Dos foráneas que decidieron hacer su vida en Valledupar contaron a EL PILÓN cómo surgió su microempresa de ropa deportiva y argumentan por qué seguirán apostándole a la capital del Cesar.
En uno de esos días del diario vivir, dos mujeres se encontraron en el gimnasio para hacer actividad física y allí surgió la idea de crear una empresa para diseñar y comercializar ropa deportiva, al ver la necesidad latente de las mujeres que quieren verse bien mientras hacen deporte.
Ellas son Andrea Paniagua Urriago y Tatiana Bozzi Imbett, la primera es una paisa, comunicadora social y la segunda es cartagenera y estudió relaciones internacionales, ambas casadas con vallenatos y empleadas de empresas en esta ciudad, quienes decidieron creer en el talento vallenato e impulsar su negocio en la ciudad de los santos reyes. Es así como decidieron crear la 10K Activewear, una marca que brinda alternativas para que las mujeres se sientan cómodas a la hora de hacer sus ejercicios.
“Nosotros pensamos en una oportunidad de negocio que puede ser sostenible en el tiempo porque vimos el boom del fitness, la gente está más interesada en su apariencia física y por eso decidimos crearla. Además estamos convencidas de que sí se puede, además Valledupar es una buena plaza y nos ha respondido muy bien”, afirmó Andrea Paniagua.
La empresa nació en septiembre de 2014, iniciaron difundiendo la información a través de las redes sociales como una de las herramientas más efectivas para la promoción y ahora venden en Valledupar y otras ciudades del país.
“Con los amigos cercanos, tenemos muchos clientes de acá, luego Cartagena, Barranquilla, Santa Marta y estamos muy contentas por eso. Esta es una empresa vallenata, tenemos cinco años de vivir aquí y nos sentimos agradecidos con esta tierra”, dijo Tatiana Bozzi.
Actualmente tienen alrededor de seis distribuidoras en Valledupar, quienes hacen la tarea de comercializar también la marca, pero esperan generar muchos más empleos.
“Para nosotros es importante hacerlo con mujeres madres de familia porque no cumplen horario y se ayudan, pero nuestro objetivo es traernos maquilas para acá, necesitamos unos créditos para hacerlo realidad pero estamos seguras que lo lograremos porque así esto se hará directamente acá y eso es bueno para todos. El siguiente paso sería capacitar a las personas que las confeccionen aquí porque esta ropa se hace de manera especial”, dijo Andrea.
Entre los productos que comercializa 10K Activewear están las lycras, brasileras, suplex, camisas, tops, mallas, bicicleteros de diferentes tamaños, termos de agua, balacas, viscosa, samanta, entre otros.
“Próximamente estaremos sacando nuevos artículos, como ropa para hombres y luego zapatos”, aseguró Tatiana.
La primera inversión fue de seis millones de pesos, pero luego la misma dinámica de la empresa fue exigiendo más hasta que se está volviendo autosostenible. La idea principal es que en el futuro pueda dar mejores dividendos.
“Todo se está reinvirtiendo porque estamos creciendo, esto es un proceso largo y de mucha paciencia. La rotación del producto es alta, se va a los gimnasios, se reproduce la promoción, entre otras actividades. Los precios son cómodos, así como las tallas porque sirven para delgadas, gorditas, grandes, pequeñas”, manifestaron.
Con sus repuestas, ambas enfatizaron que en Valledupar sí se puede crear empresa.
“Sí hay emprendimiento en Valledupar. De hecho pienso que aquí hay muchas oportunidades de negocio, pero la gente debe apostarle más, tomar riesgos y ser conscientes de que los resultados se ven en el tiempo y no inmediatamente”, concluyó Andrea.
Alrededor de 70 unidades semanales están vendiendo estas dos mujeres con su empresa 10K Activewear. Después de varias modificaciones en la creación de sus productos esperan que sean muchas más.
