‘Cultura Vallenata: Origen, teorías y pruebas’ un relato cronológico que va desplegando datos importantes para la memoria de la ciudad en épocas de Conquista.
Después de décadas de rigurosa investigación, el historiador, poeta y abogado Tomás Darío Gutiérrez publica la obra ‘Cultura Vallenata: Origen, teorías y pruebas’, donde expone las razones por las cuales, según él, la música vallenata tiene su origen en la capital del departamento del Cesar, un relato cronológico que va desplegando datos importantes para la memoria de la ciudad en épocas de Conquista.
En primer lugar, se expone que el nombre de esta ciudad proviene del Cacique Upar, el líder indígena más representativo de la vasta región de la tribu Chimila antes y en parte del periodo de colonización española y condenado a muerte por este mismo grupo foráneo que invadió sus tierras.
Por consiguiente, la obra detalla sobre la cultura dominante Chimila, palabra que según cronistas, significa ‘muchedumbre’. Este territorio estaba dividido en dos grandes comarcas: al norte la de Upar y al sur la de Pocabuy. La sociedad Chimila estaba estratificada en forma piramidal con el cacique como máxima autoridad, seguido por caciques menores, los religiosos, los guerreros y luego los obreros.
Por último, han existido varias formas de nombrar a esta ciudad, con algunas diferencias en su significado, que han ido mutando a través del tiempo por el uso de los hablantes, pasando por Ciudad de los Santos Reyes del Valle de Upar, Valle del Upar, Valle Dupar y Valledupar, siendo esta última una degradación del lenguaje para el autor magdalenense.
Por: @andreaguerraperiodista
‘Cultura Vallenata: Origen, teorías y pruebas’ un relato cronológico que va desplegando datos importantes para la memoria de la ciudad en épocas de Conquista.
Después de décadas de rigurosa investigación, el historiador, poeta y abogado Tomás Darío Gutiérrez publica la obra ‘Cultura Vallenata: Origen, teorías y pruebas’, donde expone las razones por las cuales, según él, la música vallenata tiene su origen en la capital del departamento del Cesar, un relato cronológico que va desplegando datos importantes para la memoria de la ciudad en épocas de Conquista.
En primer lugar, se expone que el nombre de esta ciudad proviene del Cacique Upar, el líder indígena más representativo de la vasta región de la tribu Chimila antes y en parte del periodo de colonización española y condenado a muerte por este mismo grupo foráneo que invadió sus tierras.
Por consiguiente, la obra detalla sobre la cultura dominante Chimila, palabra que según cronistas, significa ‘muchedumbre’. Este territorio estaba dividido en dos grandes comarcas: al norte la de Upar y al sur la de Pocabuy. La sociedad Chimila estaba estratificada en forma piramidal con el cacique como máxima autoridad, seguido por caciques menores, los religiosos, los guerreros y luego los obreros.
Por último, han existido varias formas de nombrar a esta ciudad, con algunas diferencias en su significado, que han ido mutando a través del tiempo por el uso de los hablantes, pasando por Ciudad de los Santos Reyes del Valle de Upar, Valle del Upar, Valle Dupar y Valledupar, siendo esta última una degradación del lenguaje para el autor magdalenense.
Por: @andreaguerraperiodista