Luego de dos años sin celebrar eucaristía, este martes volvieron los feligreses a la iglesia colonial de Valencia de Jesús que fue restaurada y entregada por el Gobierno del Cesar.

Una calle de honor integrada por la Hermandad Jesús Nazareno, feligreses y habitantes en general de este corregimiento histórico, antecedió el corte de cinta que permite el ingreso a este monumento nacional ubicado a 21 kilómetros de la zona urbana de Valledupar.

“Los valencianos estamos de fiesta.  Esto es algo virtuoso, que estábamos esperando hace mucho, porque este templo es algo sagrado para nosotros. En mi caso, por ejemplo, ya tengo en mente las peticiones para el Nazareno desde el templo”, dijo Glenis María Villazón, una de las feligresas que celebró la reapertura del templo católico. 

La ceremonia litúrgica de apertura hecha por el sacerdote Gabriel Rojas significa también el fin de la amenaza para esta capilla, ante la latente posible destrucción de la iglesia, que presentaba deterioro de la cubierta, humedad y grietas en los muros y campanario; deficiente implementación del sistema eléctrico, deterioro de los elementos de carpintería y de arte religioso. 

Los daños en la cubierta correspondían a tejas rotas, corridas, desajustadas y faltantes; crecimiento de flora invasiva, suciedad en piezas de madera de la estructura; así como nido de animales (murciélagos). Como consecuencia se presentaban filtraciones de agua lluvia al interior de la edificación que fueron causante de inundaciones, la aparición de humedades en los muros, deflexiones de los largueros exteriores de la estructura de cubierta, entre otros. Lo anterior suponía un riesgo para los componentes constructivos de la edificación y de los elementos artísticos que se encuentran en su interior.

“No podíamos permitir que se acabaran 300 años de historia. (…) Esta iglesia nos permitirá convertir a Valencia de Jesús en un atractivo de turismo religioso. Hoy estamos abriendo estas puertas y la próxima semana tendrán sillas, sonido y campana, para seguir guardando la importancia del templo”, dijo el gobernador, Andrés Meza.

Valencia es un corregimiento de 2.800 habitantes y la capilla data de 1700. 

“Hoy le damos gracias a Dios por la obra, por volver al interior de la capilla y celebrar la eucaristía, como el pueblo de Dios. Para Valencia, el significado es religioso y cultural”, dijo José Aníbal Oñate Morales, quien preside la Hermandad Jesús Nazareno.

POR CULTURA EL PILÓN