Jorge Eduardo Ávila, abogado y rector del colegio privado, contó que a inicios de mes sacaron de sus cuentas bancarias más de 100 millones de pesos, los cuales durante varios años había guardado para comprar una vivienda.
La inseguridad es una problemática social que diariamente afecta a un sin número de personas, no solo en Valledupar. Así como se mejoran las técnicas de protección, los ladrones reinventan sus modalidades de hurto.
Aunque se cree que tener el dinero en una cuenta bancaria es la mejor opción, el caso de Jorge Eduardo Ávila, abogado y rector del Gimnasio del Norte de Valledupar, es la muestra viviente de que aún teniendo fiducias con los bancos se puede ser víctima de robos, en su caso, a través de la suplantación personal. “Yo tengo unas fiducias con Bancolombia y precisamente las tengo porque siento que estando la plata en una fiduciaria, y no en una cuenta de ahorros o corriente, uno está más seguro para evitar que este tipo de cosas pasen”, contó.
De acuerdo con su relato, todo sucedió el jueves 7 de octubre hacia las 10:30 de la mañana mientras estaba en una reunión de trabajo; recordó que paradójicamente el mismo día que Jessica de la Peña denunció, en horas de la mañana, que le habían vaciado su cuenta Davivienda, le ocurrió lo mismo. “Yo vi la noticia de ella a las 7:00 de la mañana antes de irme para el trabajo, y tres horas y media después yo estaba viviendo lo mismo”.
Rememoró: “Estaba en la reunión y me entró un mensaje de texto al celular informando que habían hecho un retiro de la fiducia; en ese momento paré la reunión porque yo no había hecho ese retiro y empecé a abrir la plataforma de Bancolombia por la página, desde mi computador, para ver el movimiento y verificar que lo del mensaje fuera cierto o falso. Mientras abría la plataforma me entró otro mensaje diciéndome que habían hecho otro retiro. Finalmente abrí la página y me di cuenta que efectivamente sí habían hecho esas dos transacciones. Terminé la reunión de trabajo y le pedí a las personas que me dejaran solo”.
En ese momento, Ávila decidió llamar directamente a Bancolombia, a través de una línea preferencial a la cual tiene acceso debido al tipo de cuenta que maneja, y mientras estaba en la llamada con una asesora del banco le llegó un tercer mensaje informando de otra transacción. “Inmediatamente le dije a la asesora que acababan de hacer otro retiro, que por favor bloquearan eso porque me seguían robando”, dijo en un tono angustiado. A esto, la asesora le dijo que ya estaba hablando con Seguridad Bancaria, sin embargo, como estaban ingresando unas claves de validación el proceso podría tardar un poco.
Según relata, la llamada duró aproximadamente 1 hora y 15 minutos; durante todo ese tiempo, los delincuentes alcanzaron a hacer un cuarto retiro, es decir, estando en la conversación con el banco hicieron dos transacciones. Finalmente, aseveró que pudieron hacer el bloqueo de la fiducia.
En ese momento, el banco se comprometió a hacer las investigaciones pertinentes para determinar qué había pasado, dado que hasta ese momento desconocían qué había fallado en el sistema de seguridad. Y es que en 12 minutos habían realizado 4 retiros que superaban los 100 millones de pesos, aun cuando Ávila tiene un límite de transacciones diarias de $15 millones.
Con voz entrecortada, el rector de la institución privada recordó que, al día siguiente del robo, es decir, el pasado 8 de octubre, Bancolombia lo llamó a las 8:00 de la mañana para que relatara lo sucedido. “Para mi sorpresa, Bancolombia me entregó resultados de la investigación y cuando terminé de narrarles los hechos la señora de Seguridad Bancaria me dijo que ya tenían los resultados. Me afirmó que el hurto del que fui víctima no fue por medios virtuales, sino por suplantación personal; es decir, una persona se presentó como si fuera yo en la oficina de San Fernando en Medellín e hizo esos 4 retiros.
Falsificaron mis firmas, tenían mi cédula falsificada, y yo nunca he perdido mi documento, sabían mi número de celular y con eso en la ventanilla del cajero hicieron el hurto. En la llamada me dieron los números de cuentas a los cuales fue consignada la plata y me dieron los nombres de los titulares, pero no conocí ninguno. Cada vez que hacían el retiro de las fiduciarias transferían a esas cuentas. Posteriormente el Sistema Bancario Colombiano las bloqueó”, recordó.
Al tener conocimiento de lo sucedido, Ávila informó al banco que tenía un límite de transacciones y/o retiros de 15 millones diarios en la fiducia, por lo que no se puede retirar más de esa cantidad en un día. “Ninguno de los 4 retiros que me hicieron fue menor a 15 millones, todos estaban por encima de ese valor”. El banco aceptó que hubo irregularidades, y aseguró que en 6 días hábiles darían respuestas de la investigación y el dinero.
