Valledupar hizo parte del ciclo de conferencias ‘Los Medios Frente al fin del Estigma. Guías para cubrir la violencia sexual’, adelantado por la subeditora del diario El Tiempo, Jineth Bedoya.
Teniendo en cuenta que cada día 245 colombianas son víctimas de algún tipo de violencia y una de cada tres mujeres ha sido agredida por su pareja, sumado al poder de los medios de comunicación, la subeditora de El Tiempo, Jineth Bedoya, adelanta un ciclo de conferencias por todo el país denominado ‘Los Medios Frente al fin del Estigma. Guías para cubrir la violencia sexual’, el cual se desarrolló ayer en Valledupar.
“Muchas veces nos han preguntado si el hecho de publicar este tipo de noticias incentiva a un victimario a empoderarse y a golpear a una mujer, porque percibe que eso le da poder de alguna manera; no sabemos si sean rezagos de la violencia que hemos tenido durante 50 años, en verdad no hemos encontrado qué causa esta desafortunada realidad. Detrás de esto hay varias organizaciones estudiándolo: Naciones Unidas y dos facultades de Sociología que analizan qué está generando el incremento de los casos de violencia contra la mujer”, explicó la reconocida periodista, que abandera la campaña ‘No es Hora de Callar’.
Agregó que “en medio de todo este rompecabezas los periodistas son una ficha fundamental porque la forma en cómo presentamos la noticia influye en incentivar los crímenes y a los perpetradores, así como en revictimizar a esas mujeres víctimas. Es por ello que debemos informar adecuadamente”.
De acuerdo con Bedoya, así como cuando se cubrió el conflicto armado, para realizar notas periodísticas sobre violencia de género es necesario documentarse del tema, estudiando detalladamente la ley 1257 de 2008, que ampara los derechos de las mujeres, explicando que se reconocen cinco tipos de violencia contra la mujer: física, psicológica, sexual, patrimonial y económica.
Informó que, según una encuesta de la Alta Consejería para la Mujer, el 75% de los hombres consideran que si están enojados, es mejor no provocarlos; y el 50% de los hombres encuestados admitió haber insultado o haber hecho sentir mal a su esposa, novia o compañera, en algún momento.
La subeditora de la casa editorial El Tiempo enfatizó que cuando las autoridades policivas o periodistas usan el término “crimen pasional” están errados, puesto que éste no está tipificado en la Ley, además da entender que un hombre puede matar a una mujer “por amor, por honor o por celos” y está justificado; y que cuando alguien realiza un crimen de odio se cataloga como “feminicidio”.
-Póngase en los zapatos de la niña, adolescente o mujer que tiene enfrente y de su familia, identificando si corre algún riesgo y cuál puede ser el impacto de su nota en ella.
-Siempre que vaya a hacer una entrevista o fotografía pídale permiso a la niña, adolescente o mujer víctima que está abordando.
-En caso de violencia contra niñas y adolescentes, aunque los padres den autorización del uso de las imágenes de sus hijas, no use ni sus rostros ni sus nombres completos en publicaciones.
-Usar un lenguaje que no prejuzgue o condene a la persona agredida.
-Nunca use la historia personal de una mujer que ha sido víctima para argumentar su agresión.
-Siempre busque expertos en género para complementar sus notas periodísticas.
-No sobreexponga a la víctima, puesto que cada vez que su rostro sale a la luz pública se puede afectar a la misma.
Por Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN
Valledupar hizo parte del ciclo de conferencias ‘Los Medios Frente al fin del Estigma. Guías para cubrir la violencia sexual’, adelantado por la subeditora del diario El Tiempo, Jineth Bedoya.
Teniendo en cuenta que cada día 245 colombianas son víctimas de algún tipo de violencia y una de cada tres mujeres ha sido agredida por su pareja, sumado al poder de los medios de comunicación, la subeditora de El Tiempo, Jineth Bedoya, adelanta un ciclo de conferencias por todo el país denominado ‘Los Medios Frente al fin del Estigma. Guías para cubrir la violencia sexual’, el cual se desarrolló ayer en Valledupar.
“Muchas veces nos han preguntado si el hecho de publicar este tipo de noticias incentiva a un victimario a empoderarse y a golpear a una mujer, porque percibe que eso le da poder de alguna manera; no sabemos si sean rezagos de la violencia que hemos tenido durante 50 años, en verdad no hemos encontrado qué causa esta desafortunada realidad. Detrás de esto hay varias organizaciones estudiándolo: Naciones Unidas y dos facultades de Sociología que analizan qué está generando el incremento de los casos de violencia contra la mujer”, explicó la reconocida periodista, que abandera la campaña ‘No es Hora de Callar’.
Agregó que “en medio de todo este rompecabezas los periodistas son una ficha fundamental porque la forma en cómo presentamos la noticia influye en incentivar los crímenes y a los perpetradores, así como en revictimizar a esas mujeres víctimas. Es por ello que debemos informar adecuadamente”.
De acuerdo con Bedoya, así como cuando se cubrió el conflicto armado, para realizar notas periodísticas sobre violencia de género es necesario documentarse del tema, estudiando detalladamente la ley 1257 de 2008, que ampara los derechos de las mujeres, explicando que se reconocen cinco tipos de violencia contra la mujer: física, psicológica, sexual, patrimonial y económica.
Informó que, según una encuesta de la Alta Consejería para la Mujer, el 75% de los hombres consideran que si están enojados, es mejor no provocarlos; y el 50% de los hombres encuestados admitió haber insultado o haber hecho sentir mal a su esposa, novia o compañera, en algún momento.
La subeditora de la casa editorial El Tiempo enfatizó que cuando las autoridades policivas o periodistas usan el término “crimen pasional” están errados, puesto que éste no está tipificado en la Ley, además da entender que un hombre puede matar a una mujer “por amor, por honor o por celos” y está justificado; y que cuando alguien realiza un crimen de odio se cataloga como “feminicidio”.
-Póngase en los zapatos de la niña, adolescente o mujer que tiene enfrente y de su familia, identificando si corre algún riesgo y cuál puede ser el impacto de su nota en ella.
-Siempre que vaya a hacer una entrevista o fotografía pídale permiso a la niña, adolescente o mujer víctima que está abordando.
-En caso de violencia contra niñas y adolescentes, aunque los padres den autorización del uso de las imágenes de sus hijas, no use ni sus rostros ni sus nombres completos en publicaciones.
-Usar un lenguaje que no prejuzgue o condene a la persona agredida.
-Nunca use la historia personal de una mujer que ha sido víctima para argumentar su agresión.
-Siempre busque expertos en género para complementar sus notas periodísticas.
-No sobreexponga a la víctima, puesto que cada vez que su rostro sale a la luz pública se puede afectar a la misma.
Por Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN