichas variantes es descongestionar las vías que cruzan municipios y que generan trancones.
De sur a norte, en el corregimiento La Palma, en San Alberto, construirán una variante de 9,05 kilómetros; en el corregimiento La Mata se construirá otra variante de 20 kilómetros; en Pelaya se construirá una variante; en Pailitas será de 14,5 kilómetros; de Las Vegas a Curumaní una variante de 19,4 kilómetros; y una variante de Curumaní al corregimiento de San Roque, de 22,9 kilómetros.
Estas nuevas vías causan preocupación porque ya no será obligatorio cruzar por estos municipios para viajar del interior del país a la costa Caribe.
Por Deivis Caro