El antiguo jefe paramilitar, en una versión libre llevada a cabo el pasado primero de febrero, sorpresivamente aceptó su responsabilidad en la muerte del exjefe de redacción de este diario.
Ante la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla la Fiscalía General de la Nación presentó escrito de solicitud de audiencia de imputación en contra del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso Gómez por orquestar el asesinato del periodista y exjefe de redacción del diario EL PILÓN, Guzmán Quintero Torres, en Valledupar.
Según informó la Fiscalía 92 de Justicia Transicional, la petición la realizó la Fiscalía 46 delegada de la Dirección de Justicia Transicional el pasado mes de mayo y está a la espera de que el alto tribunal dé a conocer la fecha y hora para la celebración de la misma.
La imputación de cargos sería el resultado de una versión libre que Salvatore Mancuso rindió el pasado primero de febrero mediante la cual aceptó su responsabilidad en el asesinato del periodista. Para entonces, Mancuso era jefe de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.
Otro de los señalados en el transcurso de la investigación es el antiguo comandante del Bloque Norte de las AUC, Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, quien todavía no ha hablado del caso. El exparamilitar Luciano Rojas Serrano fue uno de los que en indagatoria insistió que la orden de la muerte de Guzmán Quintero provino de ‘Jorge 40’.
Además, tras allanarse a los cargos también precisó que a Quintero Torres lo mandaron a matar porque lo señalaban de hacer parte de la guerrilla de las Farc. “Este homicidio fue ordenado por Jorge 40, Rodrigo Tovar Pupo; este era un señor que trabajaba en el periódico EL PILÓN de Valledupar; en una reunión en donde yo estuve con Jorge 40 me ordena que hay que dar de baja a este señor por ser parte de la guerrilla, del Frente 59 de las Farc”, refiere Rojas en la declaración citada por el fallo.
No obstante, los familiares y allegados al periodista consideran que su muerte estuvo motivada por las constantes denuncias que este hacía sobre el Ejército Nacional. Rojas Serrano fue condenado por el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Descongestión de Valledupar a 14 años de prisión por el por el delito de homicidio agravado.
Guzmán Quintero Torres fue asesinado una noche del 16 de septiembre de 1999 en la cafetería del Hotel Los Cardones, ubicada entre la carrera 9 con calle 10 de la capital del Cesar.
El periodista departía con unos compañeros en el sitio donde ingresó un sicario para dispararle y luego huir en motocicleta en compañía de otro sujeto.
Paradójicamente, antes de morir Quintero había dejado destinado que la portada del periódico EL PILÓN de la edición del 17 de septiembre de 1999 fuera una imagen de una bandera blanca ondeándose afuera de un carro con el lema: ¡Quiero la Paz!, titular que tuvo que ser cambiado el mismo día por sus compañeros para reportar su muerte en primera plana: ‘Asesinado periodista de EL PILÓN’. En el mes de septiembre de 2019 el crimen del periodista fue declarado como de lesa humanidad por la Fiscalía General de la Nación.
El antiguo jefe paramilitar, en una versión libre llevada a cabo el pasado primero de febrero, sorpresivamente aceptó su responsabilidad en la muerte del exjefe de redacción de este diario.
Ante la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla la Fiscalía General de la Nación presentó escrito de solicitud de audiencia de imputación en contra del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso Gómez por orquestar el asesinato del periodista y exjefe de redacción del diario EL PILÓN, Guzmán Quintero Torres, en Valledupar.
Según informó la Fiscalía 92 de Justicia Transicional, la petición la realizó la Fiscalía 46 delegada de la Dirección de Justicia Transicional el pasado mes de mayo y está a la espera de que el alto tribunal dé a conocer la fecha y hora para la celebración de la misma.
La imputación de cargos sería el resultado de una versión libre que Salvatore Mancuso rindió el pasado primero de febrero mediante la cual aceptó su responsabilidad en el asesinato del periodista. Para entonces, Mancuso era jefe de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.
Otro de los señalados en el transcurso de la investigación es el antiguo comandante del Bloque Norte de las AUC, Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, quien todavía no ha hablado del caso. El exparamilitar Luciano Rojas Serrano fue uno de los que en indagatoria insistió que la orden de la muerte de Guzmán Quintero provino de ‘Jorge 40’.
Además, tras allanarse a los cargos también precisó que a Quintero Torres lo mandaron a matar porque lo señalaban de hacer parte de la guerrilla de las Farc. “Este homicidio fue ordenado por Jorge 40, Rodrigo Tovar Pupo; este era un señor que trabajaba en el periódico EL PILÓN de Valledupar; en una reunión en donde yo estuve con Jorge 40 me ordena que hay que dar de baja a este señor por ser parte de la guerrilla, del Frente 59 de las Farc”, refiere Rojas en la declaración citada por el fallo.
No obstante, los familiares y allegados al periodista consideran que su muerte estuvo motivada por las constantes denuncias que este hacía sobre el Ejército Nacional. Rojas Serrano fue condenado por el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Descongestión de Valledupar a 14 años de prisión por el por el delito de homicidio agravado.
Guzmán Quintero Torres fue asesinado una noche del 16 de septiembre de 1999 en la cafetería del Hotel Los Cardones, ubicada entre la carrera 9 con calle 10 de la capital del Cesar.
El periodista departía con unos compañeros en el sitio donde ingresó un sicario para dispararle y luego huir en motocicleta en compañía de otro sujeto.
Paradójicamente, antes de morir Quintero había dejado destinado que la portada del periódico EL PILÓN de la edición del 17 de septiembre de 1999 fuera una imagen de una bandera blanca ondeándose afuera de un carro con el lema: ¡Quiero la Paz!, titular que tuvo que ser cambiado el mismo día por sus compañeros para reportar su muerte en primera plana: ‘Asesinado periodista de EL PILÓN’. En el mes de septiembre de 2019 el crimen del periodista fue declarado como de lesa humanidad por la Fiscalía General de la Nación.