Por Tatiana Orozco Mazzilli
[email protected]
Dos foráneas que decidieron hacer su vida en Valledupar contaron a EL PILÓN cómo surgió su microempresa de ropa deportiva y argumentan por qué seguirán apostándole a la capital del Cesar.
En uno de esos días del diario vivir, dos mujeres se encontraron en el gimnasio para hacer actividad física y allí surgió la idea de crear una empresa para diseñar y comercializar ropa deportiva, al ver la necesidad latente de las mujeres que quieren verse bien mientras hacen deporte.
Ellas son Andrea Paniagua Urriago y Tatiana Bozzi Imbett, la primera es una paisa, comunicadora social y la segunda es cartagenera y estudió relaciones internacionales, ambas casadas con vallenatos y empleadas de empresas en esta ciudad, quienes decidieron creer en el talento vallenato e impulsar su negocio en la ciudad de los santos reyes. Es así como decidieron crear la 10K Activewear, una marca que brinda alternativas para que las mujeres se sientan cómodas a la hora de hacer sus ejercicios.
“Nosotros pensamos en una oportunidad de negocio que puede ser sostenible en el tiempo porque vimos el boom del fitness, la gente está más interesada en su apariencia física y por eso decidimos crearla. Además estamos convencidas de que sí se puede, además Valledupar es una buena plaza y nos ha respondido muy bien”, afirmó Andrea Paniagua.
La empresa nació en septiembre de 2014, iniciaron difundiendo la información a través de las redes sociales como una de las herramientas más efectivas para la promoción y ahora venden en Valledupar y otras ciudades del país.
“Con los amigos cercanos, tenemos muchos clientes de acá, luego Cartagena, Barranquilla, Santa Marta y estamos muy contentas por eso. Esta es una empresa vallenata, tenemos cinco años de vivir aquí y nos sentimos agradecidos con esta tierra”, dijo Tatiana Bozzi.
Actualmente tienen alrededor de seis distribuidoras en Valledupar, quienes hacen la tarea de comercializar también la marca, pero esperan generar muchos más empleos.
“Para nosotros es importante hacerlo con mujeres madres de familia porque no cumplen horario y se ayudan, pero nuestro objetivo es traernos maquilas para acá, necesitamos unos créditos para hacerlo realidad pero estamos seguras que lo lograremos porque así esto se hará directamente acá y eso es bueno para todos. El siguiente paso sería capacitar a las personas que las confeccionen aquí porque esta ropa se hace de manera especial”, dijo Andrea.
Entre los productos que comercializa 10K Activewear están las lycras, brasileras, suplex, camisas, tops, mallas, bicicleteros de diferentes tamaños, termos de agua, balacas, viscosa, samanta, entre otros.
“Próximamente estaremos sacando nuevos artículos, como ropa para hombres y luego zapatos”, aseguró Tatiana.
La primera inversión fue de seis millones de pesos, pero luego la misma dinámica de la empresa fue exigiendo más hasta que se está volviendo autosostenible. La idea principal es que en el futuro pueda dar mejores dividendos.
“Todo se está reinvirtiendo porque estamos creciendo, esto es un proceso largo y de mucha paciencia. La rotación del producto es alta, se va a los gimnasios, se reproduce la promoción, entre otras actividades. Los precios son cómodos, así como las tallas porque sirven para delgadas, gorditas, grandes, pequeñas”, manifestaron.
Con sus repuestas, ambas enfatizaron que en Valledupar sí se puede crear empresa.
“Sí hay emprendimiento en Valledupar. De hecho pienso que aquí hay muchas oportunidades de negocio, pero la gente debe apostarle más, tomar riesgos y ser conscientes de que los resultados se ven en el tiempo y no inmediatamente”, concluyó Andrea.
Alrededor de 70 unidades semanales están vendiendo estas dos mujeres con su empresa 10K Activewear. Después de varias modificaciones en la creación de sus productos esperan que sean muchas más.
Por Tatiana Orozco Mazzilli
[email protected]