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Judicial - 8 diciembre, 2014

Incendio incontenible en Valledupar

El incontrolable incendio en una ferretería del barrio La Granja prendió las alarmas sobre el cumplimiento de planes mínimos de emergencia en la capital del Cesar.

Las llamas alcanzaron casi los 20 metros de altura. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
Las llamas alcanzaron casi los 20 metros de altura. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
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Una conflagración solo comparable con la registrada el 5 de julio de 2001 en las bodegas de Carco que afectó por lo menos cuatro cuadras a la redonda en el centro de Valledupar, se registró el pasado sábado en una de las ferreterías más antiguas y tradicionales de la ciudad, Rino Materiales, ubicada en la calle 20 con carrera 11 del barrio La Granja.

A las 6:15 de la tarde, el Cuerpo de Bomberos de Valledupar recibió la primera llamada de auxilio, a través de la línea 119. De inmediato una máquina se desplazó al sitio encontrándose con enormes llamas que superaban la altura del techo, alcanzaban casi 20 metros, por lo que fue necesario convocar a todas las unidades del organismo de socorro.
En cuestión de minutos, los 50 bomberos de la ciudad rodearon la edificación y con las seis máquinas, de mil galones de agua cada una, atacaron las llamas por todos los costados. Inclusive, cinco instructores del Cuerpo de Bomberos de Armenia que se encontraban dictando capacitaciones en esta capital participaron del operativo.
Sin embargo, con el pasar del tiempo, las llamas parecían tomar más fuerza y fue necesario el apoyo de la tanqueta del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía.

A las 8:15 de la noche, llegaron más refuerzos, los bomberos de la Aeronáutica Civil que normalmente prestan servicio en el Aeropuerto Alfonso López con una potente máquina extintora.

Sobre la calle fue ubicada una piscina móvil con capacidad para 2.500 litros de agua, que era abastecida por los hidrantes con el fin de no dejar de suministrar del líquido, ni un solo segundo, a las máquinas extintoras.

No obstante, pasada la medianoche, la conflagración no había sido controlada en su totalidad y el temor era que el fuego se extendiera hacía los locales vecinos, en su mayoría ferreterías y talleres automotrices.
“Lo difícil es que esto ocurrió en una ferretería, donde encontramos toda clase de químicos. Quiere decir esto, que todo es combustible, a donde quiera que llegue la llama encuentra vida y son llamas muy poderosas, además peligrosas y tóxicas”, explicó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Valledupar, capitán Óscar Lúquez.

Durante la madrugada, las llamas fueron cediendo y la espesa capa de humo que salía de la bodega se iba diluyendo, a tal punto que los socorristas empezaron a avanzar hacía los focos de los conflagración y al fin pudieron controlarla.

Con los primeros rayos del sol y una que otra llama entre las cenizas y materiales fundidos, las autoridades empezaron a remover las ruinas. El techo se desplomó en su totalidad y desde la entrada hasta el fondo del establecimiento no había un solo tornillo que no hubiese sido alcanzado por el fuego.

Las voces de lamento de los curiosos no faltaron, pero ninguna pudo consolar a Julio César Acevedo, quien durante 21 años trabajó para que su negocio pasara de un pequeño local a ser uno de los establecimientos con mayor demanda para la compra de materiales de construcción y carpintería.
“Los daños superan los 800 millones de pesos”, dijo el empresario antes de que la tristeza le cortara las palabras.

Entre tanto, las autoridades avanzan en las investigaciones para tratar de establecer las causas del incendio que no dejó personas lesionadas pero sí millonarias pérdidas y un campanazo de alerta sobre los planes mínimos de prevención y atención de emergencias que deben tener las edificaciones.

Incumplimiento de normas
Juan Lara, coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres de Valledupar, dio a conocer preocupantes resultados de las visitas técnicas que la entidad realizó el pasado 26 de noviembre a 95 establecimientos comerciales del centro de Valledupar, entre carreras 7 y 8, al ser una de las zonas con mayor afluencia de público durante la temporada decembrina.

“Pudimos ver que algunos establecimientos no cuentan con los elementos mínimos para la atención de emergencias, de los 95 visitados, el 20% no cumplen con las normas”, precisó el funcionario.
De igual forma indicó que la jornada fue pedagógica, pero los comerciantes que no adopten planes mínimos de atención de emergencias pueden ser sancionados.
“Estuvimos haciendo una campaña con recomendaciones sobre la importancia de contar extintores, botiquines, señalización de rutas de evacuación y extintores en las zonas de bodegas y en las de ventas”, acotó.
Por último dijo que las visitas a establecimientos se intensificarán en los próximos días.

800 millones de pesos es el monto estimado de las pérdidas que dejó el incendio en el barrio La Granja.