5 días después de lo sucedido, Bancolombia le envió una respuesta escrita con los resultados de la investigación, anexando además las fotos de los recibos producto de las transacciones para que pudiera constatar que su firma había sido falsificada. Transcurridas tres semanas, el banco devolvió la totalidad de la plata que había sido retirada, incluyendo las comisiones, impuestos y el dinero que se dejó de percibir en esas semanas. “Afortunadamente me la devolvieron porque el banco sabía que yo pronto la iba a retirar porque compré un apartamento con mi esposa y eso hacía parte de la cuota inicial”.
Ser víctima de algún tipo de robo es difícil, principalmente porque los ladrones se llevan los sueños y esfuerzos de las personas; la angustia se apodera de la situación y lo más frustrante es no poder hacer nada para evitarlo. Es por eso que las autoridades ofrecen una serie de recomendaciones para evitar que pasen por estos ratos amargos.
La principal es no entregar a cualquier persona la cédula de ciudadanía, debido a que es lo primero que buscan los delincuentes para cometer sus delitos; también cambiar, después de cierto tiempo, las claves de acceso a las cuentas; poner límites de transacciones diarias; actualizar la firma en las centrales bancarias; y una de las más importantes es tener cuidado y/o desconfiar de las redes de Wi-Fi a las cuales se conectan.
Ávila concluyó diciendo que si hubiera existido un poco de ‘malicia’ en la persona que estaba en el cajero y autorizó los retiros, tal vez no se habría presentado todo ese desfalco. “Yo tenía el límite de 15 millones diarios y la persona que estaba en el cajero no le hizo caso a eso; lo segundo es que si el cajero hubiera mirado bien la tarjeta de firmas no habría entregado la plata porque, aunque era similar, no era la misma. Si hubiera habido un poco más de minucia por parte de la persona que estaba en el cajero algo se habría podido evitar, pero bueno, el señor autorizó los 4 retiros y pasó lo que pasó”.
Finalmente, el rector del Gimnasio del Norte instó a los bancos a tratar a los clientes de la misma manera, independientemente si son o no usuarios de renta alta. “A todas las personas se les debe responder por su plata en estos casos, porque la plata de todos vale lo mismo, no debe haber una diferencia en el trato a los clientes para solucionar este tipo de impases”, concluyó Ávila.
Jorge Eduardo Ávila, abogado y rector del colegio privado, contó que a inicios de mes sacaron de sus cuentas bancarias más de 100 millones de pesos, los cuales durante varios años había guardado para comprar una vivienda.
La inseguridad es una problemática social que diariamente afecta a un sin número de personas, no solo en Valledupar. Así como se mejoran las técnicas de protección, los ladrones reinventan sus modalidades de hurto.
Aunque se cree que tener el dinero en una cuenta bancaria es la mejor opción, el caso de Jorge Eduardo Ávila, abogado y rector del Gimnasio del Norte de Valledupar, es la muestra viviente de que aún teniendo fiducias con los bancos se puede ser víctima de robos, en su caso, a través de la suplantación personal. “Yo tengo unas fiducias con Bancolombia y precisamente las tengo porque siento que estando la plata en una fiduciaria, y no en una cuenta de ahorros o corriente, uno está más seguro para evitar que este tipo de cosas pasen”, contó.
De acuerdo con su relato, todo sucedió el jueves 7 de octubre hacia las 10:30 de la mañana mientras estaba en una reunión de trabajo; recordó que paradójicamente el mismo día que Jessica de la Peña denunció, en horas de la mañana, que le habían vaciado su cuenta Davivienda, le ocurrió lo mismo. “Yo vi la noticia de ella a las 7:00 de la mañana antes de irme para el trabajo, y tres horas y media después yo estaba viviendo lo mismo”.
Rememoró: “Estaba en la reunión y me entró un mensaje de texto al celular informando que habían hecho un retiro de la fiducia; en ese momento paré la reunión porque yo no había hecho ese retiro y empecé a abrir la plataforma de Bancolombia por la página, desde mi computador, para ver el movimiento y verificar que lo del mensaje fuera cierto o falso. Mientras abría la plataforma me entró otro mensaje diciéndome que habían hecho otro retiro. Finalmente abrí la página y me di cuenta que efectivamente sí habían hecho esas dos transacciones. Terminé la reunión de trabajo y le pedí a las personas que me dejaran solo”.
En ese momento, Ávila decidió llamar directamente a Bancolombia, a través de una línea preferencial a la cual tiene acceso debido al tipo de cuenta que maneja, y mientras estaba en la llamada con una asesora del banco le llegó un tercer mensaje informando de otra transacción. “Inmediatamente le dije a la asesora que acababan de hacer otro retiro, que por favor bloquearan eso porque me seguían robando”, dijo en un tono angustiado. A esto, la asesora le dijo que ya estaba hablando con Seguridad Bancaria, sin embargo, como estaban ingresando unas claves de validación el proceso podría tardar un poco.
