Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan están abrumados al conocer que varios de los ganadores de la Canción Inédita en el Festival de las Leyenda Vallenata se han ganado tal título con canciones que no son suyas. “Son reyes de pacotilla”, dijo Tíochiro. El delicado asunto denunciado por mis consejeros periodísticos se presenta al mismo […]
Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan están abrumados al conocer que varios de los ganadores de la Canción Inédita en el Festival de las Leyenda Vallenata se han ganado tal título con canciones que no son suyas.
“Son reyes de pacotilla”, dijo Tíochiro. El delicado asunto denunciado por mis consejeros periodísticos se presenta al mismo tiempo que el Consejo de Estado ordena a la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata devolverle al Municipio de Valledupar el terreno en donde el Gobierno Nacional construyó el parque y donde se hace el Festival Vallenato.
La sentencia de segunda y última instancia tenía seis años de estar “engavetada” en dicha Corte, según lo denunciado por el abogado Evelio Daza Daza. La Fundación, una entidad privada tenía dos décadas de usufructuar del bien público, sin rendirle cuenta a nadie.
Ambas noticias, torpedean el enfoque que los vallenatos, costeños y el país en general tenían del concurso de la Canción Inédita y del parque que la Fundación explotaba para sus beneficios.
Corresponderá, ahora, al Alcalde ejercer autoridad administrativa sobre esos bienes. Seguramente la Fundación seguirá organizando el Festival Vallenato, pero no como propietaria del parque. Deberá pagar arriendo al Municipio, ojalá. Es que sobre la organización y desarrollo del evento llueven criticas como el cobro excesivo a los medios de comunicación y a los periodistas, las entradas al parque y el consumo en sus instalaciones, pero nadie regula esos cánones.
Además, la poca importancia que la Fundación le da a los participantes de los concursos; porque muchos llegan a la ciudad y deben hospedarse y alimentarse por dos semanas, a costos exorbitantes; pudiendo la Fundación reconocer algunos honorarios a los participantes para mitigar los onerosos gastos.
Ahora se suma la escabrosa manifestación de que varios reyes vallenatos de las canciones inéditas hallan ganado con canciones que ellos no compusieron. El decir es que “hay gente que se ganan el Festival y no saben ni chifla”.
Incluso hay docentes, gerentes y empresarios que concursaron y ganaron y esas canciones yacen inermes, sin son ni ton. En cambio, otras como de Emiliano Zuleta, Beto Murgas, Everardo Armenta, Gustavo Gutiérrez, etc. son éxito.
Sin embargo, esta anomalía, grave para el folclor, resulta increíble. Pero, como dicen mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, “los compositores se conocen todos, saben quién es compositor”. Sin embargo, lo que resulta nocivo para el folclor es que algunos compositores sigan vendiendo sus canciones a los mejores postores para que se coronen reyes vallenatos de la canción inédita. Habrá que ponerle control a esto, ¡qué corrupción, María Santísima! Hasta la próxima semana.
Por Aquilino Cotes Zuleta- [email protected] @tiochiro.
Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan están abrumados al conocer que varios de los ganadores de la Canción Inédita en el Festival de las Leyenda Vallenata se han ganado tal título con canciones que no son suyas. “Son reyes de pacotilla”, dijo Tíochiro. El delicado asunto denunciado por mis consejeros periodísticos se presenta al mismo […]
Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan están abrumados al conocer que varios de los ganadores de la Canción Inédita en el Festival de las Leyenda Vallenata se han ganado tal título con canciones que no son suyas.
“Son reyes de pacotilla”, dijo Tíochiro. El delicado asunto denunciado por mis consejeros periodísticos se presenta al mismo tiempo que el Consejo de Estado ordena a la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata devolverle al Municipio de Valledupar el terreno en donde el Gobierno Nacional construyó el parque y donde se hace el Festival Vallenato.
La sentencia de segunda y última instancia tenía seis años de estar “engavetada” en dicha Corte, según lo denunciado por el abogado Evelio Daza Daza. La Fundación, una entidad privada tenía dos décadas de usufructuar del bien público, sin rendirle cuenta a nadie.
Ambas noticias, torpedean el enfoque que los vallenatos, costeños y el país en general tenían del concurso de la Canción Inédita y del parque que la Fundación explotaba para sus beneficios.
Corresponderá, ahora, al Alcalde ejercer autoridad administrativa sobre esos bienes. Seguramente la Fundación seguirá organizando el Festival Vallenato, pero no como propietaria del parque. Deberá pagar arriendo al Municipio, ojalá. Es que sobre la organización y desarrollo del evento llueven criticas como el cobro excesivo a los medios de comunicación y a los periodistas, las entradas al parque y el consumo en sus instalaciones, pero nadie regula esos cánones.
Además, la poca importancia que la Fundación le da a los participantes de los concursos; porque muchos llegan a la ciudad y deben hospedarse y alimentarse por dos semanas, a costos exorbitantes; pudiendo la Fundación reconocer algunos honorarios a los participantes para mitigar los onerosos gastos.
Ahora se suma la escabrosa manifestación de que varios reyes vallenatos de las canciones inéditas hallan ganado con canciones que ellos no compusieron. El decir es que “hay gente que se ganan el Festival y no saben ni chifla”.
Incluso hay docentes, gerentes y empresarios que concursaron y ganaron y esas canciones yacen inermes, sin son ni ton. En cambio, otras como de Emiliano Zuleta, Beto Murgas, Everardo Armenta, Gustavo Gutiérrez, etc. son éxito.
Sin embargo, esta anomalía, grave para el folclor, resulta increíble. Pero, como dicen mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, “los compositores se conocen todos, saben quién es compositor”. Sin embargo, lo que resulta nocivo para el folclor es que algunos compositores sigan vendiendo sus canciones a los mejores postores para que se coronen reyes vallenatos de la canción inédita. Habrá que ponerle control a esto, ¡qué corrupción, María Santísima! Hasta la próxima semana.
Por Aquilino Cotes Zuleta- [email protected] @tiochiro.