Sin duda, Rafael Orozco fue la voz de una generación que aprendió del amor y el desamor a través de los versos de sus canciones y se encuentra en el olimpo de los grandes músicos vallenatos como lo fue Alejandro Durán, Rafael Escalona, Diomedes Díaz, y tantos artistas que han puesto a este género como uno de los que mejor representa a Colombia en el exterior.
Este lunes 11 de junio, se conmemora un aniversario más del fallecimiento de Rafael Orozco, el cantante que cambió la historia de la música vallenata, que le dio un sonido nuevo; y hoy es recordado por su timbre y color de voz inigualable, que aún retumba en las calles y en los rincones en los que se reúnen para escuchar sus canciones.
Su sepelio fue multitudinario y congregó a seguidores de todo el país. Pero aún se desconoce quién lo mandó a asesinar y qué razones tuvo para hacerlo. Al parecer de que uno de los motivos fue pasional, y el otro, propiciado por problemas de droga.
Sin duda, Rafael Orozco fue la voz de una generación que aprendió del amor y el desamor a través de los versos de sus canciones y se encuentra en el olimpo de los grandes músicos vallenatos como lo fue Alejandro Durán, Rafael Escalona, Diomedes Díaz, y tantos artistas que han puesto a este género como uno de los que mejor representa a Colombia en el exterior.
Orozco, fue asesinado en la puerta de su casa de la carrera 50 con calle 96ª en Barranquilla; oportunidad que aprovechó el homicida para descargarle una ráfaga de pistola y era oriundo de Becerril (Cesar), donde reposa su cuerpo.
Sin duda, Rafael Orozco fue la voz de una generación que aprendió del amor y el desamor a través de los versos de sus canciones y se encuentra en el olimpo de los grandes músicos vallenatos como lo fue Alejandro Durán, Rafael Escalona, Diomedes Díaz, y tantos artistas que han puesto a este género como uno de los que mejor representa a Colombia en el exterior.
Este lunes 11 de junio, se conmemora un aniversario más del fallecimiento de Rafael Orozco, el cantante que cambió la historia de la música vallenata, que le dio un sonido nuevo; y hoy es recordado por su timbre y color de voz inigualable, que aún retumba en las calles y en los rincones en los que se reúnen para escuchar sus canciones.
Su sepelio fue multitudinario y congregó a seguidores de todo el país. Pero aún se desconoce quién lo mandó a asesinar y qué razones tuvo para hacerlo. Al parecer de que uno de los motivos fue pasional, y el otro, propiciado por problemas de droga.
Sin duda, Rafael Orozco fue la voz de una generación que aprendió del amor y el desamor a través de los versos de sus canciones y se encuentra en el olimpo de los grandes músicos vallenatos como lo fue Alejandro Durán, Rafael Escalona, Diomedes Díaz, y tantos artistas que han puesto a este género como uno de los que mejor representa a Colombia en el exterior.
Orozco, fue asesinado en la puerta de su casa de la carrera 50 con calle 96ª en Barranquilla; oportunidad que aprovechó el homicida para descargarle una ráfaga de pistola y era oriundo de Becerril (Cesar), donde reposa su cuerpo.