Por Martín Elías Mendoza / EL PILÓN
[email protected]

Judicial
8 diciembre, 2014

Incendio incontenible en Valledupar

El incontrolable incendio en una ferretería del barrio La Granja prendió las alarmas sobre el cumplimiento de planes mínimos de emergencia en la capital del Cesar.


Las llamas alcanzaron casi los 20 metros de altura. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
Las llamas alcanzaron casi los 20 metros de altura. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.
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Una conflagración solo comparable con la registrada el 5 de julio de 2001 en las bodegas de Carco que afectó por lo menos cuatro cuadras a la redonda en el centro de Valledupar, se registró el pasado sábado en una de las ferreterías más antiguas y tradicionales de la ciudad, Rino Materiales, ubicada en la calle 20 con carrera 11 del barrio La Granja.

A las 6:15 de la tarde, el Cuerpo de Bomberos de Valledupar recibió la primera llamada de auxilio, a través de la línea 119. De inmediato una máquina se desplazó al sitio encontrándose con enormes llamas que superaban la altura del techo, alcanzaban casi 20 metros, por lo que fue necesario convocar a todas las unidades del organismo de socorro.
En cuestión de minutos, los 50 bomberos de la ciudad rodearon la edificación y con las seis máquinas, de mil galones de agua cada una, atacaron las llamas por todos los costados. Inclusive, cinco instructores del Cuerpo de Bomberos de Armenia que se encontraban dictando capacitaciones en esta capital participaron del operativo.
Sin embargo, con el pasar del tiempo, las llamas parecían tomar más fuerza y fue necesario el apoyo de la tanqueta del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía.

A las 8:15 de la noche, llegaron más refuerzos, los bomberos de la Aeronáutica Civil que normalmente prestan servicio en el Aeropuerto Alfonso López con una potente máquina extintora.

Sobre la calle fue ubicada una piscina móvil con capacidad para 2.500 litros de agua, que era abastecida por los hidrantes con el fin de no dejar de suministrar del líquido, ni un solo segundo, a las máquinas extintoras.

No obstante, pasada la medianoche, la conflagración no había sido controlada en su totalidad y el temor era que el fuego se extendiera hacía los locales vecinos, en su mayoría ferreterías y talleres automotrices.
“Lo difícil es que esto ocurrió en una ferretería, donde encontramos toda clase de químicos. Quiere decir esto, que todo es combustible, a donde quiera que llegue la llama encuentra vida y son llamas muy poderosas, además peligrosas y tóxicas”, explicó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Valledupar, capitán Óscar Lúquez.

Durante la madrugada, las llamas fueron cediendo y la espesa capa de humo que salía de la bodega se iba diluyendo, a tal punto que los socorristas empezaron a avanzar hacía los focos de los conflagración y al fin pudieron controlarla.

Con los primeros rayos del sol y una que otra llama entre las cenizas y materiales fundidos, las autoridades empezaron a remover las ruinas. El techo se desplomó en su totalidad y desde la entrada hasta el fondo del establecimiento no había un solo tornillo que no hubiese sido alcanzado por el fuego.

Las voces de lamento de los curiosos no faltaron, pero ninguna pudo consolar a Julio César Acevedo, quien durante 21 años trabajó para que su negocio pasara de un pequeño local a ser uno de los establecimientos con mayor demanda para la compra de materiales de construcción y carpintería.
“Los daños superan los 800 millones de pesos”, dijo el empresario antes de que la tristeza le cortara las palabras.

Entre tanto, las autoridades avanzan en las investigaciones para tratar de establecer las causas del incendio que no dejó personas lesionadas pero sí millonarias pérdidas y un campanazo de alerta sobre los planes mínimos de prevención y atención de emergencias que deben tener las edificaciones.

Incumplimiento de normas
Juan Lara, coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres de Valledupar, dio a conocer preocupantes resultados de las visitas técnicas que la entidad realizó el pasado 26 de noviembre a 95 establecimientos comerciales del centro de Valledupar, entre carreras 7 y 8, al ser una de las zonas con mayor afluencia de público durante la temporada decembrina.

“Pudimos ver que algunos establecimientos no cuentan con los elementos mínimos para la atención de emergencias, de los 95 visitados, el 20% no cumplen con las normas”, precisó el funcionario.
De igual forma indicó que la jornada fue pedagógica, pero los comerciantes que no adopten planes mínimos de atención de emergencias pueden ser sancionados.
“Estuvimos haciendo una campaña con recomendaciones sobre la importancia de contar extintores, botiquines, señalización de rutas de evacuación y extintores en las zonas de bodegas y en las de ventas”, acotó.
Por último dijo que las visitas a establecimientos se intensificarán en los próximos días.

800 millones de pesos es el monto estimado de las pérdidas que dejó el incendio en el barrio La Granja.

Por Martín Elías Mendoza / EL PILÓN
[email protected]