Por Martín Elías Mendoza 

El Pilón entrevistó a este líder comunal, oriundo del municipio El Paso, Cesar, que ha dedicado 33, de sus 50 años de vida, a la defensa de las comunidades. 

Es abogado de la Universidad Autónoma de Colombia y hoy representa  a 62 mil Juntas de Acción Comunal en todo el país, a través de la Confederación Nacional. Además es presidente de la Federación en el Cesar y de la Junta de Acción Comunal, de su barrio, Cinco de Enero, al noroccidente de Valledupar.

E.P: ¿Cómo fueron los inicios de Naimen Martínez en la acción comunal?

N.M: Nací en El Carmen, una vereda que hoy es corregimiento de El Paso. De una familia marginada y sin tantas oportunidades. Nos vinimos a Valledupar en el año 1980, buscando un mejor porvenir. El primer grupo que lideré fue en el barrio Pescaito, cuando en el año 1980, hubo una gran creciente. Muchas personas tuvimos que trasladarnos de esa parte ribereña y había un grupo conformando una acción comunal para poder canalizar algunas obras en beneficio de la comunidad. Allí me eligieron vicepresidente. 

E.P: ¿En qué momento se da cuenta que tiene las condiciones para ser un buen líder comunal?

N.M: Todos los niños de Pescaito eran iletrados, había un analfabetismo reinante en esa comunidad y la primera tarea que me propuse fue fundar un colegio llamado Centro Educativo Comunal ‘Gloria Lara Echeverry’, en honor a una líder comunal nacional que había sido asesinada. A partir del 2004, inicié mi labor en el barrio Cinco de Enero. 

E.P: La tarea de los líderes comunales no es fácil, ¿Usted pensó en algún momento renunciar a esta labor?

N.M: La mayoría de los líderes comunales cuando no contamos con el apoyo de los gobiernos municipales, departamentales y nacionales de inmediato nos desmotivamos; pero yo pienso que la casta de un buen líder se da cuando los problemas los convierte en fortaleza.

E.P: ¿Qué características debe tener un buen líder comunal?

N.M: Tener un norte claro de lo que quiere hacer por las comunidades, ser paciente, tener sensibilidad para interpretar los sentimientos y aspiraciones de la gente, querer y saber que con el trabajo que hace puede contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de las personas que lo rodean. 

E.P: ¿Cómo un líder de barrio se convierte en presidente de la Confederación Nacional de Acción Comunal?

N.M: Una persona que sale de un sector muy marginado como Pescaito, se convierte en un líder nacional porque tiene claro lo que quiere ser. La Acción Comunal es para mí un proyecto de vida, es tener amor por lo que uno hace, y estudiar. Eso me ha dado la potestad para ir avanzando. 

E.P: La Presidencia de la Confederación Nacional, es  la cúspide de la organización comunal. ¿Qué viene ahora para Naimen Martínez?

N.M: Uno está preparado para muchas cosas. Para el 31 de diciembre del 2016, que termine mi periodo de la Confederación Nacional de la Acción Comunal, no voy a buscar reelección, porque siempre he entendido que uno no puede perpetuarse en el poder, hay que abrir los espacios a personas que están detrás de uno. 

E.P: La labor comunal está muy ligada a la política ¿Cuál es su ‘color’ político?

N.M: No tengo partido político. Me considero una persona de la organización comunal que todos los periodos vota por alcalde, gobernadores, presidentes, etc; pero me gusta mirar mucho la hoja de vida de esas personas, el programa que lleva y que interprete lo que uno quiere hacer por las comunidades.

E.P: ¿Un líder comunitario que se involucra con un partido político, podría ver afectada su labor?

N.M: La acción comunal es pluralista, uno puede pertenecer a cualquier partido, lo que no puede es colocar es la acción comunal al servicio de X o Y político; si lo hace está perdiendo el norte y los objetivos de la acción comunal en Colombia. 

E.P: ¿Hay algún trabajo de la Confederación direccionado a los  semilleros de líderes comunales? 

N.M: Estamos creando unas escuelas de liderazgo para que los jóvenes inicien un proceso de interesarse en la organización comunal, porque hay que oxigenar la acción comunal para que pueda sobrevivir. 
En Valledupar hay buen semillero, lo único que hace falta como en todo el país, son oportunidades. A través de la Unad estamos profesionalizando tres mil 277 líderes nacionales, de los cuales 1.800 son del Cesar. Con toda esa gente cualificada podemos nosotros garantizar una prosperidad para la acción comunal.