Colombia es un país de contrastes y paradojas. Durante mucho tiempo, la violencia política armada fue el principal problema del país, según varias encuestas y sondeos.
Colombia es un país de contrastes y paradojas. Durante mucho tiempo, la violencia política armada fue el principal problema del país, según varias encuestas y sondeos. Firmado el acuerdo de paz entre el Estado colombiano y las autodenominadas “Fuerzas Armadas de Colombia (FARC)”, han salido a relucir otros problemas que estaban relegados en la agenda de los medios y de la misma ciudadanía. La corrupción es, quizás, el principal entre esos problemas.
La Contraloría General de la República ha sido la institución líder de la titánica lucha contra la corrupción que viene liderando el país, en los últimos años, sin desconocer lo que hacen otras instituciones del Estado, y otras de la sociedad civil, como los medios de comunicación, las universidades, Transparencia por Colombia y las veedurías ciudadanas.
“Grandes hallazgos” es el título de un libro publicado recientemente por la Contraloría General de la República, que resume una parte de la gestión de Edgardo Maya Villazón, al frente de ese organismo de control. Debo advertir que me unen a Maya Villazón, lazos de parentesco y amistad, pero, considero que ello no es óbice para reconocer que ese ilustre abogado vallenato ha mostrado un liderazgo y una manera muy particular, responsable y ejemplar, de ejercer la dirección de entidades públicas como la Contraloría General de la República, por cuatro años, como lo había hecho, también con lujo de liderazgo, al frente de la Procuraduría General.
Al lado de Maya Villazón estuvo un equipo de lujo, un equipo de directivos y asesores, entre ellos ilustres profesionales del Cesar, que demostraron que cuando se quiere se puede y que en materia de lucha contra la corrupción y la ineficiencia en el manejo de los recursos públicos no todo está perdido. Hay esperanzas…
“Grandes hallazgos” es un texto que se lee de una sentada, como una novela policiaca, que resume, insisto, los principales casos de corrupción que ha tenido el país en los últimos años: los líos del Programa de Alimentación Escolar (PAE), los carteles de la salud y de enfermos inexistentes, los malos manejos de los recursos para el deporte, las regalías, el caso emblemático de Reficar, Odebrecht, los subsidios a través de Electricaribe, entre otros. Vale la pena leer “Grandes hallazgos” y socializarlo, como se dice ahora, para que esos casos que allí se denuncian no vuelvan a ocurrir.
Maya advierte que el crecimiento del gasto público, como proporción del PIB, ha sido un alimento para la voracidad de la corrupción. Hace un siglo el gasto público (De la Nación) equivalía al 4 por ciento del PIB, hoy representa un poco más del 23 por ciento. En opinión del excontralor general, la corrupción hoy es un problema estructural y sistémico y así debe asumirlo el Estado, pero también el conjunto de la sociedad colombiana.
Maya V. no solo se dedicó al tema de la lucha anticorrupción. Durante su gestión adquirió una cómoda y lujosa sede principal para la entidad en Bogotá. Unas instalaciones dignas de la CGR, entidad que cumplió ya 95 años, desde su creación cuando la Misión Kemmerer, al lado del Banco de la República y la Superintendencia Bancaria. Además, fortaleció a Economía colombiana, que sigue siendo una excelente publicación para reflexionar sobre los principales problemas del país.
La gestión de Maya y su equipo renueva las esperanzas, sí es posible lograr ganar la batalla contra la maldita corrupción y también contra la ineficiencia en el manejo de los recursos y bienes públicos. “Si nosotros no destruimos la corrupción, la corrupción destruirá este Estado de Derecho por el que hemos luchado durante más de 200 años”, concluye Maya en la introducción de “Grandes hallazgos”.
*Asesor organizacional-Docente Universitario.
Colombia es un país de contrastes y paradojas. Durante mucho tiempo, la violencia política armada fue el principal problema del país, según varias encuestas y sondeos.
Colombia es un país de contrastes y paradojas. Durante mucho tiempo, la violencia política armada fue el principal problema del país, según varias encuestas y sondeos. Firmado el acuerdo de paz entre el Estado colombiano y las autodenominadas “Fuerzas Armadas de Colombia (FARC)”, han salido a relucir otros problemas que estaban relegados en la agenda de los medios y de la misma ciudadanía. La corrupción es, quizás, el principal entre esos problemas.
La Contraloría General de la República ha sido la institución líder de la titánica lucha contra la corrupción que viene liderando el país, en los últimos años, sin desconocer lo que hacen otras instituciones del Estado, y otras de la sociedad civil, como los medios de comunicación, las universidades, Transparencia por Colombia y las veedurías ciudadanas.
“Grandes hallazgos” es el título de un libro publicado recientemente por la Contraloría General de la República, que resume una parte de la gestión de Edgardo Maya Villazón, al frente de ese organismo de control. Debo advertir que me unen a Maya Villazón, lazos de parentesco y amistad, pero, considero que ello no es óbice para reconocer que ese ilustre abogado vallenato ha mostrado un liderazgo y una manera muy particular, responsable y ejemplar, de ejercer la dirección de entidades públicas como la Contraloría General de la República, por cuatro años, como lo había hecho, también con lujo de liderazgo, al frente de la Procuraduría General.
Al lado de Maya Villazón estuvo un equipo de lujo, un equipo de directivos y asesores, entre ellos ilustres profesionales del Cesar, que demostraron que cuando se quiere se puede y que en materia de lucha contra la corrupción y la ineficiencia en el manejo de los recursos públicos no todo está perdido. Hay esperanzas…
“Grandes hallazgos” es un texto que se lee de una sentada, como una novela policiaca, que resume, insisto, los principales casos de corrupción que ha tenido el país en los últimos años: los líos del Programa de Alimentación Escolar (PAE), los carteles de la salud y de enfermos inexistentes, los malos manejos de los recursos para el deporte, las regalías, el caso emblemático de Reficar, Odebrecht, los subsidios a través de Electricaribe, entre otros. Vale la pena leer “Grandes hallazgos” y socializarlo, como se dice ahora, para que esos casos que allí se denuncian no vuelvan a ocurrir.
Maya advierte que el crecimiento del gasto público, como proporción del PIB, ha sido un alimento para la voracidad de la corrupción. Hace un siglo el gasto público (De la Nación) equivalía al 4 por ciento del PIB, hoy representa un poco más del 23 por ciento. En opinión del excontralor general, la corrupción hoy es un problema estructural y sistémico y así debe asumirlo el Estado, pero también el conjunto de la sociedad colombiana.
Maya V. no solo se dedicó al tema de la lucha anticorrupción. Durante su gestión adquirió una cómoda y lujosa sede principal para la entidad en Bogotá. Unas instalaciones dignas de la CGR, entidad que cumplió ya 95 años, desde su creación cuando la Misión Kemmerer, al lado del Banco de la República y la Superintendencia Bancaria. Además, fortaleció a Economía colombiana, que sigue siendo una excelente publicación para reflexionar sobre los principales problemas del país.
La gestión de Maya y su equipo renueva las esperanzas, sí es posible lograr ganar la batalla contra la maldita corrupción y también contra la ineficiencia en el manejo de los recursos y bienes públicos. “Si nosotros no destruimos la corrupción, la corrupción destruirá este Estado de Derecho por el que hemos luchado durante más de 200 años”, concluye Maya en la introducción de “Grandes hallazgos”.
*Asesor organizacional-Docente Universitario.