El anillo vial circunvalar de occidente es la obra llamada a acortar distancia y descongestionar a Valledupar de sur a norte en sólo 10 minutos, cuando en la actualidad recorrer ese mismo trayecto implica un tiempo promedio de media hora y hasta 45 minutos, y eso sin analizar otras complejidades, como riesgos en materia de accidentalidad frente a una maltrecha malla vial, mayor consumo de gasolina y desgaste por rodamiento del vehículo.

El plan vial de Valledupar que diseñó ‘Aurora Pachón Reina’ quedó revaluado hace muchos años, con vías que colapsaron de la mano de un vetusto Plan de Ordenamiento Territorial que ha sido un saludo a la bandera y hasta ha propiciado “crímenes de Estado”, al asumir el indefenso ciudadano y los líderes sociales el papel de héroes y denunciar la apropiación de áreas de cesión y predios del municipio en manos de particulares, mientras se truncan las obras sociales y proyectos de reforestación de cuencas hídricas.

El POT ha sido letra muerta para hacer respetar, como corresponde, el uso del suelo en área de actividad residencial, pues incurren en la arbitrariedad e ilegalidad de montar talleres, recicladoras y empresas que por el impacto de las emisiones deben ubicarse en áreas de actividad industrial, igual vulneración afecta las áreas de actividad comercial y de servicios, múltiple, dotacional o institucional y centro fundacional.

Válgame Dios, ahora por leguleyadas se pretende impedir la construcción del anillo vial circunvalar de occidente que conecta desde el obelisco pasando por detras de la Ciudadela 450 Años y el barrio La Nevada con el colegio de Comfacesar, lo que no sorprende, porque por mezquindad política hasta la Universidad Nacional, Sede La Paz, tuvo sus acérrimos opositores y consumados contradictores.

El anillo vial circunvalar de occidente concebido con bellos paisajes de árboles nativos, sendero peatonal y cicloruta, diseñado a 2 calzadas y 4 carriles, con una extensión de 10.4 kilómetros e inversión superior a los $105 mil millones, conllevará 1 año y 6 meses de ejecución y no sólo descongestionará el embudo vial del Batallón La Popa, sino que impulsará el desarrollo de la zona de mayor expansión residencial de la ciudad.

La megaobra beneficiará en su travesía a más de 100 barrios, urbanizaciones y conjuntos cerrados como La Castellana, Terranova, El Rocío, Villa Yaneth, Casas de la Pradera, Don Miguel, Ciudad Tayrona, San Jerónimo, Bella Vista, El Refugio, Nuevo Amanecer, Villa Taxi, Rafael Escalona, Ciudadela de Comfacesar, Flores de María, Villa Dariana, Populandia, La Victoria, Don Alberto, Altos de Don Alberto, en fin.

Es la razón de ser de un proyecto que le sale al paso a los tediosos trancones, infraestructura que el gobierno del Cesar y las comunidades plantean como variantes de movilidad, porque a grandes problemas grandes soluciones, no sin antes mirar la viabilidad del proyecto a la luz del POT, tema que debe decidir la Procuraduría y la Corte Suprema de Justicia en  respuesta a una Acción Popular, instrumento que pudo blindar la vida de muchas personas, pero como siempre, son campanas de palo las razones del pobre, parafraseando al escritor argentino, José Hernández y Pueyrredón.

Por Miguel Aroca Yepes