Ante la falta de recursos, familiares de los colombianos muertos en el desprendimiento de tierra ocurrido el miércoles anterior, en la ciudad de Buenaventura, cerca a Portobelo, provincia de Colón, Panamá, acuden a la solidaridad de las autoridades y conciudadanos para repatriar sus cuerpos hasta Santa Marta, Colombia, de donde eran oriundos y de donde habían salido hace tres años para radicarse en el vecino país, donde estaban dedicados al negocio del reciclaje.
Las víctimas fueron la pareja conformada por Ana Lucía Aguilar Corvacho, de 24 años, y Pablo Saavedra Muriel, de 26 años; su pequeña hija, Nicole Sáavedra Aguilar, de un año y siete meses; y la señora Susana Muriel, madre de Pablo Saavedra. Se estima que el traslado de los cuerpos podría estar en cerca a los 70 mil dólares, según sostuvo un familiar de las víctimas.
Esta iniciativa, que pretende tener los cuerpos en su tierra natal hoy domingo, se originó en el barrio Los Libertadores de Santa Marta, Colombia, donde residen los familiares. Varias empresas colombianas han manifestado su apoyo a estas personas.
De acuerdo a la versión conocida, Pablo y su esposa Ana Lucía, estuvieron de visita en Santa Marta el pasado mes de octubre  y prometieron regresar en este mes de diciembre.
En el hecho, un deslizamiento de tierra cubrió varias viviendas, de inmediato los vecinos del sector se dispusieron a auxiliarlos, pero se presentó un segundo desprendimiento que sepultó por completo la casa.
El sistema Nacional de Protección Civil de Panamá en su último informe asegura que, con estas cuatro muertes, asciende a 10 las víctimas fatales a causa de este invierno.