Según relata, la llamada duró aproximadamente 1 hora y 15 minutos; durante todo ese tiempo, los delincuentes alcanzaron a hacer un cuarto retiro, es decir, estando en la conversación con el banco hicieron dos transacciones. Finalmente, aseveró que pudieron hacer el bloqueo de la fiducia.
En ese momento, el banco se comprometió a hacer las investigaciones pertinentes para determinar qué había pasado, dado que hasta ese momento desconocían qué había fallado en el sistema de seguridad. Y es que en 12 minutos habían realizado 4 retiros que superaban los 100 millones de pesos, aun cuando Ávila tiene un límite de transacciones diarias de $15 millones.
Con voz entrecortada, el rector de la institución privada recordó que, al día siguiente del robo, es decir, el pasado 8 de octubre, Bancolombia lo llamó a las 8:00 de la mañana para que relatara lo sucedido. “Para mi sorpresa, Bancolombia me entregó resultados de la investigación y cuando terminé de narrarles los hechos la señora de Seguridad Bancaria me dijo que ya tenían los resultados. Me afirmó que el hurto del que fui víctima no fue por medios virtuales, sino por suplantación personal; es decir, una persona se presentó como si fuera yo en la oficina de San Fernando en Medellín e hizo esos 4 retiros.
Falsificaron mis firmas, tenían mi cédula falsificada, y yo nunca he perdido mi documento, sabían mi número de celular y con eso en la ventanilla del cajero hicieron el hurto. En la llamada me dieron los números de cuentas a los cuales fue consignada la plata y me dieron los nombres de los titulares, pero no conocí ninguno. Cada vez que hacían el retiro de las fiduciarias transferían a esas cuentas. Posteriormente el Sistema Bancario Colombiano las bloqueó”, recordó.
Al tener conocimiento de lo sucedido, Ávila informó al banco que tenía un límite de transacciones y/o retiros de 15 millones diarios en la fiducia, por lo que no se puede retirar más de esa cantidad en un día. “Ninguno de los 4 retiros que me hicieron fue menor a 15 millones, todos estaban por encima de ese valor”. El banco aceptó que hubo irregularidades, y aseguró que en 6 días hábiles darían respuestas de la investigación y el dinero.
5 días después de lo sucedido, Bancolombia le envió una respuesta escrita con los resultados de la investigación, anexando además las fotos de los recibos producto de las transacciones para que pudiera constatar que su firma había sido falsificada. Transcurridas tres semanas, el banco devolvió la totalidad de la plata que había sido retirada, incluyendo las comisiones, impuestos y el dinero que se dejó de percibir en esas semanas. “Afortunadamente me la devolvieron porque el banco sabía que yo pronto la iba a retirar porque compré un apartamento con mi esposa y eso hacía parte de la cuota inicial”.
Ser víctima de algún tipo de robo es difícil, principalmente porque los ladrones se llevan los sueños y esfuerzos de las personas; la angustia se apodera de la situación y lo más frustrante es no poder hacer nada para evitarlo. Es por eso que las autoridades ofrecen una serie de recomendaciones para evitar que pasen por estos ratos amargos.
La principal es no entregar a cualquier persona la cédula de ciudadanía, debido a que es lo primero que buscan los delincuentes para cometer sus delitos; también cambiar, después de cierto tiempo, las claves de acceso a las cuentas; poner límites de transacciones diarias; actualizar la firma en las centrales bancarias; y una de las más importantes es tener cuidado y/o desconfiar de las redes de Wi-Fi a las cuales se conectan.
Ávila concluyó diciendo que si hubiera existido un poco de ‘malicia’ en la persona que estaba en el cajero y autorizó los retiros, tal vez no se habría presentado todo ese desfalco. “Yo tenía el límite de 15 millones diarios y la persona que estaba en el cajero no le hizo caso a eso; lo segundo es que si el cajero hubiera mirado bien la tarjeta de firmas no habría entregado la plata porque, aunque era similar, no era la misma. Si hubiera habido un poco más de minucia por parte de la persona que estaba en el cajero algo se habría podido evitar, pero bueno, el señor autorizó los 4 retiros y pasó lo que pasó”.
Finalmente, el rector del Gimnasio del Norte instó a los bancos a tratar a los clientes de la misma manera, independientemente si son o no usuarios de renta alta. “A todas las personas se les debe responder por su plata en estos casos, porque la plata de todos vale lo mismo, no debe haber una diferencia en el trato a los clientes para solucionar este tipo de impases”, concluyó Ávila.