Un aterrador crimen producido por la intolerancia extrema, se registró el pasado fin de semana en la capital del Cesar, donde un indigente atacó a otro con un garrote, a tal punto que le ocasionó la muerte.
Está en la Judicial
Un aterrador crimen producido por la intolerancia extrema, se registró el pasado fin de semana en la capital del Cesar, donde un indigente atacó a otro con un garrote, a tal punto que le ocasionó la muerte.
Ante un Juez de Control de Garantías fue presentado el presunto homicida, identificado como Oscar Riascos Torres, de 34 años, natural de Buenaventura, Valle del Cauca, quien en el desarrollo de la audiencia de imputación de cargos que le hizo la Fiscalía por el delito de homicidio, aceptó que mató a Amador Segundo Orozco Molina, con un garrote porque le había robado el cartón donde él dormía.
El crimen se registró el sábado a la 1:00 de la madrugada, aproximadamente, en frente a un establecimiento comercial ubicado en la carrera 8 con calle 17, en pleno centro de la capital del Cesar.
Tras la brutal agresión la víctima fue trasladada al hospital ‘Rosario Pumarejo de López’, donde los especialistas hicieron lo posible por mantenerlo estable, pero a las 7:00 de la mañana del mismo día, se produjo su deceso.
Miembros de la SIJIN de la Policía, capturaron al presunto homicida y lo trasladaron a la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, y ayer en la mañana fue presentado ante un juez de control de garantías que le legalizó la captura, formalizó la imputación de cargos y dictó medida de aseguramiento en un establecimiento carcelario.
Por allanarse a los cargos este sujeto podría recibir una rebaja de hasta la mitad de la pena que le impondrá un juez de conocimiento.
La víctima
Amador Segundo Orozco Molina, de 52 años, era natural de El Copey, pero desde hace varios años estaba radicado en Valledupar, donde trabajaba como publicista. Era el mayor de 16 hermanos y dejó tres hijos.
Los familiares que ayer adelantaban los trámites para reclamar el cadáver manifestaron que su ser querido tenía problemas de drogadicción por lo que últimamente estaba en la indigencia.
Un aterrador crimen producido por la intolerancia extrema, se registró el pasado fin de semana en la capital del Cesar, donde un indigente atacó a otro con un garrote, a tal punto que le ocasionó la muerte.
Está en la Judicial
Un aterrador crimen producido por la intolerancia extrema, se registró el pasado fin de semana en la capital del Cesar, donde un indigente atacó a otro con un garrote, a tal punto que le ocasionó la muerte.
Ante un Juez de Control de Garantías fue presentado el presunto homicida, identificado como Oscar Riascos Torres, de 34 años, natural de Buenaventura, Valle del Cauca, quien en el desarrollo de la audiencia de imputación de cargos que le hizo la Fiscalía por el delito de homicidio, aceptó que mató a Amador Segundo Orozco Molina, con un garrote porque le había robado el cartón donde él dormía.
El crimen se registró el sábado a la 1:00 de la madrugada, aproximadamente, en frente a un establecimiento comercial ubicado en la carrera 8 con calle 17, en pleno centro de la capital del Cesar.
Tras la brutal agresión la víctima fue trasladada al hospital ‘Rosario Pumarejo de López’, donde los especialistas hicieron lo posible por mantenerlo estable, pero a las 7:00 de la mañana del mismo día, se produjo su deceso.
Miembros de la SIJIN de la Policía, capturaron al presunto homicida y lo trasladaron a la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, y ayer en la mañana fue presentado ante un juez de control de garantías que le legalizó la captura, formalizó la imputación de cargos y dictó medida de aseguramiento en un establecimiento carcelario.
Por allanarse a los cargos este sujeto podría recibir una rebaja de hasta la mitad de la pena que le impondrá un juez de conocimiento.
La víctima
Amador Segundo Orozco Molina, de 52 años, era natural de El Copey, pero desde hace varios años estaba radicado en Valledupar, donde trabajaba como publicista. Era el mayor de 16 hermanos y dejó tres hijos.
Los familiares que ayer adelantaban los trámites para reclamar el cadáver manifestaron que su ser querido tenía problemas de drogadicción por lo que últimamente estaba en la indigencia.