A raíz de los asesinatos de líderes sociales en el país, la excandidata vicepresidencial Imelda Daza se mostró preocupada y comparó la situación que hoy se vive en Colombia con la que se vivió durante el exterminio de la Unión Patriótica, por lo cual ella vivió muchos años en Suecia.

“Me preocupa enormemente la ola de violencia imparable contra los líderes sindicales, sociales y políticos, y las personas que estamos por un nuevo orden en el país, por un nuevo proyecto político aunque provengamos de distintas tendencias. Es preocupante la violencia contra el movimiento popular “, expresó.

Daza recordó que ella es sobreviviente al genocidio contra la Unión Patriótica y da fe de las “terribles similitudes” que hay entre aquello que hace 30 años ocurrió y la situación de hoy.

“Es una guerra contra los líderes populares que empieza en los territorios apartados y se va acercando a las ciudades intermedias para llegar luego a las grandes ciudades. Eso es lo que nos lleva a pensar a quienes hemos retornado al país, en la posibilidad de tener que optar por el retorno al exilio, porque fue imposible construir paz y fue imposible para los colombianos vivir en democracia y respetarnos los unos a los otros”, acotó.

La excandidata por el partido Farc contó que cuando empezó el asesinato de los miembros de la Unión Patriótica, el Cesar puso los dos primeros muertos en Pueblo Bello en 1985, 10 días después de haber hecho el lanzamiento de este movimiento en dicho municipio. “En las elecciones del 86 logramos elegir siete concejales en distintos municipios, un diputado, y ayudamos a elegir a un liberal como Representante a la Cámara. De todos, la única sobreviente soy yo”, precisó.

Imelda Daza contó que en ese momento fue sometida a amenazas y entendió que no podía quedarse, por lo que optó por salirse primero a Bogotá y después de intentar conseguir asilo en Perú, volar 14 horas a Suecia. “El exilio, no importa el país a donde uno llegue, es una derrota política, es trauma porque uno no elige voluntariamente; sin embargo logré desarrollarme normalmente y me vinculé a la política allá; pero cuando en Colombia se dio el proceso de negociación con las Farc consideré que había una nueva situación y creí que este era un proceso irreversible y decidí regresar”, aseguró la líder que afirma que la situación en Valledupar cambió después del 17 de junio: “Hay una campaña de hostigamiento contra mí”, dijo.