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Columnista - 31 octubre, 2017

Humberto De La Calle

¿Humberto De la Calle es el escribano de los acuerdos de La Habana, el negociador o el entreguista de las instituciones? ¿El político candidato de las Farc o del Partido Liberal? ¡Que entregue el acta de la negociación habanera del acuerdo para una paz estable y duradera! Humberto De la Calle, el que renunció de […]

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¿Humberto De la Calle es el escribano de los acuerdos de La Habana, el negociador o el entreguista de las instituciones? ¿El político candidato de las Farc o del Partido Liberal? ¡Que entregue el acta de la negociación habanera del acuerdo para una paz estable y duradera!

Humberto De la Calle, el que renunció de su cargo como vicepresidente de Ernesto Samper Pizano, por considerar que era indigno que ingresaran los dineros del narcotráfico del cartel de Cali a la campaña política, hoy contradictoriamente aboga para que los colombianos recibamos a los narcoterroristas de las Farc, haciendo política con dineros del narcotráfico.

Humberto De la Calle, el que volvió añicos el Código Penal, la Convención Americana de Derechos Humanos y el Estatuto de Roma, quien además innovó y dio cátedra de derecho penal creando una justicia especial, cuya máxima pena para los delitos de lesa humanidad es una sentencia, cuyo mayor padecimiento es convertirse en congresista de Colombia durante doce años consecutivos. Es decir, de los padres de la muerte a los padres de la patria.

El que renunció a ejercer la potestad omnipotente del Estado en el combate al flagelo criminal del narcotráfico para convertirlo en sustitución voluntaria.
El que no previó, no reglamentó el caso posible en virtud del cual, los guerrilleros en cuantía del 20 %, 40 % y hasta el 60 % mutasen para las otras guerrillas y este negociador les conservó las mismas curules, las mismas emisoras, los mismos privilegios y prerrogativas.

El negociador que se ha destacado por didáctico, frentero y estudioso; pero que ahora no se nutrió de la fuente de la política oficial del Ministerio de Educación de Ser Pilo Paga y contradictoriamente, convirtió los acuerdos de La Habana en “ser pillo paga”.

Humberto De la Calle, quien inexplicablemente no ha comprendido que la paz depende de las causas de la violencia y en la actualidad, estas se encuentran multiplicadas en un 500 %, precisamente por la prohibición de erradicar los cultivos ilícitos y la despenalización de hasta 3.8 hectáreas aceptadas por él en el acuerdo de La Habana. ¡Han muerto Álvaro Gómez Hurtado y Luis Carlos Galán en vano!

Dios quiera que la divina providencia, como los designios del gobierno de todos los santos y los astros se conjuguen para dar el gran salto hacia los caminos de la prosperidad, el equilibrio económico, el bienestar y la paz de la nación.

Por Eduardo Dangond Castro

 

Columnista
31 octubre, 2017

Humberto De La Calle

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo Dangond Castro

¿Humberto De la Calle es el escribano de los acuerdos de La Habana, el negociador o el entreguista de las instituciones? ¿El político candidato de las Farc o del Partido Liberal? ¡Que entregue el acta de la negociación habanera del acuerdo para una paz estable y duradera! Humberto De la Calle, el que renunció de […]


¿Humberto De la Calle es el escribano de los acuerdos de La Habana, el negociador o el entreguista de las instituciones? ¿El político candidato de las Farc o del Partido Liberal? ¡Que entregue el acta de la negociación habanera del acuerdo para una paz estable y duradera!

Humberto De la Calle, el que renunció de su cargo como vicepresidente de Ernesto Samper Pizano, por considerar que era indigno que ingresaran los dineros del narcotráfico del cartel de Cali a la campaña política, hoy contradictoriamente aboga para que los colombianos recibamos a los narcoterroristas de las Farc, haciendo política con dineros del narcotráfico.

Humberto De la Calle, el que volvió añicos el Código Penal, la Convención Americana de Derechos Humanos y el Estatuto de Roma, quien además innovó y dio cátedra de derecho penal creando una justicia especial, cuya máxima pena para los delitos de lesa humanidad es una sentencia, cuyo mayor padecimiento es convertirse en congresista de Colombia durante doce años consecutivos. Es decir, de los padres de la muerte a los padres de la patria.

El que renunció a ejercer la potestad omnipotente del Estado en el combate al flagelo criminal del narcotráfico para convertirlo en sustitución voluntaria.
El que no previó, no reglamentó el caso posible en virtud del cual, los guerrilleros en cuantía del 20 %, 40 % y hasta el 60 % mutasen para las otras guerrillas y este negociador les conservó las mismas curules, las mismas emisoras, los mismos privilegios y prerrogativas.

El negociador que se ha destacado por didáctico, frentero y estudioso; pero que ahora no se nutrió de la fuente de la política oficial del Ministerio de Educación de Ser Pilo Paga y contradictoriamente, convirtió los acuerdos de La Habana en “ser pillo paga”.

Humberto De la Calle, quien inexplicablemente no ha comprendido que la paz depende de las causas de la violencia y en la actualidad, estas se encuentran multiplicadas en un 500 %, precisamente por la prohibición de erradicar los cultivos ilícitos y la despenalización de hasta 3.8 hectáreas aceptadas por él en el acuerdo de La Habana. ¡Han muerto Álvaro Gómez Hurtado y Luis Carlos Galán en vano!

Dios quiera que la divina providencia, como los designios del gobierno de todos los santos y los astros se conjuguen para dar el gran salto hacia los caminos de la prosperidad, el equilibrio económico, el bienestar y la paz de la nación.

Por Eduardo Dangond Castro