Además de las festividades propias de la temporada de fin de año en Valledupar, esta época es distinta en comparación con otras ciudades del país. La razón de ello es la realización de dos acontecimientos importantes que se dan al cierre e inicio de cada año en esta capital.

El primero, el cumpleaños del departamento en la fecha del 21 de diciembre, como preámbulo de la fiesta de Navidad y despedida de año en circunstancias de tiempo en la que el espíritu decembrino es de alegría.

Seguidamente se encuentra con la bienvenida del nuevo año y el cumpleaños de Valledupar, y llegada de los santos reyes magos, el seis de enero.

Sumado, es la temporada más larga de vacaciones, en la que vallenatos y todos los cesarenses en general prenden el ambiente desde el 7 de diciembre con la noche de las velitas, quedando la llama encendida hasta el 6 de enero, y en ocasiones se empalman con los precarnavales que, en otrora, tenían gran relevancia.

Todo esto está enmarcado en un contexto cultural inmenso, donde nuestra fortaleza musical es única, muy pocas ciudades como Valledupar gozan de ese privilegio, un potencial que está ahí a la espera de ideas creativas que ayuden a impulsar procesos interesantes en términos productivos para la gente de nuestra región.

Está demostrado que en esta temporada Valledupar es escogida para vacacionar por mucha gente de distintas partes del país y también del exterior, eso debe aprovecharse al máximo, además de los que vayan en tránsito a La Guajira o Santa Marta.

Todos esos valores agregados con los que, en materia de festividades, contamos, no han sido dimensionados.

Es una gran oportunidad turística, cultural, musical y hasta deportiva, que Valledupar y el Cesar se están perdiendo por no unificar esfuerzos metropolitanos y del departamento para la realización de ambos aniversarios, y las fiestas entre esos días, ya que son cercanos en el tiempo entre uno y otro.

Se nos ocurre presentar en borrador una propuesta que podría denominarse algo así como “Festival de Cultura, música, tierra y río”, o “Festival de aniversarios” como apuesta cívica y colectiva liderada por la Alcaldía de Valledupar y la Gobernación del Cesar y las entidades y organizaciones privadas y de servicios, – el sector privado articulará a las entidades cuando haya de diferencias políticas- para que se pueda pensar en grande y así darles otra dimensión a las celebraciones y aprovechar tradicionales y nuevos escenarios arquitectónicos y naturales como el Parque de la Leyenda, los balnearios de nuestros ríos, La Casa en el Aire, centros privados de eventos y los comerciales, el Centro Histórico y la plaza, los parques, los escenarios deportivos y el Centro Cultural de la Música Vallenata.

Sería recomendable echarles una ojeada a las experiencias exitosas que en este sentido se hayan desarrollado en otras partes del país y de otras latitudes. Las oportunidades las tenemos, son de ingresos y de empleos, es cuestión de aprovecharlas.