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Columnista - 12 agosto, 2019

Historia de la plaza de Mariangola

En próximos días la administración del alcalde Augusto Ramírez Uhía hará entrega en el corregimiento de Mariangola de la modernización de la cancha de fútbol sintética y el gimnasio biosaludable. Una gran obra que embellece la plaza y motiva a sus habitantes, aunque queda pendiente la renovación de la tarima para que esta tierra de […]

En próximos días la administración del alcalde Augusto Ramírez Uhía hará entrega en el corregimiento de Mariangola de la modernización de la cancha de fútbol sintética y el gimnasio biosaludable. Una gran obra que embellece la plaza y motiva a sus habitantes, aunque queda pendiente la renovación de la tarima para que esta tierra de dinastía siga celebrando con éxitos sus festivales.

La modernización de la plaza ha originado el interés por conocer su historia. A principios de los años de 1950, el Gobierno nacional instaló un molino de viento para extraer agua, y ese lugar fue tomado como referencia de la plaza del pueblo. El primer comisario Vidal Ortiz cumplió las funciones de protector del lugar. En ese entonces, la mayoría de las viviendas del caserío estaban ubicadas en la parte sur del molino.

En 1958 con la creación del corregimiento (Acuerdo 03 del 13 de noviembre de 1958), los corregidores siguieron protegiendo el espacio. En 1963, la administración del gobernador del Magdalena, Alfonso Campo Murcia construyó la primera parte de la Escuela Rural y el Centro de Salud en la zona de la plaza, y desde entonces se consolida como espacio de recreación escolar.

En 1968, ya creado el departamento del Cesar se construyen otras aulas escolares, crece la población estudiantil y se completa el ciclo de primaria. Se empiezan a construir la iglesia, la casa cural, y otras viviendas alrededor de la plaza. Los docentes con sus estudiantes emprender siembras de árboles, pero las plantas nativas de corazonfinos eran las únicas que resistían el apetito vegetal de chivos, reses y burros que abundaban en las sabanas. En 1980 comienza la era del colegio Bachillerato Rodolfo Castro y también se retoman campañas de siembras de árboles.

En 1988, por iniciativa del Comité de Celebración 30 años de creación del corregimiento, que tuve el honor de coordinar al lado de líderes cívicos, y con el apoyo del concejal Omar Jiménez Vargas, el alcalde Rodolfo Campo Soto autoriza algunos materiales para iniciar la construcción de la tarima. El corregidor Álvaro Calderón lideró, con el apoyo de la Alcaldía, la terminación de la cancha de baloncesto.

En 1989, la Junta de Acción Comunal presidida por Benjamín Jiménez gestiona con la gobernadora María Inés Castro los recursos para cementar los bordes de la plaza y la construcción del campanario de la iglesia. En la administración del alcalde Johnny Pérez Oñate (1998-2000), el concejal José Luís Montero gestiona la construcción de la cancha de fútbol en la plaza con sus gradas y luminarias.

En 2003, el gobernador (E) Guillermo Castro Daza pavimenta los alrededores de la plaza. El gobernador Hernando Molina (2005-2007) construye el parque lineal de la carretera en adoquines y pavimenta una calle de la carretera hasta la plaza, la calle “Telesila de Rodríguez”.

Columnista
12 agosto, 2019

Historia de la plaza de Mariangola

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

En próximos días la administración del alcalde Augusto Ramírez Uhía hará entrega en el corregimiento de Mariangola de la modernización de la cancha de fútbol sintética y el gimnasio biosaludable. Una gran obra que embellece la plaza y motiva a sus habitantes, aunque queda pendiente la renovación de la tarima para que esta tierra de […]


En próximos días la administración del alcalde Augusto Ramírez Uhía hará entrega en el corregimiento de Mariangola de la modernización de la cancha de fútbol sintética y el gimnasio biosaludable. Una gran obra que embellece la plaza y motiva a sus habitantes, aunque queda pendiente la renovación de la tarima para que esta tierra de dinastía siga celebrando con éxitos sus festivales.

La modernización de la plaza ha originado el interés por conocer su historia. A principios de los años de 1950, el Gobierno nacional instaló un molino de viento para extraer agua, y ese lugar fue tomado como referencia de la plaza del pueblo. El primer comisario Vidal Ortiz cumplió las funciones de protector del lugar. En ese entonces, la mayoría de las viviendas del caserío estaban ubicadas en la parte sur del molino.

En 1958 con la creación del corregimiento (Acuerdo 03 del 13 de noviembre de 1958), los corregidores siguieron protegiendo el espacio. En 1963, la administración del gobernador del Magdalena, Alfonso Campo Murcia construyó la primera parte de la Escuela Rural y el Centro de Salud en la zona de la plaza, y desde entonces se consolida como espacio de recreación escolar.

En 1968, ya creado el departamento del Cesar se construyen otras aulas escolares, crece la población estudiantil y se completa el ciclo de primaria. Se empiezan a construir la iglesia, la casa cural, y otras viviendas alrededor de la plaza. Los docentes con sus estudiantes emprender siembras de árboles, pero las plantas nativas de corazonfinos eran las únicas que resistían el apetito vegetal de chivos, reses y burros que abundaban en las sabanas. En 1980 comienza la era del colegio Bachillerato Rodolfo Castro y también se retoman campañas de siembras de árboles.

En 1988, por iniciativa del Comité de Celebración 30 años de creación del corregimiento, que tuve el honor de coordinar al lado de líderes cívicos, y con el apoyo del concejal Omar Jiménez Vargas, el alcalde Rodolfo Campo Soto autoriza algunos materiales para iniciar la construcción de la tarima. El corregidor Álvaro Calderón lideró, con el apoyo de la Alcaldía, la terminación de la cancha de baloncesto.

En 1989, la Junta de Acción Comunal presidida por Benjamín Jiménez gestiona con la gobernadora María Inés Castro los recursos para cementar los bordes de la plaza y la construcción del campanario de la iglesia. En la administración del alcalde Johnny Pérez Oñate (1998-2000), el concejal José Luís Montero gestiona la construcción de la cancha de fútbol en la plaza con sus gradas y luminarias.

En 2003, el gobernador (E) Guillermo Castro Daza pavimenta los alrededores de la plaza. El gobernador Hernando Molina (2005-2007) construye el parque lineal de la carretera en adoquines y pavimenta una calle de la carretera hasta la plaza, la calle “Telesila de Rodríguez”.