Hoy le quiero hacer un tributo al Cesar, a través de mis palabras. Porque ya casi medio siglo de existencia nos permite hacer un homenaje a su historia; nos permite reconocer un camino forjado por gente maravillosa, llena de amor, calidez y sensibilidad. En efecto, el 21 de diciembre del 2017, el Cesar cumplirá 50 […]
Hoy le quiero hacer un tributo al Cesar, a través de mis palabras. Porque ya casi medio siglo de existencia nos permite hacer un homenaje a su historia; nos permite reconocer un camino forjado por gente maravillosa, llena de amor, calidez y sensibilidad.
En efecto, el 21 de diciembre del 2017, el Cesar cumplirá 50 años. Cabe recordar que el departamento se separó de lo que fuera antes el Magdalena Grande, por virtud de la ley 25 de 1967. El nacimiento del Cesar fue, en su momento, el producto del reclamo fundamentado de un pueblo que clamaba su autonomía, seguro de que en ella encontraría una mayor prosperidad. Ahora, casi medio siglo más tarde, podemos estar convencidos de que aquellos que gestaron la independencia del departamento tuvieron a bien hacerlo.
Claro, no soy la única que piensa que este departamento se merece los más grandes honores. Es por eso que hay un Proyecto de Ley, del Representante Chichi Quintero, con el cual se busca que la nación se asocie a la conmemoración del primer medio siglo de vida del Cesar. Lo mejor es que he sido honrada como ponente de dicho proyecto, para exponer y defender esta iniciativa frente a la Comisión II Constitucional Permanente de la Cámara de Representantes. El martes de la semana pasada presenté la ponencia, para que este proyecto se convierta, muy pronto, y con apoyo del Congreso, en Ley de la República.
Este departamento, que llevo tan cerca de mi corazón, del que me siento tan parte y tan orgullosa, merece todo lo que podamos darle. El Cesar es una tierra de músicos y de poetas, una tierra cargada de historia y de poesía, bañada de ríos maravillosos y enmarcada en valles preciosos como el del legendario Cacique Upar, donde hoy se asienta la capital del departamento y del vallenato.
Conmemorar el nacimiento del departamento es conmemorar los grandes logros de los cesarences, en los últimos cincuenta años; la historia particular de esta tierra; las luchas de su pueblo, que han sido duras, y dolorosas. Es dignificar sus tragedias; es rememorar las grandes gestas que formaron su historia; es enaltecer sus mitos, sus leyendas y su folclor. Y es que nuestro Cesar es una tierra mágica y llena de gracia, fértil y bondadosa como sus habitantes.
Pero la nuestra es también una tierra abandonada por un país, que tiende a recordarla solo a mediados de abril cuando suele festejarse el Festival de la Leyenda Vallenata. ¡Basta! Espero de corazón que esta iniciativa sirva para que el país mire hacia nuestra tierra y se llene de orgullo.
Con demasiada frecuencia la capital colombiana olvida a sus demás departamentos. Es por esto que los departamentos de frontera, como el nuestro, son los más afectados por los vicios inherentes de centralismo que nuestras regiones adolecen. Espero que nuestra iniciativa sirva para que el país tome consciencia de sus necesidades, que son muchas y muy graves. Espero que este proyecto, y la conmemoración que este contiene, le sirvan al departamento como le sirvió su independencia. Solo de esta manera se puede dar un paso real hacia la prosperidad que anhelamos todos.
Por: Tatiana Cabello Flórez*
*Representante a la Cámara.
Hoy le quiero hacer un tributo al Cesar, a través de mis palabras. Porque ya casi medio siglo de existencia nos permite hacer un homenaje a su historia; nos permite reconocer un camino forjado por gente maravillosa, llena de amor, calidez y sensibilidad. En efecto, el 21 de diciembre del 2017, el Cesar cumplirá 50 […]
Hoy le quiero hacer un tributo al Cesar, a través de mis palabras. Porque ya casi medio siglo de existencia nos permite hacer un homenaje a su historia; nos permite reconocer un camino forjado por gente maravillosa, llena de amor, calidez y sensibilidad.
En efecto, el 21 de diciembre del 2017, el Cesar cumplirá 50 años. Cabe recordar que el departamento se separó de lo que fuera antes el Magdalena Grande, por virtud de la ley 25 de 1967. El nacimiento del Cesar fue, en su momento, el producto del reclamo fundamentado de un pueblo que clamaba su autonomía, seguro de que en ella encontraría una mayor prosperidad. Ahora, casi medio siglo más tarde, podemos estar convencidos de que aquellos que gestaron la independencia del departamento tuvieron a bien hacerlo.
Claro, no soy la única que piensa que este departamento se merece los más grandes honores. Es por eso que hay un Proyecto de Ley, del Representante Chichi Quintero, con el cual se busca que la nación se asocie a la conmemoración del primer medio siglo de vida del Cesar. Lo mejor es que he sido honrada como ponente de dicho proyecto, para exponer y defender esta iniciativa frente a la Comisión II Constitucional Permanente de la Cámara de Representantes. El martes de la semana pasada presenté la ponencia, para que este proyecto se convierta, muy pronto, y con apoyo del Congreso, en Ley de la República.
Este departamento, que llevo tan cerca de mi corazón, del que me siento tan parte y tan orgullosa, merece todo lo que podamos darle. El Cesar es una tierra de músicos y de poetas, una tierra cargada de historia y de poesía, bañada de ríos maravillosos y enmarcada en valles preciosos como el del legendario Cacique Upar, donde hoy se asienta la capital del departamento y del vallenato.
Conmemorar el nacimiento del departamento es conmemorar los grandes logros de los cesarences, en los últimos cincuenta años; la historia particular de esta tierra; las luchas de su pueblo, que han sido duras, y dolorosas. Es dignificar sus tragedias; es rememorar las grandes gestas que formaron su historia; es enaltecer sus mitos, sus leyendas y su folclor. Y es que nuestro Cesar es una tierra mágica y llena de gracia, fértil y bondadosa como sus habitantes.
Pero la nuestra es también una tierra abandonada por un país, que tiende a recordarla solo a mediados de abril cuando suele festejarse el Festival de la Leyenda Vallenata. ¡Basta! Espero de corazón que esta iniciativa sirva para que el país mire hacia nuestra tierra y se llene de orgullo.
Con demasiada frecuencia la capital colombiana olvida a sus demás departamentos. Es por esto que los departamentos de frontera, como el nuestro, son los más afectados por los vicios inherentes de centralismo que nuestras regiones adolecen. Espero que nuestra iniciativa sirva para que el país tome consciencia de sus necesidades, que son muchas y muy graves. Espero que este proyecto, y la conmemoración que este contiene, le sirvan al departamento como le sirvió su independencia. Solo de esta manera se puede dar un paso real hacia la prosperidad que anhelamos todos.
Por: Tatiana Cabello Flórez*
*Representante a la Cámara.