Si el dictamen del Consejo Superior de la Judicatura sale favorable el indiciado Julio Zapata podría pagar hasta 40 años de cárcel por los asesinatos de los jóvenes que conmocionó al departamento del Cesar.
A revisión en segunda instancia con el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Valledupar, pasó el alcanzado por las partes sobre la posible condena que pagaría Julio César Zapata Munera, por los asesinatos cometidos contra tres jóvenes del municipio de Codazzi, Cesar.
La decisión se da en el Juzgado Primero Penal del Circuito de Valledupar con Funciones de Conocimiento, luego de que la representante de las víctimas manifestara no sentirse conforme con lo pactado, por divisar que las partes solo tenían interés en descongestionar el sistema con el caso estudiado.
Al respecto, tanto la representante del Ministerio Público, encargada de velar el debido proceso, la defensa y Fiscalía rechazaron los argumentos, al considerar que este es el segundo preacuerdo alcanzado con el consentimiento de las víctimas en donde solo se le rebajaría al procesado la tercera parte de la condena, por los delitos aceptados de secuestro simple, homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte con arma de fuego, que originan una pena de 60 años de cárcel, que se reduciría a máximo 40 años con los pactado en el documento.
“Si la señora tiene reparo de constreñimiento en las víctimas debería denunciar porque el interés de estas se respetaron, dentro de los parámetros legales que establecen su derechos a la reparación pero también a efectuarse un preacuerdo entre las partes”, expresó el fiscal 17 seccional, Fredy Rivero.
A Zapata Munera las autoridades lo acusan de participar en el asesinato del soldado profesional Edwin Salas Padilla y los ciudadanos Luciano Acosta Brito y Hamilton Soto, cometidos el 29 de marzo del año anterior, cuando estos se veían un partido de fútbol en el establecimiento comercial conocido como La Neverita, en donde fueron interceptados por varios hombres con armas de fuego que los trasladaron en carro a zona rural de la vereda La Aguacatera, jurisdicción de Codazzi para acribillarlos.
Si el dictamen del Consejo Superior de la Judicatura sale favorable el indiciado Julio Zapata podría pagar hasta 40 años de cárcel por los asesinatos de los jóvenes que conmocionó al departamento del Cesar.
A revisión en segunda instancia con el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Valledupar, pasó el alcanzado por las partes sobre la posible condena que pagaría Julio César Zapata Munera, por los asesinatos cometidos contra tres jóvenes del municipio de Codazzi, Cesar.
La decisión se da en el Juzgado Primero Penal del Circuito de Valledupar con Funciones de Conocimiento, luego de que la representante de las víctimas manifestara no sentirse conforme con lo pactado, por divisar que las partes solo tenían interés en descongestionar el sistema con el caso estudiado.
Al respecto, tanto la representante del Ministerio Público, encargada de velar el debido proceso, la defensa y Fiscalía rechazaron los argumentos, al considerar que este es el segundo preacuerdo alcanzado con el consentimiento de las víctimas en donde solo se le rebajaría al procesado la tercera parte de la condena, por los delitos aceptados de secuestro simple, homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte con arma de fuego, que originan una pena de 60 años de cárcel, que se reduciría a máximo 40 años con los pactado en el documento.
“Si la señora tiene reparo de constreñimiento en las víctimas debería denunciar porque el interés de estas se respetaron, dentro de los parámetros legales que establecen su derechos a la reparación pero también a efectuarse un preacuerdo entre las partes”, expresó el fiscal 17 seccional, Fredy Rivero.
A Zapata Munera las autoridades lo acusan de participar en el asesinato del soldado profesional Edwin Salas Padilla y los ciudadanos Luciano Acosta Brito y Hamilton Soto, cometidos el 29 de marzo del año anterior, cuando estos se veían un partido de fútbol en el establecimiento comercial conocido como La Neverita, en donde fueron interceptados por varios hombres con armas de fuego que los trasladaron en carro a zona rural de la vereda La Aguacatera, jurisdicción de Codazzi para acribillarlos.